Se cumplen hoy 30 años de la primera colación de graduados en Bioingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (Uner). Un 3 de julio de 1992 fueron ocho los bioingenieros que recibieron su título e inscribieron en Argentina una nueva efeméride para celebrar. Porque es promocionada como una de las disciplinas más jóvenes y demandadas de la ingeniería, Diario UNO convocó a dos jóvenes egresados para compartir su experiencia y destacar las virtudes de una carrera que permite aplicar tecnología a los problemas presentados por la biología y la medicina. Leandro Mayrata y Elizabeth Young son promoción 2018 y actualmente se encuentran desarrollando la actividad como docentes e investigadores.
Jóvenes bioingenieros y la versatilidad para afrontar los desafíos del futuro
Por Dina Puntín
Young es becaria doctoral del Conicet en el Instituto de Investigación y Desarrollo en Bioingenierìa y Bioinformática (IBB); en el Centro de Ingeniería en Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares y Sensoriales (CIRINS) y en la Facultad de Ingeniería (Fiuner).
Oriunda de La Pampa descubrió que quería ser bioingeniera unos meses antes de terminar el colegio secundario. “Me puse a buscar en internet las carreras universitarias que me resultaban de interés, sabiendo de antemano que tenía preferencia por aquellas que incluyeran las Ciencias Exactas. Dentro de la búsqueda me llamó la atención la carrera de bioingeniería, aunque no sabía bien qué era. Entonces desde la página de la Facultad de Ingeniería comencé a ver el plan de estudio y las materias que incluía, los laboratorios que existían en la facultad y las oportunidades laborales una vez finalizada la carrera. De todo lo que se encontraba dentro del plan de estudio, me atrajeron las materias relacionadas con el funcionamiento del equipamiento médico, así como también algunas como Inteligencia Artificial y la Robótica. Por sobre todo, lo que me resultaba más interesante era la unión que se producía a lo largo de la carrera entre la Matemática, la Física y la Biología”, expresó a UNO.
Leandro Mayrata se desempeña en docencia, investigación, articulación universidad-empresas, en la diplomatura de Programación y Robótica de Fiuner y es becario doctoral del Conicet. Nacido en Rafaela (Santa Fe) sabía desde niño a qué quería dedicarse.
“Desde chico tenía la idea de dedicarme al ámbito de la medicina pero finalizando la escuela secundaria descubrí mi afinidad por la resolución de problemas a partir de herramientas tecnológicas. En un principio se me planteó la dicotomía entre elegir una carrera del ámbito de la ciencias de la salud, como Medicina, y una Ingeniería. Buscando en internet, descubrí la carrera de Bioingeniería a pocos kilómetros de mi casa y no dudé. Me inscribí al curso de ingreso y después de una década de aquella decisión me encuentro trabajando de lo que me gusta, combinando ambas temáticas”, describió.
Sobre su paso por la universidad, Elizabeth contó: “Al ingresar a la facultad, una de las primeras barreras que tuve que superar es que los primeros años se enseñan los conocimientos de base para los años más avanzados y a veces es difícil visualizar la utilidad de estos conocimientos. Pero a medida que se va avanzando en la carrera, los temas tratados se vuelcan más a lo específico de la Bioingeniería y se tornan más emocionantes. La carrera tiene sus dificultades, pero si realmente te gusta siempre se encuentra la manera de salir adelante. Requiere de tiempo de estudio y esfuerzo, pero eso no es una característica única de esta carrera en particular sino de cualquier estudio universitario”.
Mayrata destacó la amplitud de acción que proporciona la carrera: “El campo es realmente amplio, lo que veo como una ventaja. Cuando ingresé me imaginé trabajando en una gran compañía de productos médicos, luego pensé en dedicarme al área de la física médica pero en aquel momento no me imaginé haciendo lo que hago hoy: dedicado a la Robótica y al desarrollo de dispositivos asistenciales dentro de la academia”.
Similitudes que amplió la bioingeniera Young al reconocer las bondades de la profesión: “Es una carrera que te introduce a muchas áreas del conocimiento entre las cuales posteriormente podrás ejercer como ingeniero. La ciencia, la tecnología y la salud confluyen en ella para darte herramientas para solucionar problemas actuales en hospitales, empresas, laboratorios y centros de investigación, por mencionar algunos ejemplos”.
Sobre cómo contagiar a los estudiantes secundarios la elección de la Bioingeniería, el rafaelino señaló: “Siempre que me preguntan acerca de las ventajas de la Bioingeniería remarco las posibilidades de desempeñarse en diversas áreas y poder elegir (y buscar) que es aquello que más le apasiona. Considero que la formación de un bioingeniero te dota de la suficiente flexibilidad como para insertarse en los más diversos ámbitos”.
Siendo una de las carreras con más oferta de trabajo en el mercado, saber la elección del ámbito laboral fue una de las preguntas.
“Mi área de preferencia, y en la que actualmente me estoy desarrollando, es en la investigación. En particular, el nicho en que nuestro grupo de investigación se desempeña aborda temas de salud y tecnología, así como también realiza tareas de educación”, explicó Young.
“Actualmente, además de ser docente de Robótica de FIUNER, me encuentro desarrollando una ortesis inteligente para rehabilitación ambulatoria de pacientes con artrosis de rodilla como parte de mi doctorado en Ingeniería. Nuestro objetivo es lograr soluciones de medicina personalizada para acompañar a los pacientes durante el día a día y mejorar su calidad de vida aplicando conocimientos en robótica y tratamiento del dolor. Siempre recalco que, como cualquier ingeniero, resolvemos problemas de manera eficiente aplicando tecnología. En el caso del Bioingeniero en particular, las soluciones suelen tener un impacto en la mejora de la calidad de vida de las personas (u otros seres vivos) directa o indirectamente”, finalizó Leandro Mayrata.
El origen de la fecha
Para quienes deseen conocer más sobre la carrera de Bioingeniería, plan de estudio, campus universitario y otras propuestas educativas pueden indagar en el sitio de la Facultad de Ingeniería (ingenieria.uner.edu.ar). Allí también podrán encontrar la historia que indica que en 1992 "se gradúan en nuestra Facultad los ocho primeros bioingenieros del país. Tratándose de un hecho histórico, el entonces decano Ingeniero Químico Agustín Carpio instituyó oficialmente el 3 de julio como el "Día del Bioingeniero".
Entre Ríos fue la primera provincia en incorporar la carrera de grado.
En el sitio también se indica que actualmente "la Facultad de Ingeniería cuenta con más de 750 egresados cumpliendo funciones en prestigiosas empresas y entidades de nuestro país y del extrajero, tanto en labores técnicas, de desarrollo e investigación, como gerenciales".