La campaña electoral para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), es un hecho político excepcional si se tiene en cuenta que se está atravesando una de las tragedias sanitarias que más víctimas se ha cobrado en la historia de la humanidad. Será la primera elección durante una pandemia, un acontecimiento institucional y político que volverá a fortalecer el sistema democrático en la Argentina. Más allá de este contexto, el escenario electoral muestra algunas particularidades propias de este tipo de contienda de medio término. Acerca del comportamiento del electorado, del posicionamiento de los precandidatos, y de otras cuestiones que pesarán en el acto que se realizará el 12 de septiembre, UNO habló con dos especialistas en campañas políticas. A casi dos semanas del primer round en las urnas, la sensación es que pese a las estrategias comunicacionales de las fuerzas políticas, la elección en primer término, y luego la campaña, no se ha terminado de instalar entre el electorado.
La campaña electoral, dominada por el alto desinterés
Así lo demuestran los sondeos de opinión realizados por diferentes consultoras políticas en Entre Ríos, al hacer foco en la valoración que tienen los ciudadanos de esta instancia cívica y del conocimiento respecto de los candidatos de las diferentes listas. “La gente no está al tanto que estamos dentro de una campaña proselitista, que se está evaluando a candidatos. Cuando se trata de elecciones de medio término, el electorado no tiene en claro que está votando. Pero en éste tienen menos claro aún que en otros escenarios; se sabe que hay unas elecciones, pero no se sabe bien que se va a votar a votar”. La opinión corresponde a Esteban Folador, uno de los consultores políticos de mayor trayectoria en la ciudad de Paraná. En su análisis planteó que la característica más visible de este proceso “es que no hay un clima específico de campaña”.
Una radiografía similar es la que aportó el consultor político, Nahuel Baridón, en relación al desinterés de la ciudadanía por las elecciones legislativas. “Hicimos un sondeo y un alto porcentaje del electorado, de los ciudadanos, no sabe que se elige, lo desconoce, no demuestran interés. Mucho menos conocen los candidatos. Por lo general en las legislativas sucede mucho esto, de no involucrarse mucho. Seguramente para las elecciones generales va a aumentar el nivel de información”, ilustró el representante de la consultora Eje.
La pandemia a las urnas
En todo el desarrollo de la campaña la pandemia global aparece como un elemento decisivo, que planteará nuevos desafíos para la clase política y para el sistema de representación democrática. Su connotación es igual de importante desde la perspectiva sanitaria como recurso presente en el discurso de los precandidatos. “Vamos a tener un solo eje de debate que es la administración de la pandemia. El eje de toda la campaña es la vacunación, la pandemia. En palabras de la oposición, la mala administración de esta pandemia”, identificó Folador.
Si en la agenda electoral prevalece la cuestión sanitaria, entonces no es equivocado pensar que estas elecciones tendrán nuevamente una proyección nacional. Folador comparte esta evaluación, porque a su criterio “es la figura del Presidente la que específicamente se está evaluando”. Alberto Fernández y su gestión jugarán un papel importante en el comportamiento del electorado, si lo que se mide es el manejo de la administración de la pandemia. De acuerdo a la evaluación de Folador “están muy marcados los sentimientos negativos hacia quienes llevan adelante las administraciones ejecutivas. En algún momento, allá por marzo de 2020 había una figura paternalista del Presidente, un hombre al que se lo notaba cansado, porque se daba a entender que había horas y horas de trabajo para cuidar a todo un país. Todo eso fue esmerilando al punto tal que hoy se está manejando prácticamente en números negativos -la imagen- del Presidente”.
Baridón acompañó el razonamiento respecto a la centralidad de la agenda nacional por encima de los temas provinciales. “Las campañas legislativas de medio término se hacen en base a una agenda nacional. Varias veces se ha intentado provincializar la campaña y poner para discutir temas vinculados a la provincia, lo cual es casi imposible, muy difícil. Lo que se pone en juego en las elecciones legislativas es el rumbo general del gobierno nacional”, subrayó.
