Que hay paro, que no hay paro. Que los colectivos salen, que no salen. Que ya cobraron los días descontados, pero no enero. En fin, otra vez la capital de Entre Ríos sufrió un tire y afloje que dejó sin transporte a miles de personas que habitualmente utilizan este servicio.
Siempre en el medio
Foto UNO Juan Ignacio Pereira.
Otra vez los usuarios fueron víctimas de un conflicto entre patrones y trabajadores,.
Ayer, luego de casi 72 horas, los colectivos comenzaron a salir a la tarde. “Se pagó lo que se adeudaba en concepto de los días descontados por el mes de julio y el sueldo de enero, por lo que ya se restableció el servicio”, sostuvo el secretario gremial de UTA, Sergio Groh. Claro que el problema puede continuar hoy, ya que el gremio a nivel nacional llamó a un paro, aunque la incertidumbre es grande ya que fue un sector disidente el que propuso la medida.
En Paraná el conflicto ya viene de larga data y está alcanzando niveles complejos cada vez que se desata un nuevo reclamo de los choferes.
La Secretaría de Trabajo el sábado había dictado la conciliación obligatoria, pero el gremio no la había acatado: “Como la empresa tiene una deuda con los trabajadores, en este caso no cabe la conciliación y la Secretaría de Trabajo lo sabe”, había manifestado Groh el sábado. Esta decisión tensó un poco más las negociaciones que se habían entablado, en donde por supuesto cada sector pretende tener la razón.
Una de las palabras más buscadas en medio del conflicto era la del intendente, Adán Bahl, cuya postura fue clara y dejó la situación supeditada a dos frentes. “El conflicto del trasporte urbano de pasajeros de Paraná involucra exclusivamente a la empresa y sus trabajadores”, afirmó en un comunicado, en el cual también se aclaró: “La Municipalidad de Paraná informa a los vecinos que no tiene ninguna deuda pendiente con la concesionaria del servicio. A los pocos días de asumir nos pusimos al día con todos los compromisos generados durante la gestión anterior y no adeudamos ni un solo peso a la empresa concesionaria del transporte urbano”.
Quedó claro que de alguna forma Bahl no quiso meterse demasiado en la discusión, dando por entendido cuál era el papel que debía tener la Municipalidad.
En definitiva, los trabajadores siguen reclamando por los pagos adeudados por parte de Buses Paraná, y la gente... Y con la gente sucede lo de siempre en estos casos. Está en el medio, preparándose para caminar algunas cuadras o juntando las monedas para gastarlas en un remís. Es que desde que tengo memoria, cada vez que hay problemas con el transporte los ciudadanos pagan los platos rotos. Más allá de las declaraciones de los diferentes funcionarios involucrados, nadie puede darle una respuesta firme a los usuarios, que solamente atinan a agachar la cabeza y buscar una solución individual para resolver el dilema.
Esto debería ser al revés, al menos así lo imagino. La respuesta debe venir desde los que tiene la posibilidad de terminar con el paro y debe ser inmediata. Sin importar los intereses que hay en juego y del tire y afloje del cual hablé al principio, primero hay que resolver el problema y después seguir negociando. ¿Es muy ingenuo pensar de esa forma? Parece que en nuestro país es imposible llevar adelante esta propuesta, porque todos tienen algo en juego, más allá de la razón que tengan o no.
Es sencillo. “El municipio, como ente concedente del servicio, intimará a la empresa a cumplir con el servicio público con el que está comprometido”, había dijo Bahl. Y quizás esas son las palabras que necesitan escuchar los paranaenses, acordes con lo que puede ser poner a raya al empresariado y dejar en claro que se está atentando contra los intereses de los ciudadanos.
En fin, se pueden hacer muchas conjeturas al respecto, pero como dije anteriormente al laburante lo dejaron a pata una vez más, ya que a fin del año pasado se vivió una situación similar. Y estoy seguro de que el trabajador debe estar cansado ya de estar en el medio de cuanto conflicto ande dando vueltas en nuestra ciudad. Alguna vez le gustaría estar en una situación más cómoda, como la viven los encargados de darle una solución a sus problemas.