El cerebro de la operación narcoavioneta, Miguel Ángel Titi Celis, fue condenado a fines del año pasado a ocho años de prisión en el histórico juicio donde también sentenciaron a su hermano Daniel Tavi Celis y al exintendente Sergio Varisco. A inicios de junio, el hombre conocido como Titi había recibido el beneficio del arresto domiciliario, con monitoreo de una tobillera electrónica que nunca llegó, mientras se aguarda por la revisión de la sentencia por parte de la Cámara Federal de Casación Penal. No obstante, hace dos semanas el hombre volvió a la cárcel, tras ser denunciado por su pareja por amenaza de muerte.
Titi Celis volvió a la cárcel tras denuncia de amenaza de muerte contra su pareja
Se informó a UNO que Miguel Celis había obtenido el beneficio de la prisión preventiva domiciliaria, para la cual había firmado como su responsable la pareja, en la vivienda de la mujer en un barrio de la zona oeste de Paraná.
En los primeros días de noviembre, la mujer llamó al 911 y pidió auxilio por haber sido amenazada por Celis. Cuando llegó la Policía, el hombre no se encontraba en la vivienda. La mujer declaró en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual de Paraná, donde refirió que su ahora expareja la había agredido y le dijo que le iba a prender fuego la casa. De este modo, se notificó al Tribunal Oral Federal de Paraná, donde la jueza Lilia Carnero ordenó la inmediata detención de Celis.
A su vez, el abogado defensor del Titi, Augusto Laferriere, informó que el hombre se había retirado a su vivienda de la localidad de San Benito a partir del conflicto con su pareja, y pedía cambiar de domicilio donde cumplir con la prisión preventiva. Celis fue detenido en su casa y trasladado a la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, donde permanece alojado.
El jueves 5 de noviembre se realizó una audiencia ante el juez de Ejecución de Penas, Roberto López Arango, donde el fiscal general José Ignacio Candioti solicitó la revocación definitiva de la prisión domiciliaria, no solo porque violó la medida sino por el grave hecho de violencia de género denunciado por la mujer, a cuya versión otorgó veracidad. Por su parte, Laferriere pidió que se mantenga el beneficio porque no estaba probado que hubiera infringido las reglas de la medida de coerción, por el contrario informó en seguida a la Justicia que debía cambiarse de casa porque la pareja lo había echado. López Arango informó que momentáneamente Celis debía quedar alojado en la cárcel, hasta anunciar su resolución al respecto.
De este modo, de los 26 condenados por las causas narcoavioneta y narcomunicipio, ahora son tres los que están presos. Solamente habían quedado tras las rejas Daniel Celis y el peruano Wilber Figueroa Lagos. El resto quedó con prisión condicional o con arresto domiciliario con la idea de que estén monitoreados con tobillera electrónica. El problema es que dependen del sistema nacional de monitoreo, el cual carece de tobilleras. Por lo tanto, ninguno de ellos cuenta con la tobillera y, por lo tanto, no están controlados las 24 horas.
El nombre del hermano del Tavi apareció en una causa por narcotráfico recién en 2017, cuando aterrizó la avioneta con 317 kilos de marihuana en el campo de los hermanos Ghibaudo en Colonia Avellaneda. Fue el principal orquestador de aquella compra de droga y en el juicio no tuvo reparos en confesar, con el objetivo de desligar a su hermano y su exesposa, entre otros familiares también acusados. “Me hago cargo y me arrepiento de lo que hice”, dijo el Titi en el juicio. Por eso llamó la atención que lo beneficiaran con la domiciliaria, ya que si bien recurrió la condena ante Casación, es solo para lograr una pena menor, no para reclamar por su inocencia.