A diferencia de su colega, Baridón agregó que la sociedad también expuso como preocupaciones la coyuntura económica del país, las expectativas a futuro, miedo a perder el trabajo y el deseo de salir de la pandemia.
Según el profesional lo que surge claramente es que se volverá a presentar un escenario de polarización entre las fuerzas políticas mayoritarias. Al respecto vaticinó: “Hay dos opciones: o acompañar el rumbo general del gobierno nacional, o bien optar por un voto castigo. Es una especie de plebiscito esta la elección de medio término”.
Valoración de los candidatos
La figura de los candidatos representa el capital simbólico para cualquier fuerza política, al margen de las estrategias elegidas en función de conseguir el respaldo en las urnas. Sin encuestas que puedan establecer alguna tendencia rumbo a las primarias, los consultores hablan de la importancia de las denominaciones de las alianzas o coaliciones electorales. La propia inestabilidad de la política argentina y los cambios permanentes de su sistema, conllevan además la constante modificación de los nombres de las agrupaciones y fuerzas partidarias. “En las elecciones legislativas tiene mayor peso el sello o la marca del Frente Electoral, por encima de los nombres propios de las figuras de los candidatos que encabezan las listas”, consignó Baridón. Para ello consideró atinado comparar este proceso político con la elección legislativa de 2017. “En pleno apogeo político y electoral de Cambiemos y del macrismo, en Entre Ríos, la lista la encabezaba Atilio Benedetti y logró una victoria contundente, con mucha diferencia respecto de la segunda fuerza, que identificaba al oficialismo provincial”, precisó.
Aunque recordó que ese resultado cambiaría radicalmente en 2019, cuando se definieron cargos ejecutivos. “El mismo candidato, con el mismo sello perdió por mucha diferencia: Benedetti perdió muchísimos votos entre una elección y otra. Son elecciones diferentes, porque en una se tiene más en cuenta la marca y en otra pesa más las características propias de los candidatos”, explicó el especialista.
A pesar que no se presenta como candidato, la figura del presidente de la Nación constituye un faro central en esta campaña, con adhesiones y rechazos por igual, analizó Folador. “Si alguien tiene una idea sobre estas elecciones, el primer sentimiento que se le viene a su cabeza son críticas hacia el Jefe de Estado”, sostuvo. En relación a la oposición señaló que “no hay figura descollante que pueda capitalizar este sentimiento”.
Los sectores con intereses contrapuestos al Gobierno siguen apostando a la construcción de una marca o de un sello con empuje electoral, algo que se asemeja más a una acción de marketing o de diseño que de contenido ideológico. “Hoy la marca que se ha inventado la oposición es la crítica en sí hacia el oficialismo. Pero no existe una marca que recolecte todos esos votos”, argumentó el encuestador.
Voz y voto
Por enésima vez desde que rige el modelo de primarias en la Argentina, la tendencia entre el electorado será de un alto grado de polarización, repitiendo la experiencia de 2019. “El nivel de polarización, que mediáticamente se le llama grieta. Lo que nosotros decimos es que en realidad es parte de la cultura política en Argentina. Desde el ‘83 en adelante, con la recuperación democrática, y luego hasta 2001, lo que primó, con la crisis social y la implosión del sistema de partidos, fue un sistema de partidos bien estabilizado con dos fuerzas políticas principales: el radicalismo y el peornismo. Después del 2001, con la crisis de representatividad que significó esa situación, el sistema de partidos estuvo atomizado hasta el 2015 con la aparición de Cambiemos como fuerza política que logró aglutinar a todas las fuerzas políticas no peronistas, para enfrentar exitosamente a la alianza electoral con base en el peronismo, denominada Frente para la Victoria. Desde 2015 en adelante se vuelve a un sistema de partidos estabilizado en dos grandes frentes electorales”, añadió Baridón.
