El transporte escolar afronta un severo período de crisis como consecuencia de los altos costos operativos, en el marco de un proceso de deterioro de la realidad económica nacional que se viene arrastrando desde hace varios años. La crisis del Covid-19 no fue ajena a ese impacto significativo, pero tampoco es la causa única o preponderante. Por ello en la capital provincial han ido desapareciendo algunos prestatarios, pese a que la demanda de viajes y traslados para los chicos hacia las escuelas se mantiene sostenida. “Estamos peor que en la pandemia”, planteó a UNO la presidenta de la Asociación de Transportistas Escolares, Silvia Salas.
Pese a que hay demanda, cae la cifra de transportistas escolares en Paraná
Según consideró, el impacto de la crisis generada por la epidemia, y la crisis económica que arrastra el país, provocó que “paulatinamente vayan dejando la actividad” algunos transportistas.
Este año, dijo, son alrededor de 10 menos los que circulan por las calles, en estos días trabajando para el traslado a las colonias, y desde el lunes 27 en recorridos hacia los establecimientos escolares.
“Del momento de la pandemia se salió, pero la gente quedó con muchas deudas y no se ha podido recuperar, o cambió de actividad. Hay quienes decidieron apostar por otros emprendimientos”, explicó Salas. Como contrapartida no hubo ingresos de nuevos actores interesados, ya que la inversión que se requiere es millonaria.
“Hoy somos alrededor de 59 o 60 licenciatarios en Paraná, algunos con una camioneta, otros con dos. En cantidad de vehículos prestando el servicio, son unos 72”, planteó, ya que la matrícula habilitante se otorga por persona.
En niveles históricos, el sector supo tener unos 110 transportes en circulación.
“La caída viene desde 2015. Vemos que ha sido paulatina la caída, porque la actividad siempre va atada al salario del empleado público, con quien consensuamos tarifas para que se puedan pagar. Siempre vamos acompañando esa fórmula”, consideró.
Y desde ese año los costos operativos se han disparado significativamente
“Este año la asociación hizo un estudio de costos; por ejemplo, una cubierta cuesta hasta 180.000 pesos, y no se puede salir a trabajar sin los neumáticos en condiciones. Otro caso: un colega que tiene una camioneta Mercedes Benz para trasladar 19 pasajeros está gastando entre 2,3 millones y 3 millones de pesos para arreglar el motor. Esa inversión o nivel de gastos hoy no se puede recuperar”, precisó, acerca de la inviabilidad de afrontar el transporte escolar en todo el país.
Por ello está pendiente de solución alguna prórroga o permiso acerca de la renovación de las unidades. “Aquel que tiene un vehículo de 2007 o 2008 ya tendría que haber renovado, y no lo pudo hacer ya que tenemos una antigüedad hasta 15 años, según la Ordenanza N° 7.782. Por la pandemia pedimos una prórroga de dos años”, algo que no ha tenido respuestas por parte de las autoridades municipales.
“Lo hablamos con el concejal (Sergio) Elizar, con la viceintendenta Andrea Zoff, para modificar la ordenanza y ponernos en línea con normas vigentes en otras localidades. Pero no ha prosperado”, contó Salas.
También el Ejecutivo municipal, a través del secretario de Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano, Juan Manuel Tamareu, tuvo conocimiento de la preocupación y dificultad que atraviesa el sector en relación a este tema.
Panorama
Actualmente un vehículo para prestar este tipo de servicios, tiene un valor de aproximadamente 12 y 15 millones de pesos. Es inaccesible, tanto para quienes hoy ya prestan servicios como para los interesados.
“Así la actividad va a tender a desaparecer, si no hay un cambio como por ejemplo el otorgamiento o facilidades de acceder a créditos a 84 cuotas. Hoy no hay planes, como siempre los hubo, para renovar unidades. Habitualmente uno contaba con el vehículo antiguo con valor residual, y licitaba la nueva unidad. Hoy no hay planes y es imposible ahorrar”, sostuvo.
Por ello es que la realidad muestra que hay una demanda sostenida, más aún ante la salida de una decena de transportistas en el inicio de este año.
“Hay más demanda porque hay gente que avisó que no va a seguir. Nosotros, los transportistas, nos manejamos por zonas y por ejemplo hay demanda de familias de la zona sur, pero nadie está en condiciones de hacer inversión para ser operador del servicio”, insistió.
Precisamente, remarcó que los transportistas vienen trabajando con muy buen ritmo o movimiento durante el año pasado y en el verano. El tema, precisamente, son los altos costos operativos.
Tarifas
En cuanto a los costos del traslado escolar en el inicio del ciclo lectivo 2023 se resolvió el viernes una recomposición de entre el 40% y el 60% respecto de los valores vigentes en 2022.
De todos modos se trata de una estimación, ya que depende de las distancias que se deben recorrer. Por caso, no resultan los mismos costos para traslados desde Colonia Avellaneda o San Benito hacia Paraná, ya que hay casos de familias que se instalaron en esas localidades pero sus hijos continúan en las escuelas de la ciudad. Y porque, además, cada transportista fija su valor, por lo que la asociación de transportistas solo se pronuncia para establecer un valor mínimo.
El costo del transporte escolar quedó en 19.000 o 20.000 pesos, y también se decidió en la reunión, un ajuste del transporte cada dos o tres meses, según sea el incremento de la inflación mensual.
Obleas
Desde el lunes y hasta el miércoles, de 8 a 12, la Municipalidad procederá a la colocación de obleas actualizadas 2023, que certifican el permiso habilitante. Será en calle Estrada y Laurencena, zona del Museo Puerto de la Memoria, del Parque Urquiza.