Marcos Martínez colgó los guantes hace siete años en una despedida que no fue feliz para él y su entorno. Se fue dolido por los comentarios de la gente y de la prensa en general luego de su última pelea en Montevideo ante el dominicano Braulio Rodríguez en lo que fue un combate por el título interino Latino superpluma del Consejo Mundial de Boxeo. En ese momento se habló que Maquinita se tiró en el segundo asalto y muchas otras cosas que molestaron el púgil de Paraná. Por eso tomó la determinación de abandonar.
Marcos Martínez volvió al ring luego de 7 años
Por Andrés Martino
Marcos Martínez volvió al ring luego de 7 años
Marcos Martínez volvió al ring luego de 7 años
Marcos Martínez volvió al ring luego de 7 años
Pero hoy, con 30 años, ya más grande y padre de familia, dejó el pasado atrás y regresó al cuadrilátero de Peñarol donde cantó victoria por puntos en fallo unánime ante Roberto Rojas.
— Pasaron siete años de tu retiro.
— Sí fue en Montevideo y ante Braulio Rodríguez. Te acordás que se habló que supuestamente me tiré y que había vendido la pelea y todo eso.
— Esa fue la última.
— Si, esa fue la última y dije no porque me dolió la forma. La gente que me vio crecer como boxeador sabe como soy yo que me entrego ciento por ciento en las peleas. Yo estaba enojado con el boxeo en general y eso que el boxeo fue lo que más me dio.
— ¿Y que pasó?
— Tengo tres hijas y una de ella va encaminándose en el boxeo y de hecho ya hizo una exhibición. Ella, Kiara, me dijo que me quería ver boxear. Y Nahiara también aunque ella no boxea me quería ver también. La otra me sigue los pasos. A todo esto yo ni siquiera tocaba el gimnasio. Era una garrafita y pesaba 90 kilos. Ahí fue que le pregunté a mi papá (Justo Nocaut) si estaba a tiempo porque la carrera del boxeador es corta y me dijo que sí, que estaba a tiempo, que tenía las condiciones y que si me ponía podía llegar. Así que nos pusimos en contacto con René Barreto, mi primo y preparador físico y le pregunté si quería agarrar este compromiso ya que el es profe de alto rendimiento, pero no de un deportista profesional. Me dijo que si y bajamos 30 kilos en tres meses. También fuimos a una nutricionista, todo completo. Arrancamos a entrenar y la verdad que me costó horrores. Hicimos entrenamientos en doble turno, con buena alimentación e hidratación logré llegar a la categoría. La gente, creo que se sorprendió por el nivel de pelea. Mi rival hacía mucho que no peleaba, pero jamás dejó de entrenar. Se llama Roberto Rojas.
— ¿Qué tal la palea?
— Fue durísima a seis round. Entramos a la pelea y la inactividad me llevó a cometer en primer error que fue prenderme de entrada, el me encontró con una mano justo largando el aire en la boca del estómago y me tuve que arrodillar para recibir la cuenta. Fui al piso por el dolor. Iban cuatro y yo decía no me puede ganar así. Y ahí me levanté, sobreviví ese momento y terminé pegando. Luego me fui adaptando a la pelea. Fue un peleón ya que el es muy aguerrido. Yo conecté bien las mano y creo que le gané bien. Más allá de todo fue una linda pelea, exigida y duré los seis round y a buen ritmo.
— ¿Hubo ansiedad en esta vuelta?
— No tuve nervios, pero si mucha ansiedad cuando estuve en el pesaje y recordé mis momentos como amateur. Toda mi carrera casi la hice en Peñarol, pero a la hora de la pelea estaba súper tranquilo. La inactividad me llevó a cometer ese error de entrada, pero después lo tuve sentido varias veces en la zona hepática, pero no pude terminarla. Era sabido igual, pero ahora ya estamos entrenando para la próxima.