El psiquiatra Enrique Stola, quien asistió al menor víctima del Padre Grassi en el caso de pedofilia por el que está condenado el cura, dijo que "lo sucedido en el convento de Carmelitas Descalzas de Nogoyá es violencia de género, machista e institucional".
"Lo sucedido en el convento es violencia de género, machista e institucional"
"Estas mujeres luchan para ser aceptadas pero por otro lado reciben castigos y se les incentiva a tener miedo, tratan de cumplir reglas y no romperlas porque significa quedar afuera de la gracia de Dios, pero es tal el maltrato físico y psíquico que muchas se quieren ir y se utiliza la culpa, coerción y sometimiento para que no puedan salir", dijo el médico psiquiatra, especializado en psicología clínica.
Stola fue el terapeuta de "Gabriel", joven que apareció en Telenoche Investiga en 2002 denunciando al cura Julio César Grassi por abuso sexual a menores, y participó como perito en diferentes casos de abusos.
En declaraciones al programa radial "A Quien Corresponda", el cual se emite por Radio de la Plaza, el psiquiatra afirmó que las mujeres que ingresan "entran a los conventos teniendo 18 años, pero el cerebro humano termina de madurar a los 26 o 27 años y algunos a los 30, con lo cual a los 18 es un cerebro inmaduro y adolescente".
"Ellas entran con votos de pobreza y obediencia, los cuales violarlos significa necesariamente un castigo. Con ello no hay libertad y es mentira que eligen libremente golpearse los viernes, un ratito, para mortificar la carne dentro de una institución que tiene esas reglas y además se presenta como la autoridad moral y espiritual de la psicología de cada integrante", consideró.
"Sufren depresión -continuó-, estrés post traumático, angustia permanente, ansiedad y cuando salen tienen que hacer un proceso de aprender de nuevo a relacionarse, a estar en un grupo, a tocar temas cotidianos, de la vida, y de los problemas, cosa que es muy difícil y les lleva muchísimo tiempo hacerlo".
Por eso "considero que lo sucedido en Nogoyá es violencia de género, es violencia machista y es violencia institucional hacia las mujeres", ya que la Iglesia católica "es manejada por hombres, el Papa es el representante de Dios en la Tierra, y son los Papas los que han reglamentado cómo tienen que vivir", manifestó.
En ese sentido, recomendó no ingresar "en órdenes que coarten la libertad. Nunca hay que hacer votos de obediencia. Cada uno debe ejercer su libertad y hacer lo que crea conveniente para su vida" y aseguró que el apoyo terapéutico "facilitará rápidamente elaborar situaciones de culpa, darse cuenta de qué cosas son responsables y de qué no, y el participar de grupos permitirá su resocialización".
Fuente: Télam