La verdad que la capacidad de asombro no tiene límites, y si bien soy crítico de las redes sociales y en especial del mal uso, creo que se debe hacer un severo replanteo y repudio a lo que ocurrió en las últimas horas en Paraná.
La espantosa difusión de una penosa imagen
27 de julio 2017 · 07:37hs
Los que andamos en los medios de comunicación hemos sido formados en la Facultad de Comunicación Social y en el hacer diario en los trabajos como periodista de cuáles son los límites de la información, sin caer en el morbo o el amarillismo. Digo esto, porque me sorprendió ver lo que fue subido en la mañana de ayer miércoles en las benditas redes sociales por parte de un par de estúpidos. No tuvieron ningún tapujo en publicar fotos y hasta un video del cuerpo de Solange Beade pendiendo de la soga con la que se habría quitado la vida.
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Todo el mundo sabe que esa muerte en Colonia Avellaneda provocó una tremenda conmoción en la región, por lo que había mucho interés en saber qué había pasado con ese deceso.
La verdad es que hay que ser muy porquería como persona para no tener en cuenta el dolor de los familiares, como el respeto a la propia víctima, que ahora muchos tratan de buscar el motivo por el cual decidió quitarse la vida.
La morbosidad forma parte de numerosas personas y no les importa mucho promover más angustia, sin importar ni siquiera lo que es una imagen que por ética no debería ser publicada en ningún lado.
Seguramente habrá una investigación de oficio de la Justicia, pero habrá que comenzar a analizar porqué en estos tiempos las personas lo primero que hacen es tomar el celular para sacar fotos o bien filmar todo lo que pueden, sin importarles nada. Estamos para el psicólogo, y algunos para el psiquiatra, porque lo que se toma se lo viraliza inmediatamente.
La pregunta que les haría a los que difundieron y subieron las fotos y el video en las redes sociales, es la siguiente: ¿Les hubiera gustado ver a un ser querido en la misma imagen y situación?