Después de dos jornadas de neblina y un alto grado de humedad en Paraná, se anuncian para hoy lluvias y tormentas aisladas. Con estas condiciones, lavar ropa y sacarla al patio o al balcón para que se seque es inviable. Si se lo intenta, además de no secarse, se corre el riesgo de que quede con mal olor. Para quienes no tienen un artefacto especial con calor o algún recurso para que la ropa quede seca y en condiciones después del enjuague final, llevarla a los lavaderos es la alternativa más conveniente: uno entrega las prendas sucias y se las devuelven lavadas, perfumadas, dobladas y en ocasiones hasta planchadas y listas para usar.
Creció la demanda en los lavaderos de ropa debido a la alta humedad en los últimos días
Ir a los lavaderos es la opción más buscada cuando secar la ropa en el patio, la terraza o el balcón se vuelve inviable, como pasó en lo que va de esta semana
Según confirmaron en las lavanderías locales consultadas por UNO, en lo que va de esta semana creció notablemente la demanda del servicio. En este marco, comentaron que un canasto caben unas 14 prendas (aproximadamente lo que entra en un tambor en el lavarropas hogareño) y cuesta en la actualidad 4.000 pesos.
María, encargada de un negocio del rubro de calle San Juan, contó a UNO que trabajan constantemente, ya que tienen gran cantidad de clientes fijos que llegan habitualmente a llevar su indumentaria, pero observó que en estos días se multiplicó la demanda. “Estamos llenos de trabajo, no hay tiempo de hacer otra cosa”, aseguró, y remarcó: “Gracias a Dios nunca nos faltaron clientes, porque lo que buscamos es brindar la mejor atención. Nos eligen por lo bien que lavamos y por cómo atendemos a la gente”.
“Por el momento cuesta 4.000 pesos el canasto. Hacemos el lavado, secado, embolsado con perfume y con todo. Los insumos han subido mucho, pero tratamos de mantener el precio del servicio”, aseguró.
Por su parte Miguel, propietario de un lavadero de calle Andrés Pazos, señaló: “Tenemos un nivel de gente que viene periódicamente, pero en estos días, cuando hay mayor humedad y la ropa no se seca bien en casa, se suman más clientes. En general pasa eso”.
También explicó que se puede llevar cualquier tipo de prenda a lavar, peor aclaró que los acolchados y otros artículos tienen un precio especial, por el tamaño y la forma de lavado que lleva.
Servicio de los lavaderos de ropa
Leandro, de una lavandería situada en calle Belgrano, también en la capital provincial, coincidió: “Siempre trabajamos más estos días. Nosotros al canasto lo tenemos a 4.000 pesos, que sería un lavado en un lavarropas: entran alrededor de 4 kilos de ropa. El proceso es lavar, secar, doblar y embolsar”.
Ante la pregunta de cuándo puede retirarla el usuario, afirmó: “Por lo general trabajamos a 24 horas, de un día para otro. Pero los días como hoy, que capaz que estamos con más demanda, solemos tener la ropa lista a las 48 horas”.
Acto seguido, también aclaró que se puede llevar todo tipo de ropa, desde toallas, medias, sábanas, pantalones, remeras y demás. No obstante, explicó: “Lo que son camperas, por ejemplo, acolchados, cubrecamas y cosas similares, tienen otro tipo de precio, porque eso se lava por unidad y es en base al peso: nosotros lo recibimos y lo pesamos y así determinamos el precio exacto para informárselo al cliente. El kilo de acolchado lo tenemos a 2.200 pesos”.
Suba de insumos
En torno a la consulta acerca de si el valor de los insumos subió últimamente, mencionó: “Se ha generado un incremento en lo que son los precios del jabón y del enjuague. Lo que notamos es que en cada compra que hacemos tenemos un pequeño aumento siempre. Y nosotros tratamos de ir buscando un equilibrio para no subir el precio del servicio”.
Por último, observó que en tiempos de crisis o de caída del poder adquisitivo, cuando la gente en general empieza a recortar gastos, se suele notar cierta merma. “Es como pasa en la mayoría de los rubros. Se siente a veces un poco más, otras un poco menos. Por ahí cerca de fin de mes empieza a aflojar el movimiento”, concluyó.