Se cumplen hoy 204 años desde que un cuerpo de delegados de la mayoría de las Provincias Unidas del Río de la Plata, conocido como el Congreso de Tucumán, proclamó la denominada declaración de Independencia de la Argentina: lo que se celebra como el Día de la Independencia. Entre Ríos, en 1816, pertenecía a la Liga de los Pueblos Libres de Artigas, emancipado de España en 1815.
Por qué Entre Ríos no estuvo en el Congreso de Tucumán
Por Vanesa Erbes
Fue el 9 de Julio de 1816, y en este hecho histórico no participaron representantes de las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Misiones, y tampoco la República Oriental del Uruguay, que estaba ligada al país, debido a las profundas diferencias que mantenían con el gobierno de Buenos Aires.
Durante décadas, en los libros de Historia y en las escuelas se hizo referencia de manera crítica a esta ausencia. No obstante, desde hace algunas décadas se reivindica otra versión de la historia, oculta o ignorada. Al respecto, el historiador entrerriano Julio Ruberto explicó a UNO: “Nosotros, los entrerrianos, ya éramos libres e independientes de España desde el 29 de junio de 1815. Estábamos separados de las Provincias Unidas del Río de la Plata y participábamos de la Liga de los Pueblos Libres con José Gervasio Artigas”.
En este marco, manifestó: “Este proceso comenzó en 1811, cuando hubo tres pueblos que se unieron primero a la Revolución de Mayo, que fueron Gualeguay, Gualeguaychú y Arroyo de la China, pero Buenos Aires los traicionó y un año después los devolvió a la jurisdicción del virrey. Siempre se dice que el último virrey fue Sobremonte, pero hay que aclarar que no es así, sino Francisco Javier de Elío, que estaba en Montevideo”.
En ese entonces, según mencionó, la provincia mantenía un vínculo más fuerte con lo que hoy es la República Oriental del Uruguay y el sur de Brasil. No obstante, aclaró: “Artigas intentó por todos los medios hacer una unión con Buenos Aires, pero Buenos Aires constantemente le enviaba sus ejércitos, al mando de José Rondeau y de otros comandantes, siempre de malas maneras, con más intención de someter que de unir o de forjar la igualdad”.
Ruberto aseguró que incluso Artigas mandó en una ocasión delegados a Buenos Aires y los tomaron prisioneros. “Fue entonces que, el 29 de junio de 1815, un congreso declaró la independencia de España”, indicó, y agregó: “El mayor problema que tenemos es que Buenos Aires se quedó con absolutamente todos los documentos sobre este hecho, y solo tenemos la mención de la historia porque en el Uruguay, al ser dependiente de Argentina, se preservaron datos. Tal es así que hasta hace unos 20 años poco se sabía de esta Liga de los Pueblos Libres, y aceptábamos el 9 de Julio de 1816 sin cuestionamientos”.
“Nos decían que Entre Ríos no participó del congreso de Tucumán porque estaba bajo la influencia negativa de Artigas, según textuales palabras que figuran en libros de Historia argentina. Pero es mentira, no participó porque ya habíamos declarado nuestra independencia, aunque de eso no tengamos ni un solo papel ni registros de quiénes eran los diputados, sino que solo conocemos los nombres de algunos”.
Además de la provincias argentinas que no participaron en el Congreso de Tucumán, Uruguay y el sur de Brasil, se intentaba incorporar también al Paraguay a este proceso pero no prosperó esta iniciativa. “Cuando (Francisco) Ramírez traicionó a Artigas, y este desapareció por un tiempo, la Liga se transformó en la República de Entre Ríos, pero ya no estaban ni Santa Fe ni Córdoba, y de las misiones solamente una parte le respondía a Ramírez”, sostuvo el historiador, y refirió: “En ese entonces, el sur de Brasil se independizó y el Uruguay también quedó separado de hecho, porque no aceptaba esa traición de Ramírez. Todo esto transcurrió entre 1815 y 1822”.
A su vez, recordó que en ese mismo período José de San Martín estaba preparando la expedición para ir a Chile y al Perú. “Cuando había ya vencido San Martín en Chile, recibió la orden de Buenos Aires de volverse con el Ejército para combatir a Ramírez y ahí es donde San Martín expresó esa frase célebre que dice ‘Nunca desenvainaré mi espada contra mis hermanos’. Pretendían obligarlo a combatirlo por ser el único general capaz de derrotarlo, ya que Ramírez venció a las tropas de Buenos Aires en dos oportunidades. Era un enemigo difícil, y solo lo lograron destruir por traiciones, por intrigas y porque la suerte no lo ayudó en ese momento”, señaló.
Ruberto, investigador y gran lector de la historia que albergan los libros más desconocidos, manifestó su entusiasmo por el tema, y subrayó: “Es apasionante conocer todos estos aspectos de Entre Ríos, porque a nosotros no solo nos quitaron la historia, sino también la geografía, y aceptamos ciegamente la historia escrita por (Bartolomé) Mitre. Tengo numerosos libros, que prácticamente son únicos y he comprado por papeles revolviendo bolsas y bolsas de libros viejos que han tirado, donde están estos datos, pero a mí me apasiona buscar esas informaciones”.
También el historiador Claudio Cañete señaló que “la provincia vivió los hechos de Tucumán de lejos y la declaración de la independencia, porque integraba la Liga de los Pueblos Libres que había impulsado Artigas”, y expresó: “Por eso es frecuente ver que cuando se nombra a los congresales, Entre Ríos no aparece, al igual que otras provincias”.
Respecto de Paraná, comentó: “En aquel entonces, Francisco Ramírez todavía era un comandante de Artigas, así que para 1816 todo estaba por hacerse. La ciudad de Paraná, particularmente, era un caserío que se iba formando, adecuándose a los accidentes geográficos, como los arroyos que la atraviesan hasta el día de hoy, pero que ahora están entubados; también tajamares y algunas otras depresiones, en las que se formaba también una suerte de tajamar donde caía el agua de lluvia. Por ejemplo, en el trayecto de lo que son hoy las calles Uruguay y Cervantes se acumulaba agua y cortaba el tránsito de un lado al otro”, explicó.
“Las casas eran de adobe, barro y paja, muy sencillas. Recién se empezaron a hacer más consistentes a partir de 1821, con la República de Entre Ríos de Ramírez, donde hubo un poco más de progreso económico, aunque duró muy poco la experiencia. Paraná era villa todavía, ya que recién en 1826 pasó a ser ciudad”, remarcó.
En ese tiempo el comandante de la Villa de Paraná era Eusebio Hereñú, quien reconoció en 1814 a Artigas como Protector de los Pueblos Libres.
Deuda
En la capital entrerriana las calles hablan más de la historia oficial escrita por Buenos Aires que la de la independencia declarada por Entre Ríos un año antes de la reunión en Tucumán.
Al respecto, el historiador paranaense Martín Quiroz observó: “Están las calle 9 de Julio, Tucumán, las que llevan el nombre de algunos de los congresales de aquel entonces”.