En reiteradas ocasiones, algunas veces por accidentes, otras por controles vehiculares, la Policía viene detectando cada vez más conductores que circulan por las calles de Paraná luego de haber consumido o consumiendo alcohol. Este fin de semana hubo al menos tres casos, entre ellos un remisero que se encontraba con un altísima graduación alcohólica en sangre. Pese a las tragedias y los accidentes graves ocurridos en la capital provincial en los últimos tiempos por parte de conductores ebrios, no hay total conciencia sobre la peligrosidad de esta conducta.
Peligro en Paraná por conductores que circulan alcoholizados
Según se informó desde la Jefatura Departamental Paraná de la Policía a UNO, uno de los episodios se detectó en la mañana de este domingo, cuando personal de la comisaría segunda intervino en un accidente de tránsito ocurrido en Avenida Ramírez, donde un joven de 22 años que conducía su camioneta Toyota Hillux, por causas a establecer, chocó contra un poste de luz.
Se solicitó la presencia de Tránsito Municipal, quienes realizaron un test de alcoholemia que dio resultado positivo, por lo que llevaron a cabo la retención del vehículo. El conductor resultó lesionado con un golpe en el rostro pero no quiso recibir atención médica.
Por otro lado, durante la noche del sábado el chofer de la empresa de remises Nueva Artigas fue identificado por personal de la comisaría cuarta en calle Pérez Colman y Soler. Al momento de detener su marcha arrojó por la puerta del acompañante una lata de cerveza. Al dialogar con el conductor de 41 años, este balbuceaba.
Le dieron intervención a Tránsito Municipal, quienes le realizaron un test de alcoholemia: el resultado positivo con 1,482 de alcohol en sangre, por lo que se dispuso la retención del vehículo VW Up. El remisero fue correctamente identificado y luego quedó en libertad.
Por último, se informó que el sábado a la tarde una mujer se comunicó con el 911 informando que en calle Tucumán y Malvinas había un hombre dentro de un vehículo en actitud sospechosa. Los funcionarios de la comisaría primera fueron a chequear qué sucedía y se encontraron con un hombre de 45 años en completo estado de ebriedad.
Solicitaron la presencia de Tránsito Municipal, quienes le realizaron un test de alcoholemia, y la cifra que apareció en el dispositivo sorprendió a todos: no sólo arrojó resultado positivo sino que la graduación era de 2,349 gramos de alcohol por litro sangre, casi un estado de coma alcohólico. Llevaron a cabo la retención del auto del sujeto, un Ford Focus.