Cada 23 de enero se celebra en el país el Día Nacional del Músico, en conmemoración del nacimiento del intérprete y cantautor argentino Luis Alberto Spinetta. El Flaco Spinetta integró algunas de las bandas más importantes del rock nacional como Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade y Spinetta y los Socios del Desierto, y fue autor de grandes canciones como Rezo por vos; Muchacha ojos de papel; Todas las hojas son del viento o Seguir viviendo sin tu amor, entre otras. Tuvo una trayectoria de cuatro décadas y su muerte, ocurrida el 8 de febrero de 2012, a causa del cáncer, causó un profundo dolor.
Músicos piden más y mejores espacios para tocar en Paraná
Por Luciana Actis
La fecha se instituyó para recordar el nacimiento del intérprete y cantautor Luis Alberto Spinetta.
Tres años después, en 2015, se eligió la fecha de su nacimiento –a través de la Ley Nº 27.106– para a través de su figura reconocer el aporte de quienes dedican su vida a las melodías, ritmos y armonías que identifican y dan forma a la cultura y el sentir argentino.
En esta fecha tan especial, UNO se contactó con músicos y músicas de Paraná para dialogar sobre su situación actual, los desafíos y las problemáticas que deben enfrentar a la hora de desarrollar la profesión que aman.
La mayoría coincidió en la necesidad de abrir nuevos espacios para tocar, tanto públicos como privados, y mejorar los ya existentes.
“Faltan lugares para tocar”
Mariano Rochi es bajista y miembro fundador de Factor Fun, banda de música funk con más de 20 años de trayectoria: “La situación pospandemia, si es que se puede llamar así, está un poco mejor, pero más que nada porque durante las restricciones directamente no había actividad, ahora hay un avance en cuanto al movimiento, pero de todos modos está muy lejos de lo deseado, de lo ideal para un músico o directamente para un medio artístico en lo que respecta a cantidad de recitales”.
En este sentido, explicó que con Factor Fun vienen realizando una serie de shows y una actividad sostenida en presentaciones que convocan a un buen nivel de público. “Pero no me abstraigo de lo que pasa a nivel general, que es muy complicado. En el 99% de los casos las bandas tienen que generar de modo independiente sus propias actuaciones, hace muchísimo tiempo que es así”.
Consultado con respecto a los espacios para hacer presentaciones en la capital entrerriana, Rochi fue contundente: “No hay lugares para tocar, tendríamos que hablar de dos lugares, tres como muchísimo; pero sólo dos de esos tres lugares tienen una estructura técnica como para llevar adelante un recital. Fuera de eso, los lugares privados no están aptos técnicamente ni en su formato para llevar adelante una actuación digna, todo se libra a la autogestión de las bandas, a encontrar esos lugares y buscar la forma de llevar adelante sus shows. Pero siempre uno se encuentra con muchísimas complicaciones desde lo económico: es muy costoso pagar un operador de sonido, la logística; hacer difusión, organizar la venta de entradas. Sobran los dedos de la mano para contar los lugares que cuenten con la estructura necesaria y no dan abasto para cobijar a todas las bandas que hay en Paraná”.
En este sentido, añadió que desde las gestiones públicas “tampoco hay una política sostenida que tienda a resolver esta problemática”, y lamentó que los festivales organizados desde el Estado, “o bien traen números de afuera, o bien se contratan números locales de bandas tributo o de covers, y eso no es algo que favorezca al grueso de los artistas locales, esas deberían ser oportunidades para que las propuestas de acá sean vistas por un gran número de gente, más allá de los amigos y conocidos”
Finalmente, señaló: “Los centros culturales de Paraná están totalmente abandonados desde hace años, digamos el Centro Experimental Gloria Montoya o el centro cultural Juan L. Ortiz. Y son dos lugares públicos menos, que no pueden brindarle un espacio digno a las bandas de forma sostenida. Se me ocurre que habría que empezar por poner en condiciones esos lugares, abrir nuevos espacios públicos para que uno pueda expresarse libremente. Hoy tenemos al balneario municipal, un lugar óptimo y que convoca a mucha gente. Ahí se podría hacer actividades de forma sostenida. Y los privados también podrían buscar la forma de fomentar y dar facilidades para que esos lugares puedan ser puntos de difusión para las bandas, con cuestiones técnicas o flexibilización en los horarios”.
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Políticas culturales
Renzo Montaña, cantautor y multiinstrumentista paranaense con dos discos solistas en su haber, señaló que hoy hay “una quietud en la música”: “Me parece que las políticas culturales por parte del Estado desde hace por lo menos 20 años, cuando yo empecé a hacer música, siempre fueron bastante chatas y nunca había presupuesto para cultura. Creo que hoy se hace un poco más de cosas que antes, como talleres en los barrios, pero falta mucho”.
En coincidencia con Rochi, manifestó que en Paraná faltan lugares aptos para tocar: “Si bien hay bares en los que solemos presentarnos, y hay espacios estatales que ahora están cerrados, como La Vieja Usina, no sé qué pasa ahora que está cerrada desde hace varias semanas”. Por este motivo, explicó que no tiene muchas perspectivas de tocar en los próximos días, “excepto un recital tranqui en un bar chiquito que se llama Rinconcito Cubano, y estoy barajando ir a tocar a un festival en Villaguay. Así que por ahora me estoy abocando a estudiar música y componer”.
