Un grupo de veteranos de rugby de Paraná y Santa Fe le darán vida este sábado a un encuentro que tendrá como objetivo repasar glorias pasadas como así también resaltar el espíritu que tiene este deporte y que fue para ellos una luz a seguir en sus vidas. La iniciativa surgió de Carlos Ascúa, referente del club Estudiantes, quien en un encuentro en España con Guillermo Quevedo, excompañero, empezaron a diagramar la convocatoria que también tiene como objetivo homenajear al entrenador de una camada de jugadores excepcional: Víctor Camardón.
Una cita para resaltar el espíritu del rugby
Por Mauro Meyer
Juan Ignacio Pereira / UNO
Luis Brandán, Gabriel Giraudón, Alberto Ballester, Julio Burgos, Carlos Ascúa, Víctor Camardón y Guillermo Quevedo.
El viernes por la noche le realizaron un agasajo junto a sus exdirigidos, mientras que este sábado (a las 20.30 y en la sede central del CAE), habrá un encuentro con otros veteranos de los clubes de Paraná y Santa Fe.
“Creo que vamos a juntar cerca de 100 exjugadores. La idea es potenciar el valor de la amistad y seguir manteniendo la esencia de nuestro juego”, manifestó Ascúa en diálogo con UNO.
“Lo que el profesionalismo trae es simplificar los aspectos sentimentales del juego. Hay dinero de por medio y una preparación distinta. Claro que hay una estructura diferente también ahora, porque nosotros teníamos que hacer todo, desde conseguirnos la camiseta, los zapatos, pedir prestada diferentes cosas. Había un juego de camisetas para varias divisiones y las teníamos que usar. Todo eso es lo que poníamos al margen para poder practicarlo. La idea es entender que el rugby es sacrificio, no es para ganar dinero por más que ahora sea diferente. Lo importante del deporte no es lo que te sucede cuando firmás un contrato, sino lo que pasó antes, cuando te formaste como jugador. Los chicos arrancan desde muy temprano y aprenden diferentes normas, y todas van de la mano del respeto”, agregó el expresidente de la Unión Entrerriana de Rugby.
Sobre lo que significa el deporte de la ovalada para ellos, Rugby Ascúa expresó: “Creo que el rugby es uno de los deportes más virtuosos, desde la socialización, el conocimiento y respeto de las reglas. Uno en el rugby no puede ser exagerado en nada. Hay una hermandad también que se puede entender con un ejemplo. El túnel subfluvial se hizo porque los gobernadores de ambas provincias eran amigos del rugby (Carlos Sylvestre Begnis y Raúl Uranga). Uno fundó el club Universitario de Rosario y el otro Estudiantes. Estoy convencido de que gracias al respeto y a la amistad que los unía pudieron realizar una obra de tal magnitud”.
Por su parte, Guillermo Quevedo también explicó lo que significa este encuentro.
“Nació de una reunión con Carlitos (Ascúa) en España. Estar aquí en este momento es algo especial, esta juntada está inspirada por la historia misma del rugby de la zona. Hemos compartido juntos muchos momentos, Paraná y el club Estudiantes son mi casa, como así también las otras entidades”.
Quevedo es sanjuanino, pero vivió mucho tiempo en Santa Fe, donde estudió Educación Física y jugó al rugby en el Liceo Militar General Belgrano. Pasó mucho tiempo en Paraná ya que estaba de novio, logrando entablar también una gran amistad con los jugadores de este lado del “charco”.
“Teníamos la necesidad de juntarnos, ya que perdimos amigos como lo fue Roberto Chiquito Campanella. Entonces dije que nos teníamos que juntar, por eso todos se movilizaron y la convocatoria es muy buena. No puedo olvidarme de grandes maestros que hoy no están y otros que todavía los tenemos entre nosotros como lo es Víctor (Camardón). Eso es lo que representa esta reunión, juntar a todos en un abrazo. Es increíble y estoy emocionado de poder estar acá. Voy rumbo a San Juan, pero antes tenía el compromiso de estar con ellos, porque se movieron mucho para poder disfrutar este momento”, manifestó el expresidente de la Unión Sanjuanina de Rugby.
A su turno, Víctor Camardón también mencionó la emoción que siente al poder estar en esta reunión, celebrando también los 50 años de su llegada a Estudiantes. Habló de poder recordar viejas épocas, donde se disfrutaba de un “rugby diferente”.
“Carlos (Ascúa) recordaba hoy un ejemplo que me hizo retroceder mucho en el tiempo. En aquella época les enseñábamos a los chicos a no festejar un try. Lo primero era el respeto hacia el rival, por supuesto que los que estaban enfrente también querían ganar, por eso había que ser mejores aunque sin pasar los límites. Los chicos querían jugar al rugby y por eso se formó un grupo formidable de chicos. Ellos compraron la idea de jugar bien, de sacrificarse, de entrenar cuatro veces por semana, al mediodía y a la noche. Estaban dispuestos a estar uno al lado del otro, a defenderse dentro de la cancha, en el buen sentido lo digo. Es un deporte duro y hay que tener un dominio mental importante. Ellos eran virtuosos y hacían las cosas muy bien, se acostumbraron a jugar contra equipos muy superiores que venían de Buenos Aires. Jugaron con diferentes seleccionados y siempre con mucho éxito. Pero lo pudieron hacer porque se tenían fe, querían superarse siempre”, indicó.
“Hay algo que tengo claro, que si sos exitoso en el rugby lo vas a ser en la vida. Es un deporte competitivo, pero que también te ayuda en otros aspectos. Los amigos son fundamental también y el rugby es eso, amigos”, finalizó.