El consumo de cerveza sin alcohol dejó de ser una rareza para transformarse en una tendencia en expansión dentro del mercado de bebidas en la Argentina. Impulsada por cambios culturales, mayor conciencia sobre la salud, controles de tránsito más estrictos y una oferta cada vez más amplia, la categoría muestra un crecimiento sostenido que también se replica en Entre Ríos, donde distribuidores, supermercadistas y almaceneros coinciden en que la demanda va en aumento, aunque todavía se trate de un mercado incipiente.
El consumo de cerveza sin alcohol se quintuplicó en sólo tres años
Si bien la cerveza sin alcohol aun conforma el 1,3% del volumen del mercado, tiene cada vez más adeptos, y la demanda creció un 60% anual
Por Vanesa Erbes
El mercado ofrece cada vez más marcas decerveza sin alcohol.
A nivel nacional, datos del sector cervecero indican que si bien representa alrededor del 1,3% del mercado total, la cerveza sin alcohol crece a un ritmo cercano al 60% anual y en tres años ya se quintuplicó su consumo, con perspectivas de mayor expansión si se la compara con países donde la categoría alcanza participaciones mucho mayores. Este fenómeno se inscribe en una tendencia global vinculada al consumo moderado, el bienestar y la posibilidad de mantener el ritual social del brindis sin ingerir alcohol.
En Entre Ríos, uno de los factores que aparece con fuerza en el testimonio de los comerciantes es el impacto de los controles viales y el endurecimiento de las sanciones. Claudio Matiacci, responsable de una distribuidora ubicada sobre calle Maciá, en Paraná, señaló que el aumento del consumo de cerveza sin alcohol está directamente relacionado con ese contexto. “Creció el consumo de la cerveza sin alcohol y creo que es por el tema de los controles de tránsito. Más que nada por eso. Hoy la gente se cuida mucho más, porque las multas son caras y nadie quiere problemas”, explicó.
Según detalló, las marcas más demandadas son Quilmes 0.0, Stella Artois sin Alcohol y Heineken 0.0, mientras que otras opciones todavía no tienen tanta presencia en su canal de venta.
Matiacci también remarcó que, en términos de precios, la cerveza sin alcohol suele ser “un poquito más cara” que la tradicional, aunque la diferencia no es significativa. “A veces los envases son más chicos, pero el precio está bastante parecido”, indicó.
Cambio de hábitos
Más allá de los controles, los entrevistados coinciden en que hay un cambio más profundo en la forma de consumir. “Ha bajado el consumo de alcohol en general. La gente se está cuidando más, también porque los remedios están caros, el alcohol engorda y todo eso influye”, sostuvo Matiacci, quien consideró que el segmento seguirá creciendo en los próximos años.
Esa mirada es compartida por Laura Kovrinsky, propietaria de un supermercado en Concordia y referente de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA). Desde su experiencia, confirmó que la demanda de cerveza sin alcohol es mayor que en años anteriores y que el fenómeno no se limita solo a la cerveza. “Hay más demanda de cerveza sin alcohol y también de sidra sin alcohol. Antes la sidra sin alcohol era la del envase de plástico con la cara de Papá Noel; hoy se compra en botella de vidrio y la consume gente adulta, no sólo chicos”, señaló.
A su vez, Kovrinsky destacó que, si bien no se trata de un boom, sí es un mercado que se va consolidando de manera gradual.
En cuanto a los precios, la supermercadista explicó que los productos sin alcohol suelen ser “un poco más caros” que los tradicionales, algo que atribuyó a que se trata de lanzamientos y de un segmento todavía más acotado. “Con el tiempo seguramente se va a ir acomodando”, estimó.
Más marcas de cerveza sin alcohol y mejor calidad
Desde la distribución también se observa un cambio en la oferta disponible. Silvana, responsable de una distribuidora en Concepción del Uruguay, recordó que hasta hace pocos años las cervezas sin alcohol eran prácticamente inexistentes. “Antes no había, era muy raro. Las marcas ni hacían cervezas sin alcohol. Ahora sí, hay cada vez más”, afirmó.
Para ella, uno de los puntos clave del crecimiento está en la mejora del producto. “Ahora han mejorado mucho en cuanto a calidad y a su sabor, por eso tienen más aceptación.
Silvana también destacó que no sólo crece la demanda de la cerveza sin alcohol, sino de otras bebidas tradicionalmente elaboradas con alguna graduación alcohólicas que ahora se ofrecen en versiones 0.0, como el Gancia. “Esto es nuevo, pero hay salida. Es un mercado que va creciendo”, resumió, y agregó una imagen que grafica el cambio generacional: “Mi mamá tiene 90 años, le damos cerveza sin alcohol y está chocha”, precisó.
En los comercios de cercanía, la tendencia también se hace visible. Mario Sarli, integrante del Centro de Almaceneros de Paraná y propietario de una despensa en la zona sur de la ciudad, señaló que la cerveza sin alcohol se busca cada vez más, especialmente en determinadas épocas.
“La gente busca la cerveza sin alcohol, sobre todo para las fiestas. En estos momentos se nota un poco más la demanda”, explicó. Sin embargo, aclaró que el consumo no se limita a una estación del año. “Se vende todo el año, es bastante parejo”, coincidió con otros entrevistados.
Sarli también remarcó que, al igual que el resto de las bebidas, los precios subieron. “Subieron todas las cervezas, incluida la sin alcohol”, dijo, aunque eso no parece frenar el interés de los consumidores.
Mercado en ascenso
Aunque la cerveza sin alcohol todavía representa una porción pequeña del mercado total, los testimonios recogidos en Entre Ríos muestran que el fenómeno ya se instaló y avanza de manera sostenida. Los comerciantes coinciden en que el crecimiento está asociado a una combinación de factores: mayor cuidado personal, controles viales, cambios culturales y una oferta más atractiva en términos de sabor y variedad.
Si bien aún no hay un perfil claro sobre si la consumen más hombres o mujeres, ni estadísticas precisas a nivel local, la percepción general es que se trata de una opción cada vez más aceptada socialmente, que permite participar del brindis sin alcohol y sin resignar la experiencia.

