Con respecto a posibles formas de propiciar un mejor circuito musical en la ciudad, expresó: “A nivel local deberían hacer un relevamiento de músicos de la ciudad y charlar con nosotros, ver cuáles son las necesidades del sector. Muchas veces nos preguntamos y tratamos de pensar entre nosotros cómo generar más espacios y tener más posibilidades de tocar. Quizás armar un colectivo de músicos y generar alguna propuesta concreta. Pero si queremos tocar en una plaza, necesitamos que la Municipalidad nos deje tocar en una plaza sin tantas vueltas, no tener que estar llamando a Habilitaciones o hacer un trámite engorroso. Debería ser algo más expeditivo y que el Estado sí nos brinde el sonido, por ejemplo. Hace un tiempo, unos amigos hicieron un recital en un bar que está en calle Courreges y llegó la Policía a desalojar el lugar. Pareciera que para las cuestiones culturales te ponen 10 mil tipos de trámites y trabas. Hay mucha burocracia”.
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“Un todo indivisible”
Por su parte, la pianista y compositora Silvia Teijeira también se refirió a la actualidad musical en el contexto pospandemia: “Percibo dos momentos muy marcados, a partir de la apertura a la realización de recitales y eventos culturales con la presencia de público. Uno, hacia agosto y hasta fines de diciembre, en que volvimos tocar con público y al menos en lo personal tuve muchas presentaciones en diferentes propuestas y localidades. El otro, desde fines de diciembre, en que comenzó la ola de contagios con la nueva cepa.
Me parece que ante ello hay tres claras situaciones. La de los eventos con asistencia masiva, como son los festivales y propuestas que congregan multitudes, que se hacen y el público asiste. Otra la de propuestas que son con público que va de 20 a 200 personas que se realizan en espacios cerrados, donde en general se plantean con aforo limitado y hay un tercer grupo, de artistas y de público, que decidieron parar hasta que baje el índice de contagios”.
En este sentido, explicó que tuvo que suspender fechas que tenía programadas para estos días: “En mi caso, preparamos una propuesta mixta de momentos solistas y otros dúo, con una cantante que reside en otra provincia, lejana en distancia y como requeríamos viajar en ómnibus, con muchas horas de encierro, ante el rebrote ella tomó la decisión de no viajar y suspendimos las fechas. En cuanto a mi propuesta sola, estoy preparándome para grabar mi cuarto disco en mayo, así que necesito trabajar muchas horas diarias en ese repertorio y opté por no enfocarme en otros proyectos”.
En cuanto a los espacios para tocar, la pianista destacó que en Paraná y la provincia hay una enorme cantidad de artistas con mucha producción, “así que siempre son muy necesarias y bienvenidas más salas, espacios y programas que viabilicen las presentaciones, así como recursos y medios para difundirlas. Obviamente, Paraná tiene salas y espacios, tanto estatales como privados, con diferentes características en cuanto a capacidad de alojamiento de público, infraestructura, convocatoria y medios de difusión de las fechas y propuestas”.
Destacó además que, de a poco, “van surgiendo programas diferentes, tanto nacionales como provinciales, estatales o mixtos, que generan y facilitan el trabajo de los artistas.
“Eso es muy importante también, porque es un todo, a mi modo de ver, indivisible: propuestas generadas por los artistas, espacios adecuados para las presentaciones y desarrollo laboral, difusión adecuada para que la comunidad se entere de ello y así facilitar el acceso del público”.
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Mejorar los espacios
El multiinstrumentista, compositor y productor de música urbana Gastón Bertolini, más conocido como G-Fonk, señaló: “La situación para los músicos estuvo complicada y va remontando de a poco ahora. Personalmente, me enfoqué más en producir material ajeno para sobrevivir. De a poco retomo lo personal. El arte en Ánarap (por Paraná) siempre está en una meseta y las contrataciones buenas que llegan desde el Estado te las pagan en 40 años. Una lástima”.
En cuanto a las presentaciones que hará a la brevedad, manifestó: “Vienen bien, siempre independientemente, ya que no acostumbro a sonreír o hacer símbolos con los dedos para caer bien. Nos vemos el 29 en Gualeguay”.
Sobre los espacios para hacer recitales en Paraná, dijo que “los hay; a veces un poco acotados tecnológicamente hablando. Podrían mejorarse algunos centros culturales como el Gloria Montoya o el Juan L. Ortiz, que se caen a pedazos o les falta modificar las estructuras para sonar bien. En el caso del Gloria Montoya creo que debería contar con un sistema de sonido propio y la colocación de placas en el techo para mejorar la acústica general”.
Cupo femenino
La acordeonista, cantante, autora y compositora Marcia Müller comentó que se están reactivando las actuaciones, “sin embargo, hay muchas dificultades en cuanto a los protocolos porque la cantidad de gente que puede acudir a los eventos es menor. En muchas ocasiones se caen las presentaciones por alguna activación de protocolo Covid, y eso hace que los recitales que puedan surgir, que no son muchos ya que no todos los festivales se activaron, no sean estables”.
La artista, que viene de tocar en la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes y estará presente en el Festival de Federal, las dos grandes propuestas chamameceras del país, expresó que “en el verano, si no es por iniciativa de las instituciones gubernamentales, en Paraná casi no hay lugares para tocar. No hay peñas, no hay festivales independientes, todo lo que no pasa por una institución no se ha reactivado, porque la gente no puede tomar el riesgo de invertir para después no poder llevar a cabo el festival o la peña, o lo que sea”.
Por último, Müller destacó que, pese a que hay una ley de cupo femenino sancionada y promulgada con respecto a los festivales, hay muchos que no están cumpliendo con la ley. “Ahora el Inamu está pidiendo la presentación del formulario de antemano, para tener la certificación de que en esos festivales sí se cumple. Hemos visto las carteleras de muchos festivales donde está clara la carencia de ese 30% de cupo femenino en los escenarios de la Argentina. Incluso, algunos que no cumplen la ley de cupos publican la cartelera por partes como para no denotar a simple vista el incumplimiento”.
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