El día después de recibir la condena a dos años y un mes de prisión condicional por "amenazas coactivas con lesiones leves en contexto de violencia de género", Sebastián Villa se presentó en el Centro de Entrenamiento de Boca en Ezeiza. No se entrenó con sus compañeros, no se cambió, y mantuvo una larga reunión con el Consejo de Fútbol. ¿Se irá a Colombia en los próximos días?
Sebastián Villa, reunión y posible partida a Colombia
El colombiano llegó al predio cerca de las 9 de la mañana de este sábado, saludó a sus compañeros en un pasillo y subió a la oficina del Consejo en la planta alta del edificio principal. Lo acompañó uno de sus representantes, Gabriel "Chicho" Fortés, el mismo que estuvo en casi todas las jornadas del juicio en el juzgado número 2 de Lomas de Zamora.
Villa estuvo reunido por más de dos horas y nunca se cambió para sumarse al entrenamiento, pese a que la decisión de la Comisión Directiva le impide ser convocado para participar de los partidos pero no seguir trabajando, entrenándose con el equipo y cobrar su sueldo, de acuerdo a los derechos laborales. Cerca de las 11.30 empezó a saludar para irse.
En medio de la condena y presencia del delantero colombiano, el ambiente y el ánimo en el predio lógicamente no era el de un día más. "No hay clima, no hay atmósfera de nada", le contaron a Olé desde adentro. "Esto pegó, pegó, para este equipo, te guste o no, era fundamental. Pero se hizo lo que se tenía que hacer, da vergüenza todo esto", agregaron.
A partir de ahora, después de la decisión de Boca y este primer día tras la condena, resta por esperar qué será del futuro deportivo de Villa, que pasó de estar en la mira de clubes importantes de Europa y Brasil e integrar su selección a que se le cierre muchísimas puertas y poder terminar efectivamente tras las rejas con la otra denuncia que puede ir a juicio oral.
Por lo pronto, este sábado no se cambió y hay quienes dudan que vuelva a hacerlo en los próximos días frente a la posibilidad de una licencia y la búsqueda de una salida a préstamo a algún club y liga que acepte a un jugador condenado por violencia de género. También está la posibilidad de que se vaya a Colombia, luego de pedir la próxima semana un permiso a la Justicia (no fue solicitado aún, pero suele ser otorgado en estos casos). En Boca ya no tiene lugar.