El próximo sábado 16 de diciembre a las 11, en Luján, se realizará la beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio. La Eucaristía será presidida por el enviado del Papa Francisco, cardenal Francisco Vérgez Alzaga. Participará de la misa el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk junto con diversos obispos y sacerdotes. La fiesta comenzará el viernes 15 de diciembre, a las 20, con la oración de las Vísperas en el interior del santuario mariano. Y, desde las 23 y hasta las 5, la Pastoral Juvenil Nacional organizó una Vigilia Joven, en la plaza General Belgrano.
Pironio: todo listo para la ceremonia de beatificación
Beatificación. Pironio será elevado a los altares en una ceremonia que tendrá lugar en Luján el sábado 16 de diciembre.
Por otra parte, luego de que el sábado 16 se lleve a cabo la ceremonia de beatificación del purpurado argentino, el domingo 17 de diciembre, a las 11, se celebrará la misa de acción de gracias por el nuevo beato en el interior de la basílica de Luján.
Preparativos
A pocos días de la eucaristía con rito de beatificación de uno de los artífices de las Jornadas Mundiales de la Juventud, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, explicó los preparativos para este gran acontecimiento y resaltó la vigencia del legado de Pironio.
La ceremonia de beatificación del Venerable Pironio, será en la Basílica y Santuario Nacional a partir de las 11.
La presidirá el delegado del Papa Francisco, Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien por 23 años se desempeñó como secretario del futuro beato. Será transmitida en directo a través del canal de YouTube del Santuario de Luján y de otras plataformas. Se prevé la participación del Nuncio Apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk y de numerosos obispos y sacerdotes.
El obispo de Mercedes-Luján reconoció el contexto particular que atraviesa el mundo, América Latina y Argentina, de profundos cambios culturales, sociales, económicos, políticos, con múltiples desafíos. En este poliedro, reivindicó el legado de una figura santa como esta, de honda identidad cristiana, eclesial, mariana, “un hombre que uno podría decir profeta en el sentido de que supo vibrar con el corazón de Dios, que pudo estar en Él y manifestarle al mundo de su época”.
De acuerdo con el arzobispo, Pironio supo transmitir la esencia del Evangelio, el amor de Dios, su misericordia y la presencia de la Santísima Virgen María, de la certeza de la esperanza cristiana que no defrauda, activamente a tiempo y destiempo en toda circunstancia. “El cardenal fue un hombre, un profeta de esperanza”, añadió.
Amigo del Concilio Vaticano II y de Pablo VI, Pironio fue capaz de promover una recepción profunda del Concilio para América Latina. “Ha sido un Kairós, un acontecimiento del Espíritu”, reflexionó Scheinig.
El milagro de un bebé
La noticia de la beatificación se conoció a principios de noviembre, cuando el Papa autorizó al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el italiano Marcello Semeraro, a publicar el decreto con el que la Santa Sede reconoce la intercesión de Pironio en la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, un bebé que en 2006 tenía 15 meses cuando salió de un cuadro de coma profundo, luego de que sus padres le rezaran al futuro beato para que intercediera por él.
La sanación de Franco se dio luego de que, el 1º de diciembre de 2006, aspirara por accidente el contenido de un recipiente con purpurina (una sustancia pequeña hecha de pedazos de plásticos copolimerizados y metales), por lo que quedó en un cuadro de coma profundo.
Con el niño gravemente afectado, sus padres rezaron durante 13 días ante una estampita del cardenal Pironio, obsequiada por un sacerdote de la parroquia San Antonio de Padua, y al cabo de ese tiempo, el niño se despertó sin rastros de elementos tóxicos en la sangre.
El Papa había reconocido, en 2022, las "virtudes heroicas" del purpurado y lo había declarado "venerable".
¿Quién fue Pironio?
Eduardo Francisco Pironio nació en 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1920 y murió en Roma, el 5 de febrero de 1998. Completados sus estudios eclesiásticos en el Seminario San José de La Plata, fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943.
Tras su ordenación, fue nombrado asesor eclesiástico de los Jóvenes de Acción Católica (AJAC) de la diócesis de Mercedes y, posteriormente, fue designado Asesor Nacional de la Acción Católica Argentina.
Fue obispo auxiliar de La Plata y luego obispo residencial de Mar del Plata. Durante un tiempo, fue además secretario y luego presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). En 1975, el papa san Pablo VI lo llamó a Roma y lo designó prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Más tarde, san Juan Pablo II lo designó presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, desde el que promovió las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Falleció el 5 de febrero de 1998; apenas ocho años después, más precisamente el 23 de junio de 2006, se abrió en Roma la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización, cuyo principal actor ha sido la Conferencia Episcopal Argentina.