El libro La faceta periodística del Santo Cura Brochero recoge un compilado minucioso de notas, solicitadas y cartas del religioso cordobés. Fue realizado por la profesora, historiadora y perito en causas de canonización, Liliana de Denaro y entre sus páginas se pueden encontrar artículos que hablan sobre la figura del sacerdote y su obra; reflejan la sociedad de la época, el contexto histórico, las pujas políticas, los problemas de la libertad religiosa y las luchas por la organización nacional.
El cura Brochero estampó su firma en Paraná
Por Dina Puntín
Dina Puntin
Obra. Brochero supo usar la prensa escrita para buenos fines.
Dina Puntin
Valores. El Cura Gaucho supo mucho de tierra y compromiso y buscó los medios para llegar a sus fieles.
En varios momentos de su vida, el Cura Gaucho recurrió a los diarios para publicar lista de donaciones recibidas, los donantes que colaboraban para encarar la construcción de la Casa de Ejercicios Espirituales en la antigua Villa del Tránsito, los gastos realizados para tal fin y la auditoría de los mismos a cargo de personalidades reconocidas del medio, como una forma de garantizar la transparencia de lo obrado.
Dice el libro: "Recurría a la publicación en los periódicos para mantener informados a todos sus benefactores, radicados en distintos puntos de la provincia y provincias vecinas".
En sus 416 páginas se documentan el registro de notas donde figura la firma de Brochero, consultando para este trabajo diferentes archivos en todo el país, entre los que se destacan registros de Córdoba, Buenos Aires, San Juan, Tucumán y también Paraná.
En la capital de Entre Ríos también supo aparecer el sello del santo según informa la obra de investigación publicada en 2012, con una reimpresión en 2016 cuando Brochero fue canonizado por el papa Francisco.
En el primer capítulo sobre Brochero sacerdote, Denaro da cuenta que el 12 de noviembre de 1867 en el Centinela Católico de Paraná se publicó una solicitada con la firma del cura, apoyando al obispo de Paraná y destacando la valentía de la iglesia santafesina, con motivo de la ley sobre matrimonio civil.
El libro explica en un apartado, que "en el año 1867 se había producido un grave enfrentamiento entre la Iglesia y el gobernador de Santa Fe, Nicasio Oroño. Primeramente el jefe de policía de Rosario se opuso a que el cura del lugar percibiera los derechos de sepultura que fijaba el arancel, luego el gobierno dispuso la remoción del sacerdote de Villa Constitución y el cierre del templo y finalmente sancionó la ley de matrimonio civil. Contra esta última publico el obispo de Paraná, José María Gelabert y Crespo (1865-1896), el 27 de septiembre de dicho año una enérgica protesta y declaración en que calificaba y demostraba que la ley era anticatólica, anticonstitucional y corruptora de la disciplina. Tal protesta debía leerse en las iglesias de la diócesis y fijarse un ejemplar en las puertas de las mismas. El gobierno pretendió hacer arrancar las protestas de la puerta; entonces el obispo se dirigió al Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública de la Nación, Dr. José Evaristo Uriburu para buscar una solución al conflicto".
Esto desencadena la manifestación y petición del clero cordobés que decide reclamar a través de una solicitada donde esgrime: "Nosotros pués, aunque vecinos de una provincia extraña a la jurisdicción de la Legislatura y Gobierno de Santa Fe, heridos sin embargo en lo más vivo de nuestros sentimientos católicos que son los de la inmensa mayoría de aquella provincia hermana, hemos venido en protestas contra dicha ley y contra los actos de gobierno que han sido su consecuencia".
Entre varios ítems de dicha protesta y argumentación, los sacerdotes cordobeses señalan: "Protestamos en fin, contra los actos violentos que se han cometido o intentado para con el Ilustrímismo Señor Obispo de Paraná porque ha llenado su deber protestando él primero, para con los párrocos porque con independencia sacerdotal han hecho oír la voz de su superior, para con innumerables católicos porque han manifestado respeto a la autoridad de su Pastor. Al mismo tiempo adherimos, en todas sus partes, a la protesta del Ilustrísimo Señor Obispo Paranaense y enviamos por la presente un voto de simpatía y felicitación a tan digno Prelado, como igualmente al Clero y pueblo católico de Santa Fe, por la actitud nobre y enérgica en que respectivamente se han colocado".
Además de la firma del obispo de Córdoba de 1867, José Vicente, se leen un puñado de nombres de presbíteros, entre los cuales se encuentra José Gabriel Brochero, por esa época recién recibido de sacerdote y sin saber que iba a desempeñar un papel fundamental en la historia de la iglesia, al punto de llegar a ser santo y reconocido como patrono del clero argentino.
La Faceta Periodística del Santo Cura Brochero muestra como el religioso se irá valiendo de su pluma para dirigirse a un gran púlpito; esa redacción le permitirá hacer llegar su punto de vista, difundiendo valores de caridad, solidaridad, progreso, a un extenso auditorio que superará los límites provinciales.