Maximiliano Molina nació en Córdoba hace 11 años. Espera, pronto y en emergencia nacional, volver a nacer. Lo necesita. Depende de la solidaridad que nace del más profundo dolor de perder un ser querido.
Tiene 11 años y necesita un corazón
El 29 febrero de 2016 le diagnosticaron una miocarditis aguda, enfermedad que llegó a su vida de un día para el otro. Se estima que fue causada por un virus y su vida se transformó en otra. Desde ese momento a hoy fue internado cinco veces.
Actualmente, se encuentra en la terapia intensiva del hospital "Italiano" de Buenos Aires y en Emergencia Nacional. El niño viajó junto a su familia a la Capital cuando su caso se volvió más complejo en busca de nuevas esperanzas. Las drogas que los médicos le suministran ya no le hacen efecto, según las palabras de su madre Paula Agliozzo. Y debe sobrevivir hasta que llegue el ansiado corazón. Un órgano que para él y su familia es la luz detrás de la oscuridad. La posibilidad de volver a nacer.
Si no llega pronto será conectado a un corazón artificial. No está solo en este camino. Su familia le brinda todo el amor y la contención que puede e implora por solidaridad. La suya y la de Mía y Alma, dos niñas de entre 2 y 3 años que atraviesan su situación. La familia de Maxi lo protege, no quieren que lo victimicen. Sólo buscan generar conciencia. Que el sufrimiento "sirva para algo".
Paula Agliozzo, es una docente sanjuanina de la Universidad Blas Pascal. Junto a su marido, Javier Molina, vivían en Córdoba pero ahora se trasladaron a Buenos Aires. "Mi hijo era totalmente sano y de un día para el otro se le presentó esta enfermedad que es una miocarditis aguda aparentemente causada por un virus. Es una inflamación aguda del miocardio que aparece por un virus o una bacteria o causas congénitas. A cualquiera le puede pasar esto. La gente tiene que entender que cuando se muere los órganos no se van al cielo sino que quedan en la tierra para salvar a entre 7 y 10 vidas", apuntó Paula.
Esperanza
Y siguió: "Se dona corazón, pulmones, hígado, riñones, huesos, corneas, válvulas del corazón? Y en vida se salva a muchas personas donando sangre que permiten realizar trasplantes de médula. En este momento hay 20 chicos que necesitan trasplante cardíaco en el país. Y en el Incucai hay una lista de espera de 11 mil pacientes".
Sus palabras están cargadas de angustia. Paula dice y repite que no se ha generado conciencia con este tema. Que el Incucai es un organismo muy serio pero que falta y mucho para la gente se anime a donar.
"Este tema no da votos, no da rédito político pero descuidamos la vida. Es la espera de un órgano para vivir. No se compra, no se fabrica, viene del dolor de una familia que comprende que donando los órganos salva vidas. Es la luz de esperanza", asegura Paula.