“Pedaleando con alegría” es la propuesta que la parroquia Santo Domingo Savio organizó para este sábado, destinada a las familias. Será a partir de las 16 y partirán desde la iglesia situada en Miguel David 151, en Paraná, para llegar al Campito de San Nicolás, situado a unas 15 cuadras.
La parroquia Santo Domingo Savio invita a las familias a una bicicleteada el sábado
“Pedaleando con alegría” es la propuesta que impulsa parroquia Santo Domingo Savio. Luego del recorrido, habrá juegos, sorteos y clase de zumba
Al llegar, los presentes podrán disfrutar de una tarde amena de juegos, clases de zumba, sorteos. También habrá servicio de cantina.
El padre Walter Minigutti, párroco de Santo Domingo Savio, contó a UNO: “Es una bicicleteada que organizamos con la parroquia cada año, en el marco de la Fiesta Patronal de un santo niño, un santo joven, como era Santo Domingo Savio. Se trata de una actividad muy linda para todos los niños y sus familias”.
Asimismo, explicó que la Fiesta Patronal es el mes que viene: “El 6 de mayo es el día de Santo Domingo Savio, así que nosotros nueve días antes empezamos la novena, y organizamos esta pedaleada, saliendo de la parroquia Santo Domingo Savio, en calle Miguel David con todos los niños. Pueden ir en bicicleta, en patín, pata pata, triciclo, monopatín, junto con todos los papás que van caminando, acompañando a sus hijos”, precisó.
También aclaró que no se trata de una carrera, sino que es una actividad para compartir. “Todos juntos vamos hacia el Campito de San Nicolás, donde en ese lugar tenemos un predio de una hectárea en el que funcionan la escuela Primaria y el Jardincito San Nicolás. Son más o menos unas 15 cuadras. Vamos también acompañados por personal de tránsito de la Municipalidad y de la Policía de Entre Ríos”, dijo con respecto al apoyo en materia de seguridad con que contarán.
Quien no tenga bicicleta, triciclo u otro elemento para completar el recorrido, podrá ir a pie. Al respecto, el padre Minigutti señaló: “Es una actividad que también podemos hacerla caminando, porque vamos con animación. Es muy emocionante ver los chicos con esa alegría, cómo se van acompañando, cómo van los hermanitos en los pata-pata y los triciclos. Muchos chicos también la hacen en patín, así que realmente es muy colorido. Es una actividad que reúne más de 100 chicos, así que estamos muy felices y queremos sobre todo invitar a los chicos del barrio y también del resto de la ciudad, no solamente de la catequesis o del barrio la escuela, sino a todos los que se quieran sumar”.
Sobre esta iniciativa, que ya se viene realizando desde hace varios años, sostuvo: “Vamos acompañando simplemente la manifestación de fe de los chicos, porque ellos con mucho entusiasmo van tocando bocina, aplaudiendo, cantando. Y no se termina cuando uno llega al predio, porque ahí todos los jóvenes de la parroquia, los catequistas y también los docentes, preparan juegos para ellos y después tenemos una actividad de baile de zumba, sorteo, servicio de cantina; es decir, es una propuesta para pasar la tarde juntos en este sábado”.
Si llueve, se pasará para otro día, en fecha a confirmar.
Espacio para compartir
Esta invitación a compartir una tarde en familia contribuye a que mucha gente pueda acercarse a la iglesia, que suele ser un lugar de contención en tiempos de gran complejidad, como el que atraviesan hoy muchos hogares debido a la situación económica y social del país. Sobre este punto, Minigutti reflexionó: “En los momentos difíciles generalmente la gente se acerca mucho a la Iglesia a rezar, porque no pierden nunca la confianza en Dios, Por eso siempre en las instancias complicadas digo que son los momentos de los héroes, a veces anónimos, que siguen esperando, que siguen construyendo, que no bajan los brazos; y son situaciones en que se suele despertar en todos nosotros la solidaridad”.
“Buscamos que las actividades que organizamos, como es esta bicicleteada, sean para participar en familia, para que la gente pueda un poquito también despejarse, tener un día al aire libre y sobre todo compartir y sacarlos de alguna forma de sus problemas, de su monotonía, para rezar juntos, jugar, divertirnos y principalmente pasar una tarde en familia junto a Dios”, añadió el sacerdote, y concluyó: “A la parroquia la abro desde las ocho de la mañana hasta las 21 y siempre hay gente rezando, es el lugarcito que muchos encontramos para tener paz, para renovar las fuerzas y sobre todo para no perder la esperanza”.