Se admitió la prueba con miras al juicio contra Ilarraz

El juicio oral y público contra Justo José Ilarraz está cada vez más cerca. Es el caso de denuncias por graves abusos que puso en crisis a la Iglesia Católica de Paraná, que llegó a este punto por la valentía de un grupo de hombres que se animó a romper el silencio por los hechos aberrantes que habrían sucedido en el Seminario de Paraná, allá a mediados de los 90. En todo el tiempo que llevó completar la instrucción -en total casi cinco años- el proceso se caracterizó por las permanentes medidas dilatorias impulsadas por la defensa, todos planteos que fueron desestimados en diferentes tribunales. Ni la estrategia a favor de la prescripción, ni el afán de la Iglesia en proteger a Ilarraz pudieron detener el avance del expediente. La investigación se llevó adelante con el cura en libertad, pese a los graves delitos que se le imputan, en este caso la corrupción de menores. Esta cronología de sucesos sumó una resolución trascendental, la primera del Tribunal de Juicio conformado por Alicia Vivian, Edwin Bastian y Darío Crespo. Los vocales admitieron la totalidad de la prueba, incluso un oficio librado a la Corte Suprema solicitado por el abogado querellante Milton Urrutia para que se informe respecto del estado del incidente de prescripción.

Según la resolución firmada por la jueza Vivian, serán más de 60 los testigos que tendrán que comparecer, seguramente en audiencias que tendrán lugar no más allá de la feria judicial de invierno. En la extensa nómina figuran los nombres de los prelados que condujeron la Arquidiócesis de Paraná en diferentes períodos: Mario Maulión y Juan Alberto Puiggari. Pero también aparece la referencia a Esteban Estanislao Karlic, monseñor emérito que ya había declarado por escrito en la etapa preliminar. Será decisión del tribunal que el cardenal sea citado a declarar personalmente, o en todo caso, se opte por tener como prueba el pliego de preguntas que respondió Karlic, al igual que Puiggari y Maulión.

La Justicia dispuso convocar a otros integrantes de la curia, entre los cuales se encuentran los sacerdotes Leonardo Tovar y José Dumoulín, dos de los religiosos que acompañaron desde un primer momento a los denunciantes-víctimas. Tanto fue su compromiso con la causa y la necesidad de encontrar la verdad, que les valió un severo enfrentamiento con la cúpula de la Iglesia. Otros testigos vinculados al clero serán el exrector del Seminario de Paraná, Eduardo Jacob; Silvio Fariña; Luis Anaya y el secretario privado de Puiggari, Mario Gervasoni, entre otros.

De la misma forma, el tribunal admitió la investigación diocesana a la que fue sometido Justo Ilarraz, a pedido de Estanislao Karlic durante 1995, que según la resolución a la que tuvo acceso UNO consta de 37 fojas; también se incorporara la pericia psicológica practicada al acusado cuando residía en Roma; las cartas que habrían intercambiado las víctimas con el cura aún después de conocida la denuncia, aportadas por la defensa técnica y dentro de la documental nueva se agrega "una carta manuscrita firmada por monseñor Esteban Karlic que acompañó la defensa técnica".

Dentro de la llamada instrucción suplementaria, que es la instancia que se transita actualmente, el tribunal hizo lugar al pedido del fiscal de Coordinación Rafael Cotorruelo, los querellantes Rosario Romero y Marcos Rodríguez Allende, para que se realice una inspección al Seminario Arquidiocesano de Paraná, "el que se llevará a cabo durante el desarrollo de la audiencia de debate conforme sea fijada, con la participación de las víctimas. Para la realización de la medida será convocado personal técnico idóneo, a los fines de su registro fílmico como así también personal técnico de la Dirección de Criminalística de la Policía de Entre Ríos", se indicó en la resolución.

Por solicitud de la defensa, encabezada por Juan Ángel Fornerón, se librarán oficios a la Dirección Nacional de Migraciones "a fin de que se informen los registros de salidas al exterior de Ilarraz durante 1996", lo mismo que al Registro Civil de Paraná. En tanto, los representantes de Ilarraz pidieron que se libre un oficio al Seminario de Paraná, "a efectos de solicitar la remisión del legajo personal del imputado Ilarraz, debiendo ademas informar inicio y culminación de las funciones que este desempeñó en dicha institución".

De la misma manera, ante el requerimiento de la defensa para que se practique una pericia caligráfica a Karlic a una carta manuscrita y firmada por este, el tribunal dictaminó: "Teniendo en cuenta que se lo citará para prestar declaración en el debate, prodúzcase el reconocimiento en tal oportunidad".