No fue el mejor contexto para recibir al San Pablo. El complejo clima interno de Racing condicionó a un equipo que desde la llegada de Juan Antonio Pizzi no ha demostrado grandes producciones. La presión de la directiva hacia un entrenador que se niega a dejar su cargo y la presencia de Antonio Mohamed en las sombras del Cilindro fueron algunos factores que condicionaron a una Academia que parece autodestruirse en el último tiempo.
Racing igualó con San Pablo en un partido caliente
A pesar de la actitud agresiva del conjunto albiceleste, la jerarquía individual de Reinaldo fue el argumento principal para que se mueva el marcador. Por la espalda de Cáceres estaba la fórmula brasileña, y antes de los 10 minutos Luciano se asoció con la figura de la noche para exigir a Arias con un remate que tenía destino de gol. Sólo por la notable reacción del arquero, el duelo se mantuvo igualado.
La respuesta de Racing llegó a través de la movilidad de Lovera. El ex Rosario Central se mostró incisivo a pura gambeta y en una de las tantas infracciones que generó, envió un centro que mereció terminar en la red. En una acción que no permite ningún análisis, la Academia impactó dos intentos en el travesaño por la presencia de Maggi, Novillo y Sigali. El milagro paulista evitó el grito argentino.
Unos instantes después, un cambio de frente de Mauricio Martínez sirvió para que Eugenio Mena capitalice su proyección por el sector izquierdo y busque al Chino Maggi con otro punzante envío que no supo resolver el juvenil. Probablemente, con un delantero de mayor experiencia la jugada hubiese tenido el resultado deseado; pero el Macanudo volvió a incluir a Darío Cvitanich entre los suplentes.
Cuando promediaba la etapa inicial Racing volvió a tener otra clara chance para ponerse en ventaja. El pase entrelíneas de Cáceres hacia Miranda, le permitió al Lolo quedar mano a mano frente a Tiago Volpi, pero la extraordinaria recuperación de Miranda evitó el tanto local.
Antes del descanso, los de Crespo también demostraron todo su potencial a través del talento de Dani Alves. Una falta innecesaria de Piatti cercana al área le dio la oportunidad al ex Barcelona de exponer toda su jerarquía con la pelota parada. La técnica del astro que ostenta 41 títulos a lo largo de toda su carrera generó suspiros en el Cilindro con su disparo que besó el travesaño. El duelo estaba parejo y caldeado. Por tal motivo, el complemento se presentaba cargado de suspenso.















