Este viernes 31 de marzo se lleva adelante en Tribunales de Paraná la audiencia de cierre del juicio por jurados en el marco de la causa que busca determinar la responsabilidad de Ezequiel Morato y Nahuel Giménez por el homicidio triplemente agravado contra Gonzalo Calleja, ocurrido el 14 de julio de 2021 en Paraná.
Crimen de Gonzalo Calleja: se realizan los alegatos de cierre en el juicio por jurados
Foto UNO/Juan Ignacio Pereira
En los Tribunales de la capital entrerriana, la Fiscalía y la Querella pedirán condenas para los dos imputados, acusados del homicidio triplemente agravado. Se trata de Ezequiel Morato y Nahuel Giménez.
En el juicio se desarrollaron cinco audiencias. A los imputados se les endilga el crimen con tres agravantes -alevosía, para consumar otro hecho y en procura de la impunidad de ese segundo delito (criminis causa)- en concurso real con robo. El juicio fue presidido por el vocal del Tribunal de Juicio de Apelaciones de Paraná, Alejandro Grippo.
El Ministerio Público Fiscal estuvo representado por los fiscales Ignacio Arramberry y Santiago Alfieri. Las defensoras oficiales Fernanda Álvarez y Romina Cian asisten a Morato, mientras que el abogado Juan Domingo Cabrera a Giménez. La Querella está representada por los abogados Iván César Vernengo y Damián Pettenatti.
El hecho
Según la investigación fiscal, el 14 de julio de 2021, Gonzalo Calleja fue hasta calle Coronel Pringles (zona de la Escuela Hogar) para venderle dólares a Ezequiel Morato, con quien había concretado intercambios similares en instancias previas. Entre las 16.45 y las 19 de ese día, Calleja llegó manejando su auto, estacionó y se subió al Fiat Uno azul que conducía Morato. Se sentó en el asiento del acompañante e inmediatamente fue reducido por Giménez que, según la hipótesis acusatoria, estaba en el asiento trasero. Aparentemente hubo un forcejeo que provocó algunas roturas menores dentro del vehículo hasta que Calleja murió por asfixia.
Los fiscales sostienen que, de inmediato, Morato y Giménez llevaron el cuerpo del contador hasta la otra punta de la ciudad y lo dejaron abandonado en una zona de montes, sobre calle Selva de Montiel, a 200 metros de Juan Báez. Aseguran que el móvil del asesinato fue el robo de dólares, dado que Morato mantenía una deuda con el dueño de un desarmadero que está sobre calle Crisólogo Larralde y, después del homicidio, se dirigió a saldarla.
Horas después, siempre según la hipótesis acusatoria, Morato y Giménez volvieron a la zona de la Escuela Hogar. El primero de ellos contactó a un vecino para que lo lleve a Giménez a su casa y llamó a un conocido para que le guarde dos armas de fuego, una mochila con droga y dinero en efectivo.
Al día siguiente, Morato se deshizo del Fiat Uno color azul. Pidió que se lo guarden en una casa de Colonia Avellaneda donde llegaron a cambiarle las cubiertas, pintarle las tasas, limpiarlo y sacarle el polarizado.
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