La puja en Entre Ríos
Sin demasiada efervescencia, la actividad proselitista en Entre Ríos está caracterizada por la austeridad y el tibio despliegue de las principales estructuras partidarias. Por amplio margen los precandidatos más taquilleros son Rogelio Frigerio (Juntos) y Enrique Cresto (Frente de Todos). En la evaluación de Folador “en Entre Ríos, la figura de Frigerio, quizás sobresalga un poco más sobre la figura del oficialismo. Tengamos en cuenta que estamos hablando de las PASO, donde tampoco son sumatorios todos los votos que obtenga una fuerza política contra la sumatoria de otra fuerza política; no es matemática”.
Expuso que en este escenario se debe tener en cuenta la interna que habrá al interior de Juntos por Entre Ríos y entendió que es una variable que “puede cooptar Frigerio”.
“Frigerio es un candidato bastante curioso, tiene como contraparte que la gente no entiende muy bien porque él está llevando adelante una campaña en Entre Ríos. Lo tienen bien ubicado como un dirigente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se lo identifica como un porteño, pero esto sin que esto perjudique específicamente a los votos que recolecta”, advirtió Folador.
A su turno, Baridón señaló que el dirigente más conocido “es el gobernador Bordet y las figuras nacionales que se ven en los medios de comunicación”.
Bordet asumió el liderazgo de la campaña
En las últimas semanas el gobernador y presidente del Partido Justicialista en Entre Ríos, Gustavo Bordet, se metió de lleno en la agenda de campaña del Frente de Todos. De esa manera buscó fortalecer las aspiraciones de la alianza electoral, apoyado en los resultados de su gestión de gobierno y en el despliegue de recursos para cuidar la salid de los entrerrianos. “Siempre se dice normalmente que las elecciones de medio término suelen ser una especie de tamiz o evaluación: no estoy tan de acuerdo con esa sentencia, puesto que ha habido gestiones muy buenas y que han tenido malos resultados. Recuerdo la primera gestión de Bordet, que no puedo decir que haya sido una gestión buenísima ni descollante, pero no era una mala gestión; y en 2017 tuvo resultados adversos, por lo tanto en Entre Ríos no puedo decir que los resultados de estas elecciones de medio término tengan que ver específicamente como lleva adelante la gestión una provincia”, planteó Folador.
Acerca de la proyección de Enrique Cresto, primer candidato en la boleta de FdT, el entrevistado aportó que a su favor “tiene que arrancó con un piso muy alto y se trata de un candidato muy interesante: es muy probable que en 2023 sea el candidato a la gobernación. Pero hoy por hoy va a jugar la figura del gobernador, como un premio o castigo que se le va a dar en las urnas”.
En otra intervención reiteró que “no hay campaña, que la campaña hace varias semanas es una fotografía” en alusión a la imagen del festejo de cumpleaños de la primera dama Fabiola Yáñez. “No hemos visto otro hecho político que defina la campaña , o no estoy recordando un hecho político que permita inferir que se esté debatiendo algo. Este Gobierno tiene errores más graves o más gruesos que una fotografía”, aludió.
Un contenido pobre y sólo el despliegue en el territorio
Desde que se lanzaron las frentes electorales para las PASO en Entre Ríos, el despliegue de los precandidatos no ha tenido la intensidad de otras campañas proselitistas. El hecho más distintivo de esa propuesta quizás sea la puesta en escena de afiches, pasacalles y cartelería política en los puntos más importantes de las ciudades cabecera. La pandemia y la necesidad de mostrar una imagen de austeridad impactó en esa estrategia, teniendo en cuenta que la prioridad es atender la pandemia de coronavirus.
En su edición de domingo, UNO publicó que el uso del papel para la elaboración de boletas impacta negativamente en el medio ambiente. Es un tema recurrente en todas las elecciones. pero de todos modos las fuerzas políticas no toman los recaudos para que esta situación se revierta.
Así las cosas, la actividad política en tiempos de campaña no logra identificarse con la gente, menos aún después de la dura experiencia de la pandemia de coronavirus.
Con un mensaje donde prevalece el tema sanitario, los partidos se esfuerzan por captar adhesiones a casi dos semanas, que pondrán en escena que nivel de legitimidad tiene en el sistema político en Entre Ríos y en la Argentina. Todo está por verse y las urnas darán su veredicto.