Ya se conocen los nombres de todos los aspirantes a conducir el Estado entrerriano desde fin de año. Desde la Gobernación a los concejos deliberantes, pasando por diputados y senadores. La campaña está en marcha. Si bien para unos hace meses que hacen lo que creen apropiado para capturar la voluntad de los ciudadanos, en determiados ámbitos políticos se dice que la verdadera
campaña electoral empezará luego del feriado de
carnaval; vale decir la semana próxima. Incluso por estas horas algunos de los nominados se tomaron un puñado de días libres para “juntar fuerzas de cara a lo que viene” como deslizó a UNO un veterano armador de listas.
Como se dijo aquí, y en otros cientos de lugares, la agenda de temas electorales incluye más o menos lo mismo de siempre: tópicos ligados a calidad educativa, seguridad, empleo y desarrollo. Los que puedan exponer la mejor manera de atacar las principales preocupaciones que acechan a la ciudadanía serán los que ganen. En la maroma de spots publicitarios, mensajes en redes y demás herramientas de comunicación los postulantes intentarán llegar a la gente. El asunto será que les crean. Por caso, vale la pena imaginar a un candidato sentado ante un grupo de productores del
campo, digamos que de carne porcina. Quien vaya por los votos del sector tiene que saber que el sector genera 36.000 puestos de trabajo en forma directa, además de otros tantos de manera indirecta como se consignó en el sitio de noticias campoenaccion.com, y que mayormente se encuentran en situación de riesgo ante la grave crisis que atraviesa la actividad, debido fundamentalmente al fenomenal aumento de los costos de producción que no es acompañado por el precio de venta.