Correntino de nacimiento pero hijo pródigo de Pronunciamiento por adopción, Héctor Echagüe se convirtió en uno de los referentes del Depro, que se ha asentado en el Torneo Federal A.
Héctor Echagüe, de Pronunciamiento al fútbol neozelandés
Por Víctor Ludi
Prensa Defensores de Pronunciamiento
Héctor Echagüe viajará rumbo al país de Oceanía con el objetivo de pelear el campeonato.
Tras mantener la plaza en la Tercera División del fútbol argentino en la última temporada, el mediocampista de 36 años decidió irse a probar suerte al Manurewa AFC de Auckalnd, que participa de la Liga Nacional de Nueva Zelanda.
Esta tarde el jugador abordará el avión que lo trasladará hasta Oceanía a vivir la primera experiencia de su carrera. Antes de viajar habló con UNO.
—¿Cómo te surgió esta posibilidad?
—Yo tengo un conocido, Maksim Mancó, un amigo que me dio el fútbol que está jugando allá hace varios años. Él me venía insistiendo para que vaya a jugar y, por una razón u otra, nunca se me había dado. Si no era porque estaba en el Depro, era porque había arreglado en el CADU o por otras cosas que me surgían. Nunca se me había dado y ahora me cayó perfecto. A esta edad y por cómo se me dio la posibilidad no la podía desaprovechar. Es como un broche para cerrar mi carrera después de tantos años. Si bien con Maksim sólo jugamos juntos unos meses en Güemes de Santiago del Estero, compartimos un representante y nos hicimos amigos. Él me venía insistiendo que vaya y finalmente se dio.
—¿Te costó tomar la decisión?
—La verdad es que lo venía pensando desde hace dos o tres años. Cuando mi amigo se fue al tiempito me llamó para invitarme. Siempre estuvimos en contacto y ahora tomé la decisión de irme. Cuando terminamos el último torneo Federal A y mantuvimos la categoría con el Depro consideré que era un buen momento para poder realizar esta experiencia de conocer otro fútbol, otra cultura. Era algo que ya tenía decidido desde hace un tiempo, que si me surgía una posibilidad como esta no volver a dejar pasar el tren. Y así fue. Mi amigo me comentó que un director técnico conocido de él le había pedido jugadores argentinos para reforzar el equipo y él le sugirió mi nombre. No tenía ningún compromiso deportivo acá, entonces le di para adelante. Voy con las mejores expectativas.
—¿Qué es lo que esperás encontrarte allá, tanto en lo deportivo como en el día a día?
—En Nueva Zelanda el fútbol no es profesional, por lo que no te hacen contrato para jugar al fútbol. Te hacen contrato por intermedio del presidente, que tiene una empresa, y firmás con la empresa más allá de que vas a jugar el fútbol. Me sedujo también el hecho de conocer otra cultura y cómo se maneja otra sociedad. El Auckland City, el rival de mi equipos, es el equipo que todos los años se clasifica al Mundial de Clubes por ser campeón de la Liga de Campeones de Oceanía. Creo que debe haber un buen nivel, calculo que similar a lo que puede ser el Federal A e, incluso, la Primera Nacional. El City para llegar al Mundial de Clubes compite contra equipos de Australia, que son fuertes, y la idea que tienen es poder competirles a ellos. Jugaré en el campeonato que se llama Liga Nacional, que es la Primera División. Hay equipos de Auckland, de Wellington y de otras ciudades.
—¿Sabés dónde vas a estar?
—En Auckland. En realidad a unos 15 kilómetros de la ciudad, porque son como pequeñas localidades cercanas a la ciudad más grande. Vendría a ser como Concepción del Uruguay y Caseros. Mi club está en el pueblo que sería como Caseros.
—¿Qué objetivos tenés para esta nueva etapa en tu carrera?
—El objetivo siempre es competir, pelear para poder ganar un campeonato. Maksim me explicó cómo es el torneo y cómo se desarrolla. El objetivo del club es poder competirle a Auckland City y para ello quieren elevar la vara y reforzarse con jugadores argentinos, que somos muy competitivos. Mis expectativas son las mejores. No veo las horas de llegar, ponerme a disposición del técnico y conocer a mis compañeros.
—¿Esta experiencia te sirve para hacer una diferencia económica?
—Son muy pocos los jugadores que puedan salvarse económicamente para que, después de retirarse, puedan vivir de lo que han ganado en su carrera. La verdad que a esta altura no pretendo hacerme millonario porque sé que eso no va a pasar. Yo lo tomo como una nueva experiencia de vida, ya que nunca me había tocado jugar en el exterior. Económicamente no me voy a salvar ni mucho menos. Tengo mi emprendimiento de yerba mate.
Su recuerdo del Depro
“Es un club chico y humilde, al que todo le cuesta el doble y por eso es sumamente meritorio que lleve nueve años seguidos en el Federal A. Viví momentos muy lindos ahí y me quedan grandes amigos. Hay mucha gente muy buena y siempre le voy a desear lo mejor en cada competencia que afronte. El tiempo y el fútbol dirá si me tocará volver o no, pero de mi parte siempre estaré predispuesto”, dijo sobre Defensores de Pronunciamiento.