El panorama es desolador en Valencia, España, donde se vive la peor catástrofe meteorológica del siglo, provocada por un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), que se produce en general en la zona mediterránea, llamado antiguamente la “gota fría”. El martes 29 de octubre en algunos sectores de esta zona llovió cerca de 2.300 metros cúbicos por segundo. Según informaron medios europeos, la crecida repentina provocada por las precipitaciones torrenciales se convirtió en una trampa para miles de personas que regresaban a sus casas o salían de trabajar en los municipios de Catarroja, Paiporta, Sedaví o Torrent.
Tras el desastre en Valencia, paranaense en Barcelona afirmó que están en alerta
Florencia Virjan se mudó a Europa hace siete años. En el lugar donde vive están alarmados por el fenómeno conocido como DANA, que causó estragos en Valencia
Por Vanesa Erbes
Pasó una semana y las consecuencias siguen siendo dramáticas: la cifra oficial confirmada hasta ahora es de 213 fallecidos, pero podría incrementarse atento a la gran cantidad de personas desaparecidas. La destrucción de viviendas e infraestructuras es arrasadora, con autos que fueron arrastrados por la corriente apilados en las calles, repletas de barro, de desechos, de escombros y cadáveres de animales. Hoy los lugares afectados pueden ser un foco de transmisión de enfermedades, por lo que crece la preocupación.
Ahora las alarmas están puestas en la región de Cataluña. En los últimas días se replicó un aviso en la zona de Barcelona, que enfrenta una situación de alerta máxima debido a las intensas lluvias provocadas por el paso de otra DANA, que ya causó inundaciones en el aeropuerto El- Prat, que debió ser cerrado temporalmente, igual que las autopistas, y causó cortes de energía en varias zonas.
Testimonio de una paranaense en Barcelona
Florencia Virjan nació y creció en Paraná, pero se mudó hace siete años a Europa y dialogó con UNO sobre lo que están atravesando en aquella zona. Ella hoy vive en Castelldefels, un municipio de la provincia de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña, y detalló que están pendientes constantemente de lo que pueda pasar. La joven aclaró que se encuentra bien, junto a sus allegados, aunque atentos a las alertas que les van llegando. En este marco, explicó: “Se trata de un fenómeno meteorológico ´pasajero´, por así decirlo, porque se caracteriza por lluvias intensas en muy poco tiempo y cuando pasa enseguida sale el sol. Básicamente eso fue lo que sucedió el día lunes acá en Barcelona. El Servicio Meteorológico de Cataluña venía avisando de que se acercaba una DANA, que es el fenómeno al que también llaman la ´gota fría´. En mi caso, vivo en una zona de playa que se llama Castelldefels donde el domingo por la tarde ya nos llegó una alerta en el celular, que envían los organismos oficiales, y que hace que suene como una alarma en el teléfono, avisando con un mensaje en catalán y en español que tengamos precaución, que evitemos los desplazamientos, las zonas donde hay ríos y puentes”.
Asimismo, precisó: “Esto va por antena, por repetidor, es decir, según la zona donde estás, se lanza el aviso y suenan todos los teléfonos, independientemente de que alguien lo tenga con sonido o en silencio. La alerta suena igual y es como una alarma de emergencia, junto con ese mensaje con las recomendaciones muy breves, y a qué zona está dirigido, por qué se prevén lluvias, y demás. Eso fue alrededor de las 17, pero finalmente no llovió nada”.
Acto seguido contó que luego se esperaban lluvias por la noche en su vecindario, pero tampoco pasó nada. “A la mañana siguiente me despierto muy temprano para ir a trabajar, eso de las 6 de la mañana y tampoco llovía, pero cerca de las 6.30 comenzó a caer agua y la alerta volvió a sonar antes de las 9 de la mañana. En ese momento iba en el bus hacia el trabajo y la lluvia era muy intensa”.
Alerta constante
Cuando comenzó su jornada laboral, en medio de una reunión con sus compañeros, volvió a sonar la alarma en todos los teléfonos, sumando tensión al momento. “Éramos muchas personas en una misma planta de una oficina, y a todos nos sonaba el teléfono porque la alerta de esa tormenta pasó a la zona donde yo trabajo, que es un hospital. En ese momento decidieron desde la oficina que como llovía mucho no podíamos salir a la calle en estas condiciones. En general se recomienda quedarse en lugares cerrados y en altura, porque no se sabe cuándo parará. O sea, estaba anunciado que iba a llover durante tres horas, y si en la zona de mi casa en menos de 90 minutos cayeron 126 centímetros cúbicos de agua, entonces en esas tres horas que se anunciaba la alerta en el móvil podía llegar a ser una cantidad de agua inimaginable”, señaló.
