Arrogante, fascista, oportunista, miserable. Estas son las primeras cualidades que tengo para describir a uno de los personajes más nefastos que aparecieron en escena en los últimos años: Javier Milei. El verborrágico economista se insertó mediáticamente cuando iniciaba la gestión que encabezó Mauricio Macri en el periodo 2015-2019. Hábil y astuto, direccionó sus críticas a los funcionarios del Gabinete de Cambiemos (hoy, Juntos por el Cambio) una vez que la economía ingresó en rescisión, situación que perdura en el tiempo y se agravó por el escenario de pandemia. De entrada marcó sus claras diferencias ideológicas con el peronismo y con los sectores de centro izquierda o izquierda.
Javier Milei, no lo subestimemos
Por Matías Larraule
“No soy ni de derecha ni de izquierda. Soy libertario”, se autodefinió en una entrevista realizada en marzo de 2016 por La Nación +. “De derecha es alguien que no le molesta con quién comercializás, pero le molesta con quién te metés en la cama. Al de izquierda no le molesta con quién te metés en la cama, pero le molesta con quién comercializás. El libertario cree en el respeto de vida del prójimo. Es lo suficientemente grande para comercializar con quien quiera con y se acuesta con quien o quienes quiera”, argumentó.
De entrada se colgó el cartel de anarcocapitalista a largo plazo y minarquista a corto plazo. “Minarquista es que el estado solo se ocupe de seguridad. Anarcocapitalista es eliminar el estado cuando la tecnología lo permita”, diferenció.
Con un tono eufórico planteó una batalla cultural, ubicándose en la vereda de enfrente de la clase política. Capitalizó el desgaste emocional que generó en la sociedad una cuarentena que se extendió en el tiempo. Participó de las marchas anticuarentena aseverando que la pandemia no existía. “Lo que está generando el desastre es la cuarentena cavernícola del gobierno”.
Su crecimiento popular lo llevó a ingresar en el mundo que detesta, o que en realidad hace creer que no cree. Encabezó la lista de precandidatos a diputados nacionales por el frente “Avanza Libertad” en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Merodeó por todos los canales de televisión donde catalogó de lacras a los funcionarios y a todas las políticas que marcan a un estado presente. En sus actos de campaña prometió prender fuego el Banco Central de la República Argentina. Caminó las calles de la capital del país, donde convenció con su mensaje a un importante porcentaje de la clase obrera.
Las redes sociales son unas de las principales herramientas que impulsaron su crecimiento. Desde ahí sedujo a los centennials. El fanfarrón transformó en su referente de esa generación.
Avanza Libertad se transformó en la tercer fuerza en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con 16.65% de los votos el economista que recibió la bendición de Domingo Felipe Cavallo saca boletos a la Cámara baja. Una amenaza para una sociedad cansada, decepcionada y manipulada. Javier Milei es un personaje que no hay que subestimar. Su estadía en la política recién inicia. Deseo que se esfume rápidamente.