Finalmente la Quinta Cámara del Crimen encontró culpable a Alejandro Amitrano de asesinar a golpes a su pequeña hija Rosario (1) en 1999 y fue condenado a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
Condenaron a prisión perpetua a Alejandro Amitrano
De esta manera los jueces Gonzalo Guiñazú, Laura Gil de Chales y Rafael Escot dieron lugar al pedido que hiciera este mediodía el fiscal de Cámara Fernando Guzzo.
En el momento de la lectura de la sentencia, Amitrano se mostró imperturbable, un silencio que sólo fue roto con el llanto de su actual pareja.
Una muerte conmocionante
El hecho ocurrió en noviembre de 1999, cuando Rosario Belén Amitrano ingresó al Hospital Notti en grave estado y fue operada de urgencia por un estallido de sus intestinos. El 30 de noviembre murió por una falla multiorgánica.
La pequeña además había sufrido fractura de sus costillas, fisura maxilar, traumatismo de cráneo, lesiones en sus piernas, entre otras gravísimas heridas que las pericias determinaron que fueron provocadas por golpes no accidentales. Cuando su madre, Cecilia Cousau, la llevó al hospital su cuerpo tenía talco, lo que se presume que usaron para tapar posibles hematomas.
Un médico cirujano que operó a la pequeña de urgencia en el Notti, declaró este martes ante el tribunal y señaló: “La ingresamos al quirófano grave, en mal estado. Pensábamos que tenía un cuadro de peritonitis, pero al operar comprobamos que era un estallido en el yeyuno, una parte del intestino delgado”.
El galeno sostuvo que le llamó la atención que no era una lesión reciente, sino que habría ocurrido entre 48 y 72 horas antes.
La detención de Alejandro Amitrano
El hombre desapareció de Mendoza poco después de la muerte de Belén al preveer que sería acusado por lo ocurrido y desde donde se escondía, hizo llegar un video en el cual decía que era inocente.
Se hicieron varios allanamientos en la provincia y también en San Luis, donde tenía algunos familiares, pero todos fueron negativos, hasta enero de 2013, cuando una comisión policial de Mendoza viajó a Entre Ríos y lo detuvo al salir de su casa de Paraná para sacar la basura.
Allí vivía en pareja con una mujer, quien estaba embarazada, y hoy tiene una hija de 1 año y 8 meses.
Después de la muerte de la bebé, la esposa de Amitrano, Cecilia Cousau, fue detenida y luego de 15 meses presa fue sometida a juicio, donde el tribunal la absolvió.