Nacido en Santa Clara, Cuba, el músico Karel Fleites, quién este mes cumple 36 años, se movió desde siempre en los circuitos más alternativos de la música de su país. Desde 2007, forma parte estable del colectivo La Trovuntivitis, compuesto por 15 trovadores cubanos. En el año 1997, el grupo de cantautores realizó una peña, con dicho nombre, jueves tras jueves en El Mejunje, Centro Cultural de elevado reconocimiento por la concepción de un producto cultural diverso desde las ramas del arte e inclusivo para diferentes sectores de público.
Karel Fleites, músico cubano y de Boca
Por Andrés Martino
Foto UNO/Diego Arias
EKarel Fleites, músico cubano y de Boca
Foto UNO/Diego Arias
EKarel Fleites, músico cubano y de Boca
Foto UNO/Diego Arias
EKarel Fleites, músico cubano y de Boca
Foto UNO/Diego Arias
EKarel Fleites, músico cubano y de Boca
Foto UNO/Diego Arias
EKarel Fleites, músico cubano y de Boca
Desde allí, La Trovuntivitis ha defendido la canción de autor cubana por más de 20 años, irradiándola dentro y fuera del país, logrando prestigio y aceptación en el público.
Karel, parte de este grupo, ahora se encuentra radicado en Paraná junto a su familia (mujer y dos hijos). Estando en Cuba apareció su admiración por Boca y Diego Maradona y ya aquí nació su fanatismo por el Xeneize. De hecho su hijos forman parte de la Escuela Auriazul que funciona en la capital entrerriana. Karel pasó por Luz, Cámara y a Jugar donde primero contó porque decidió radicarse desde hace un año en Paraná. “Yo soy de Santa Clara donde está enterrado el Che Guevara. Cuando tenía 25 años hice mi primera gira a Argentina. Había un intercambio con varios músicos cubanos y gente que había estudiado medicina en Cuba. Eso quedó y ahí hice mi primer viaje. Luego con el tiempo conocí a mi esposa allá y es ahí cuando hacemos el primer viaje familiar a Paraná. Y ahí arranca el vínculo con Paraná porque con Argentina ya lo tenía. Al principio venía solo porque mi esposa estudiaba allá. Luego vinieron los viajes familiares, llegaron los nenes y luego se hizo imposible y hubo que escoger un lugar. A mi me gusta Paraná y a mi esposa Cuba, pero nos quedamos acá a intentar todo”.
Luego habló de su vínculo con la música: “Yo empecé desde muy chico como autodidacta. Cuando no sabés que hacer incursioné en el rap y luego tuve la rebeldía de hacer punk rock con una banda que luego fue muy famosa en Cuba. Estuve 10 años ahí. Luego me interese por el bajo eléctrico hasta que conocí al proyecto La Trovuntivitis con más de 15 cantautores del centro de la isla con más de 20 años. Este proyecto se explotó a varios lugares. Ahí estudié más música en materia teórica y luego arranqué a componer canciones hasta ahora. Vivo de músico, en Cuba se puede. Vengo desde ahí y trato de llevar mi obra a cada rincón donde se pueda con banda a veces o en compañía como por ejemplo con Sebastián Gómez con quien estamos actualmente. Me gusta mucho el rock argentino y por eso la cercanía con Seba, tremendo músico y el me ayuda mucho”.
Más tarde dejó de lado el ámbito artístico y se metió de lleno en el plano deportivo. “El cubano es muy deportivo, aunque no tanto con el fútbol. Adoran el fútbol, pero realmente no tiene condiciones. Recién hoy estamos intentando tener una selección, pero somos malos. Al cubano le gusta el fútbol y siguen las ligas europeas y lo más conocido es Boca y River. Es el clásico y es lo que se ve allá. Yo lo que conocía es Boca y Maradona, después no me interesa más nada”, contó y luego repasó que clases de disciplinas llevó adelante en su tierra. “Jugaba en el barrio, en la plaza. A la pelota se juega mucho allá, pero somos malos. Después de niño hice gimnasia, fútbol, ajedrez, beisbol y en todo era muy malo (risas). Y no se porque mi madre no se daba cuenta que era malo en eso. Hice natación, karting, básquet, pero todo malo.. No era el pibe del barrio al que llamaban, al contrario”.
Hincha de Boca desde que estaba en su Cuba natal y claro acá ese fanatismo creció aún más. De echo sus hijos juegan en la Escuela Xeneize. “Hoy me pasa con mis hijos. El más chiquito es duro, jugador de barrio. Y el vive en el cosmo porque está ahí, pero no sabe que está jugando fútbol. Los otros días hablé con el profe y le dije que era cubano, que lo entendiera (risas). Ah me dijo. No sabe realmente. Pero el va y comparte y esta eso de la camiseta”.
“Me gusta mucho Boca. A mi me quisieron hacer de Racing cuando llegué acá. Lo veía, pero el Boca de Maradona que yo vi de niño es único. Muchas imágenes de archivo porque yo era chico, pero eso no pudo más. Si tengo que escoger un equipo, soy de Boca, sí o sí”, comentó.