Desde la Facultad de Ciencias de la Alimentación (FCAL), dependiente de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner) destacaron que el estudiante brasileño Lucas Hadrien se encuentra realizando una pasantía en el proyecto que tiene como eje a las acacias negras.
UNER: estudiante de Brasil se sumó a proyecto de harinas de acacias negras
Facultad de Ciencias de la Alimentación
Pasante. Hadrien estudia Farmacia en la Universidade Estadual do Oeste do Paraná.
Facultad de Ciencias de la Alimentación
Investigación. Los objetivos del estudio son obtener harina de acacia negra y determinar propiedades fisicoquímicas, nutricionales y tecnológicas de las mismas.
Pasante. Hadrien estudia Farmacia en la Universidade Estadual do Oeste do Paraná.
"Hadrien llegó desde Cascavel, Brasil, donde está finalizando sus estudios de Farmacia en la Universidade Estadual do Oeste do Paraná", indicaron desde la casa de estudios. Además, señalaron que fue a través de Luciana de Oliveira, su docente orientadora, llegó a la Facultad de Ciencias de la Alimentación para realizar la pasantía en el proyecto de las acacias negras, coordinado por las docentes Cristina Cayetano y Andreina Stefani.
"Su estadía será hasta fines de mayo y se sumará al proyecto para participar en la obtención de harinas de acacias negras y realizar ensayos fisicoquímicos que permitan describir la composición nutricional de este potencial alimento", añadieron.
Este proyecto se realiza en conjunto con la Asociación Luz del Ibirá, organización que trabaja desde lo ambiental, los silvestres comestibles y la agroecología con quienes también compartirá actividades en la Escuela de Formación Agroecológica de Concordia.
Un nuevo alimento posible
El aprovechamiento de plantas alimenticias no convencionales o silvestres, es parte de la cultura, identidad y prácticas agrícolas en muchos países de todo el mundo.
"En el contexto global los consumidores se están interesando por formas de alimentación basadas en prácticas sustentables, agroecológicas, que proporcionen una alimentación saludable, en armonía con las formas de producción en la naturaleza y promoviendo la biodiversidad. La disponibilidad de estas plantas al alcance de la mano constituye una fuente de posibles sustitutos o complementos alimenticios, promoviendo la soberanía alimentaria que puede beneficiar a poblaciones más necesitadas”, detalla el proyecto de investigación y desarrollo -PID- que se lleva adelante en la Facultad de Ciencias de la Alimentación, coordinado por Cristina Cayetano Arteaga.
La acacia negra o espina de Cristo es “una especie invasora agresiva que se propaga con facilidad en zonas inundables, desplazando especies nativas, modificando el ecosistema, generando un problema ambiental en la región litoral del río Uruguay”, describió. En tal sentido contó que el proyecto surge conjuntamente con la Asociación Civil Luz del Ibirá, que ha realizado experiencias previas sobre el aprovechamiento de las acacias para la producción de harinas. Los objetivos del estudio son obtener harina de acacia negra y determinar propiedades fisicoquímicas, nutricionales y tecnológicas de las mismas.
Con relación al procedimiento técnico que plantean, la ingeniera precisó que se busca “obtener harina a partir de la vaina que posee la planta y caracterizar fisicoquímica, funcional y sensorialmente la que se obtiene del árbol, para poder aportar un marco científico a un producto que pueda ser producido y consumido en la zona. También, que se difundan sus beneficios para promocionar su utilización”. Por otra parte destacó “la inexistencia de antecedentes sobre el aprovechamiento de acacias negras para elaborar productos alimenticios, aunque se describe como fruto forrajero y comestible; siendo la referencia más aproximada la harina de algarrobo”.
Respecto a la preparación de investigadores, sostuvo: “La formación como investigadores empieza en la universidad y es fundamental involucrarlos, que participen en su formación de becas y tener esa mirada y herramientas de cómo se procede para que un conocimiento sea considerado -desde el punto de vista científico-, con fundamentos y respaldo de mucha investigación, de un modo confiable y con buen sustento. La formación que tratamos de desarrollar en todos los estudiantes está dirigida a la comprensión de procedimientos, de cómo llevar adelante una investigación. En nuestro caso de un producto que no tiene antecedentes, hay que ser cuidadoso, realizar muchas pruebas y determinaciones para poder sostener sus aportes, y decir que sirve para determinados aspectos. De esto se trata, capacitarlos para que participen activamente de los programas”.