Javier Aragón / Redacción de UNO
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Investigan si hubo cruces narcos por la pueblada en el Paraná XVI
Los mensajes que se envían a UNO expresan las mismas dudas que la Justicia trata de confirmar: que la denominada pueblada realizada la semana pasada en el barrio Paraná XVI habría tenido como elemento impulsor expulsar a una familia de delincuentes, pero no para tranquilizar el sector, sino para liberar el trabajo de otro grupo de malvivientes.
Tanto el juez de Instrucción Ricardo Bonazzola como el fiscal Ignacio Aramberry tratan de confirmar o descartar esta hipótesis que llegó a los funcionarios judiciales por información proporcionada por la policía, por algunos vecinos y por la familia que fue expulsada violentamente.
UNO informó el domingo que en el Paraná XVI había una tensa calma porque los expulsados regresaban todas las noches armados, con intenciones de recuperar su casa, la cual fue desvalijada e intrusada. Ante esto, desde la comisaría 16ª se ampliaron los operativos habida cuenta que los acusados de la venta de drogas, robos y asaltos una vez que recuperaron la libertad no tenían ningún tipo de restricciones judiciales.
La respuesta de un grupo de vecinos fue cuestionar a la Justicia por la falta de decisiones con respecto a tranquilizar el barrio, y alertaron que por los cruces armados nocturnos en el sector h, alguna persona podría resultar asesinada.
El fiscal Aramberry quiere establecer la veracidad de los dichos de los acusados, como de la fuerza de seguridad que no descartó que la pueblada haya sido arengada por allegados a otro grupo de delincuentes que pretenden manejar el barrio.
El martes de la semana pasada más de 400 personas salieron a la calle para correr a los denunciados como autores de todos los delitos en la zona. La Policía debió intervenir frente a la violenta expresión popular que intentó hacer justicia por mano propia.
Cuatro hombres y dos mujeres fueron detenidos acusados de la portación de armas de fuego. Sin embargo, hubo quejas de la Policía y la Justicia, porque solo hubo tres vecinos que, a regañadientes, dieron detalles de haber sufrido hechos delictivos por parte de los expulsados.
En la causa no hay datos concretos de robos, asaltos o balaceras, pero sí de un severo enfrentamiento entre dos grupos que tendrían diferencias por motivos a aclarar en la Fiscalía que investiga las acusaciones cruzadas.
“La gente es muy chusma”
UNO dialogó con José Martínez, el titular de la familia que se fue del barrio. El hombre que trabaja en el IAPV está más que ofuscado. “Dicen que soy delincuente, al igual que mis hijos, pero eso en la Justicia no existe. Sí hay chusmerío de barrio y en especial de la banda que maneja el Luciano”.
Descartó ser parte de una organización delictiva con su familia, ya que lo único que hace es trabajar.
“La pueblada la empujaron dos o tres, el resto son grandes chusmos que luego se metieron a robarme todo lo de mi casa”, enfatizó para alertar: “Denuncié en la Justicia esto y pido que el juez o el IAPV me devuelvan mi casa o bien me den otra”.