Un nuevo juicio por delitos de lesa humanidad se realizará desde el 8 de noviembre en Paraná y será el tercero que tendrá como eje el robo de bebés durante la última dictadura cívico militar y por el caso de los mellizos Valenzuela Negro. En esta oportunidad juzgarán al represor Marino Héctor González, quien fue absuelto por estos hechos en 2011 pero que por decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá ser nuevamente enjuiciado.
Robo de bebés: cómo será el tercer juicio por los mellizos
Por Alfredo Hoffman
Las audiencias se desarrollarán en principio el lunes 8 y martes 9 de noviembre, desde las 9.30 de la mañana, en la sede del Tribunal Oral Federal de Paraná (Urquiza 872). El acusado tiene la opción de estar presencialmente o por videoconferencia desde Santa Fe, donde cumple arresto domiciliario por haber sido condenado a prisión perpetua en otras causas.
Según se indicó a UNO, en estos días se analiza si se realizarán nuevas declaraciones testimoniales en este juicio o si solamente se reproducirán grabaciones de videos de testimonios anteriores. Para tomar esta decisión se evalúa si someter nuevamente a una declaración a quienes atravesaron por situaciones traumáticas, como son los crímenes de lesa humanidad, es exponerlos a un proceso de revictimización donde se actualiza el dolor vivido.
Este será el octavo juicio oral y público en Entre Ríos por delitos de lesa humanidad: los anteriores fueron por las causas denominadas Hospital Militar, Harguindeguy, Céparo I, Céparo II, Mazzaferri, IPP y Causa PC (Concepción del Uruguay). En tanto, tuvieron trámite por escrito las causas Área Paraná I, Área Paraná II; El Brete y Capellino.
Marino González, integrante de la patota del genocida Pascual Oscar Guerrieri, deberá responder por los delitos de sustracción de menores y sustitución de identidad, por el caso de los bebés mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, militantes de la organización Montoneros que permanecen desaparecidos. Uno de esos mellizos, Sabrina Gullino Valenzuela Negro, restituyó su identidad en 2008, mientras que el otro –un varón– permanece desaparecido.
El tribunal estará presidido por Noemí Berros, acompañada de Jorge Sebastián Gallino y José María Escobar Cello. Además intervendrán el fiscal José Ignacio Candioti y los representantes de las querellas de Abuelas de Plaza de Mayo, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Asociación Civil HIJOS Paraná y los hijos de Raquel Negro, Sabrina Gullino y Sebastián Álvarez, quienes buscan a su hermano nacido en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná. González tendrá un defensor oficial: Alejandro Castelli.
Tres juicios y una búsqueda
Los bebés nacieron los primeros días de marzo de 1978 en el Hospital Militar de Paraná, porque hasta allí había sido trasladada a dar a luz Raquel Negro, quien se encontraba detenida en un centro clandestino de detención en las afueras de Rosario, en manos de la patota de Guerrieri y González. Luego del parto, el niño y la niña fueron llevados al Instituto Privado de Pediatría (IPP), en calle España, y de allí salieron de alta ambos el 27 de marzo del mismo año.
En los anteriores juicios se comprobó la trama de la sustracción de los mellizos Valenzuela Negro, por lo cual en el primero de ellos –en 2011– fueron condenados Guerrieri, Juan Daniel Amelong, Jorge Alberto Fariña, Walter Salvador Dionisio Pagano y Juan Antonio Zaccaría. En esa oportunidad González fue absuelto; pero la Corte consideró que es necesario que se dicte un nuevo veredicto debido que posteriormente fue condenado por otros delitos que cometió junto al mismo grupo de tareas.
En el segundo juicio, en 2018, fueron condenados los médicos propietarios del IPP: Miguel Torrealday, Jorge Rossi y David Vainstub. Fue la primera vez que fueron responsabilizados civiles en Entre Ríos por robo de bebés durante la dictadura.
A pesar de estos tres procesos judiciales abiertos por el caso de los mellizos, en ninguno de ellos surgieron hasta ahora datos precisos que permitan dar con el paradero del bebé varón, que hoy es un hombre de 43 años. Ni los militares, ni los médicos condenados, ni los médicos testigos brindaron precisiones. Por el contrario, siempre se destacó el rol que jugaron las enfermeras, quienes en general contribuyeron en todo momento con la investigación y confirmaron que asistieron a los niños sustraídos de su madre, tanto en el Hospital Militar como en el IPP.
Quién es Marino González
Durante la última dictadura cívico militar, Marino González era jefe del Grupo de Tareas 1 del Destacamento de Inteligencia 121, dependiente del Segundo Cuerpo del Ejército, según se precisa en la resolución de la Corte que revocó su absolución el 18 de diciembre de 2018. Según dijo uno de sus cómplices, el represor Eduardo Rodolfo Costanzo, fue González quien organizó el traslado de Raquel Negro a Paraná y su custodia, durante el tiempo en que estuvo internada en el Hospital Militar.
Costanzo, en uno de sus aportes a los juicios, también relató que González era el encargado de “tirar gente de los aviones”, en referencia a los vuelos de la muerte que formaron parte de los métodos para la desaparición de personas durante la dictadura. Incluso relató que para arrojar a las víctimas se ayudaba de un remo, de manera de evitar caer él al vacío al abrir la puerta de la aeronave.
Al momento del primer juicio no había otras pruebas más que los dichos del “Tucu” Costanzo, por lo cual fue absuelto. Pero poco después Marino González fue condenado en la causa Guerrieri II por los delitos de privación ilegal de la libertad que sufriera –entre otras personas– Raquel Negro. Para la Corte, no puede omitirse analizar esta cuestión, debido a su doctrina según la cual el Estado argentino tiene el deber de investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura y abstenerse de adoptar medidas que “disuelvan la posibilidad de reproche”.
Por otro lado, hay una investigación abierta para dilucidar si González es o no un personaje que se hacía llamar Ramiro, autor de graves delitos como torturas y violaciones a personas detenidas en centros clandestinos de detención. Algunas víctimas de estos crímenes dijeron reconocerlo como el tal Ramiro una vez que lo vieron en las audiencias del juicio de 2011 en Paraná.