Un descenso más fuerte y significativo que el producido en la natalidad se registró en el caso de los embarazos adolescentes, ya que esa tendencia regresiva en los últimos años se consolidó en 2020. A nivel nacional y provincial los panoramas son coincidentes. Mientras los nacimientos en general muestran una retracción del orden del 40%, en el caso de los nacimientos gestados por madres menores a 20 años, la reducción se acentúa aún más.
Madres niñas: en una década, los nacimientos bajaron de 11 a 5 por día en la provincia
Conforme los datos que se desprenden de la última serie de la Estadísticas Vitales del 2020 difundidas en semanas atrás por el Ministerio de Salud de la Nación, en la provincia de Entre Ríos los nacimientos cayeron de 23.257 en 2010, a 17.017 en 2020. En tanto que los gestados por madres niñas, pasaron de 4.169 a 1.936 en una década.
En otros términos, a lo largo de 10 años se pasó de 11 a 5 nacimientos por día.
La mayoría de los casos de embarazos adolescentes no son intencionales, por lo que la situación ha sido desde siempre una problemática de salud pública, y también con impacto en la realidad social y educativa.
Más preocupante resulta aún cuando se observa que resulta con mayor incidencia en los sectores más vulnerables.
En el último año con datos finales de la cartera sanitaria provincial, la cantidad de nacimientos de madres menores de 20 años fue de 1.936 sobre el total de la natalidad: 1.886 correspondieron a la franja etaria entre los 15 y 19 años, y 50 a menores de 15 años.
En 2019, las cifras habían sido un poco más alta: hubo 2.401 embarazos en adolescentes de entre 15 y 19 años y 90 fueron en menores de 15 años.
Más atrás, por ejemplo en 2015 se habían registrado un total de 23.572 nacimientos en Entre Ríos: 128 bebés de niñas menores de 15 años, y 3.941 de adolescentes entre 15 y 19 años; un año antes, en 2014, fueron 140 y 4.015 respectivamente.
Así, los bebés nacidos de madres adolescentes representaban el 19,4% del total de nacimientos en un año en la provincia en el año 2010. En aquel momento, con 22.357 nacimientos en total, 4.041 eran madres de entre 15 y 19 años, y 18 menores de 15 años.
La tasa de bebes de madres adolescentes, sobre el total, pasó 19,4%en 2010, a 11,38% en el año 2020, el último con los datos oficiales relevados y difundidos.
Como se puede observar a lo largo de la serie de estos años (ver recuadro Estadísticas) cada año que pasó ha coincidido con una disminución lenta y progresiva de la tasa de natalidad adolescente.
Ello, por un lado, destierra mitos como los popularizados en coincidencia con la implementación de la política social de la Asignación Universal por Hijo (AUH), en el año 2014.
Mientras desde sectores políticos opositores al gobierno que impulsó ese medida sostenían que la asignación era un motivo “para que las chicas se embaracen” como planteo estigmatizante, el paso del tiempo mostró lo contrario, y de ese modo reflejó que problemáticas tan profundas, con aspectos transfondos culturales, sociales e intrafamiliares, no merecen reflexionarse con simples apreciaciones o especulaciones.
Así, la reducción del embarazo adolescente –teniendo en cuenta que la mayoría son no intencionales– es importante para avanzar en una reducción de la pobreza estructural o de las desigualdades sociales. Es que habitualmente sucede que esas madres niñas ven reducidas sus posibilidades de mejorar trayectorias educativas y laborales.
Ahora bien, acerca de las causas de tal fenómeno de caída tanto en tendencia como en el último registro anual, en este caso no resultan coincidentes con la disminución de la natalidad en general, vinculados en ese caso a preferencias de la población. Más bien, en el caso de la reducción del embarazo adolescente confluyen diversos motivos.
Entre ellos se pueden mencionar la provisión y ampliación de variados métodos anticonceptivos y un mejor acceso a servicios de salud. También algún avance información sobre educación sexual integral, más allá que estos programas con más de una década de vigencia ha tenido una dispar y poco uniforme aplicación.
De todos modos, habrá que hacer un paréntesis respecto a lo sucedido durante el período de pandemia.
El impacto de la cuarentena y los aislamientos podrá verse con la estadística de 2021, ya que prácticamente todos los nacimientos de 2020 corresponden en su gestación al período pre-pandémico.
Si bien la natalidad siguió en decrecimiento en 2021 tal como informó UNO –según datos oficiales del Registro Civil–, se aguarda ver qué pudo haber ocurridos con la maternidad en menores de 19 años, como consecuencia de las situaciones intrafamiliares que suelen rodear a esta problemática, y al mismo tiempo porque el aislamiento y la restricción para visitar centros asistenciales impidió por ejemplo, el acceso a métodos anticonceptivos.