Poco después de las 18 de ayer, inició la procesión en la intersección de San Martín de Porres y Los Yaros. La encabezó la imagen de San Expedito y luego fue la misa. Este año el lema escogido para la novena y fiesta del patrono de las causas urgentes fue Misericordiosos como el Padre y al igual que cada 19 de abril los fieles participaron con fe, alegría y agradecimiento.
Germán Brusa es el cura que está a cargo de la capilla y minutos antes de que inicie la procesión, cuando se leían las últimas intenciones, dijo a UNO: “Vienen desde muchos lugares, no solo del barrio. Dios eligió esta capilla como santuario y la gente viene acá a manifestarse con su corazón y con situaciones difíciles; acá encuentran paz y Dios le da eso, y se lo da ya, como dice San Expedito”.
A los costados por donde pasó la procesión, las imágenes y estampitas del santo que tenían una oración atrás costaban 10 pesos y había varios puesteros en la búsqueda de alguna moneda que les salve el día.
“Sí. Piden por trabajo y por salud, pero sobre todo por un cambio en la vida. La gente viene a pedir eso y lo hace por situaciones familiares, por problemas de adicciones, por cosas que les pesa , es lo más impactante. Después vienen las necesidades como el trabajo y la salud, pero lo que más impacta es la gente que quiere cambiar su vida”, reflexionó Brusa.
Agregó que hay personas que están heridas por hechos de violencia sufrida y quieren o necesitan sacarse esos males. “Vienen a que Dios les quite eso que otros les generaron y San Expedito les responde, se van de acá llenos de Dios”, reafirmó.
Lo cierto es que la procesión no fue solemne y eso no le quitó el sentimiento que muchos le pusieron, por el contrario. Hubo cantos, aplausos y vivas por San Expedito además de los rezos. Había chicos de la zona que justo salieron de la escuela y acompañaron a la columna de fieles como si fuera un juego.
Anacleto Medina es un barrio complejo. “Hay muchos trabajadores, es una zona de laburantes; y lamentablemente lo que sale en los medios es por dos o tres. Acá hay que sacarse el sombrero por la gente que para mandar a los pibes a la escuela y darles de comer hacen todo tipo de trabajos, hay amas de casa, hay quienes recolectan residuos; acá la gente aprendió a luchar y a ayudarse entre ellos”, remató Brusa.
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La alegría de la fe
Gladis, Alicia, Verónica y Teresa son amigas y devotas de San Expedito. Viven en barrio El Thompson y Puerto Nuevo de Paraná. Las cuatro llegan juntas cada año a la capilla del barrio Anacleto Medina para pedir por salud para ellas y para sus familiares. También fueron para agradecer por la vida y por la fuerza que les da el santo en el día a día.
Muchos de los fieles que participaron también pidieron por trabajo o para agradecerlo; hubo madres cuya intensión fue que sus hijos aprobaran materias de la escuela y de la Facultad.
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Salir adelante
Stella Maris y Claudia también llegaron a agradecerle al santo de las causas urgentes.
Claudia es de Santa Fe y trabaja en Paraná. Pidió por su familia y por aquellos que están inundados para que la situación mejores.
Stella Maris contó a UNO que tuvo un problema grave de salud y que San Expedito intercedió por ella. “La mejor forma de agradecerle a San Expedito es propagar su fe y su creencia, es difundir su historia”, dijo.
Otros pidieron por calmar algún dolor o tristeza y poder salir adelante
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Para compartir en familia
Jazmín tiene 4 años y quería una foto con la imagen de San Expedito que alguien le regaló. Mirta es su abuela y contó que desde hace mucho que las dos participan de la procesión y de la misa en Anacleto Medina.
Con alegría, pidieron por trabajo, por los inundados y por salud para su familia.
Junto a ellas, hubo unas dos cuadras de fieles en la procesión.