Fue al mediodía que las precipitaciones cesaron y salió el sol. En ese entonces se invitó a la gente que permanecía en sus trabajos a que se retirara a su hogar, porque estaba anunciado nuevamente lluvia y se esperaba que llegara con la misma intensidad con la que había llovido durante la mañana. Fue una tormenta eléctrica y mucha lluvia, pero después durante todo el día y la noche no volvió a llover, generando ya algo de alivio en la población.
Fenómeno extremo
En este contexto, Florencia reflexionó: “Es verdad que la ciudad no está preparada para que caiga tanta agua en tan poco tiempo. El servicio de transporte había colapsado, las carreteras también estaban colapsadas y cortadas, dependiendo en qué zona están, porque si es cerca de la montaña hay peligro de desprendimientos. El sector del centro de la ciudad tenía al menos de un metro de agua, había muchos túneles que estaban inundados, había muchas calles en las que se tuvo que interrumpir la circulación. Hasta que el Servicio de Emergencia se encargó de restablecer las carreteras y las calles, llevó bastante tiempo”.
Otra de las consecuencias en algunos lugares de Barcelona fue que se resintieron los servicio. Al respecto, Florencia comentó: “Mi pareja, que trabaja actualmente desde casa, se quedó sin luz, porque de manera preventiva lo que hacen es cortar la electricidad. Entonces durante toda la mañana, hasta que no dejó de llover, no teníamos luz en nuestra vivienda. Yo como estaba en la oficina mucho no me pude enterar, porque la verdad es que no pasó nada dentro del edificio. Pero vivimos estos días en un estado de alerta, teniendo en cuenta todo lo que pasó en Valencia”. “Entiendo que en Barcelona los servicios de emergencia han sido muy precavidos y preventivos en este sentido, porque nadie quiere vivir una situación similar o de ningún tipo como se vivió en esa zona porque no se tomaron los recaudos suficientes”, opinó.
Un drama que no cesa en Valencia
Transcurrió una semana tras el paso de la DANA en Valencia y la situación sigue siendo desesperante. Hay escombros por todas partes y agua estancada. “Algunos temen mirar entre los escombros o mover los coches arrastrados por el temporal, pues entre ellos podrían aparecer nuevos cadáveres que aumenten la cifra actual de 213 muertos”, refieren los reportes del lugar.
David Casasús es periodista español, quien está en la zona de las inundaciones, y en diálogo con La Radio de UNO por 88.7 La Red Paraná contó que “la situación es insostenible, ya que hay muchos muertos, y otros que todavía no han encontrado”. Asimismo, aseguró: “La gente convive con el barro, con coches arrastrados por el agua, pero lo más grave es que hay vecinos que están conviviendo con cadáveres, porque los servicios de emergencia todavía no han llegado. No parece ser un país de la Unión Europea, yo no había visto esto en la vida, y que las ayudas sobre todo estén llegando tan tarde, que es de lo que se quejan sobre todo los vecinos de Paiporta, de Aldaya, de las zonas más afectadas, porque parece que esa ayuda nunca llega”.
Consultado acerca de si se podría haber prevenido esta catástrofe, señaló: “En lo material creo que no. Porque por ejemplo en Chiva cayeron 500 litros por metro cuadrado en sólo cuatro horas, que es lo que llueve en esa población durante todo un año; entonces, eso predecible no era. Sí es cierto que víctimas mortales sí que se podrían haber evitado, sobre todo en la zona de Paiporta, donde ya llevan encontrados 75 cadáveres. Es un pueblo que está casi a 15 minutos de Valencia en coche, y ellos recibieron la alarma, un SMS que llega a tu móvil cuando va a pasar algo, pero llegó a las 8.11 minutos, cuando el agua ya les llegaba a esos vecinos al primer piso. Entonces ese aviso sí llegó tarde”.
En el caso de David, estaba en Chiribella, un pueblo que está pegado a Aldaya, y a unos cinco kilómetros de Paiporta. “La población está pegada al nuevo cauce del río Turia. Yo había ido a ver a mis padres, estábamos viendo en la televisión lo que estaba ocurriendo en las zonas de Utiel, de Requena, que están a unos 70 kilómetros de donde nosotros estamos, y lo que estaba pasando en Albacete, y no le dábamos crédito porque nunca habíamos visto llover así en esas poblaciones. De repente empezó a salir en la tele Paiporta, Aldaya, que son las poblaciones cercanas adonde nosotros estamos, y no lo podíamos creer porque a las 6 de la tarde dejó de llover, pero a las 8 de la noche esas poblaciones estaban completamente inundadas, el agua les llegaba al cuello; y sobre las 21 o 21.30 llegó a lo de mis padres, que viven en una casa de tres alturas. Empezó a llegar la policía municipal y Protección Civil a las casas de al lado, que son casas bajas, a decirles que por favor abandonaran el lugar”, contó por último, visiblemente conmovido por esta catástrofe que sigue teniendo en vilo a su país.