Hoy es el día que más esperaron las siete víctimas-sobrevivientes que denunciaron al cura Justo José Ilarraz como responsable de los abusos perpetrados en Seminario Arquidiocesano de Paraná, entre 1985 y 1993.
Ilarraz puede ser condenado a 25 años de prisión por los abusos de menores en el Seminario
Permanecerá en libertad hasta que la sentencia quede firme pero se le colocará tobillera y/o pulsera electrónica. La lectura de sentencia completa se leerá el viernes 1° de junio
21 de mayo 2018 · 07:43hs
Los damnificados tenían en ese entonces entre 12 y 14 años, y con una admirable valentía impulsaron la denuncia más grave –que se conozca– contra la Iglesia Católica de Paraná. A paso lento se inició una investigación penal que reconstruyó minuciosamente los hechos y que inclusive roza de cerca a las máximas autoridades del clero local, entre ellos el actual arzobispo Juan Alberto Puiggari y al cardenal emérito Estanislao Esteban Karlic. Después de seis años de instrucción se llegó a la etapa de juicio oral y hoy a las 12.30 se conocerá el adelanto de sentencia de la causa por parte del Tribunal de Juicios y Apelaciones que integran los jueces Alicia Vivian –presidenta–, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel.
TE PUEDEN INTERESAR OTRAS NOTICIAS SOBRE LA CAUSA ILARRAZ
En los alegatos la Fiscalía y las querellas particulares reclamaron para Ilarraz una pena de 25 años de cárcel y que además se dicte la prisión preventiva por existir el real peligro de fuga. En caso de recibir un fallo condenatorio y con el agravante de la preventiva, Ilarraz será privado de su libertad en forma inmediata y derivado a la Unidad Penal Nº 1 de Paraná.
TE PUEDE INTERESAR La sentencia a Ilarraz se transmitirá en vivo
Por su parte, la defensa se abrazó a la estrategia del cura que en su ampliación indagatoria denunció que se había gestado un plan en su contra ideado por uno de los exseminaristas para perjudicarlo, al igual que a la cúpula eclesiástica. En esa línea reclamó la absolución.
Cabe tener en cuenta que en la Corte Suprema de la Justicia está pendiente de resolución un recurso extraordinario en el que la defensa plantea la prescripción de la causa por el paso el tiempo. Así las cosas, si Ilarraz es condenado a prisión efectiva y la CSJ luego se pronuncia a favor de la prescripción, el fallo debería anularse e Ilarraz sería sobreseido en la causa.
El único antecedente similar en cuanto al monto de la pena es la condena en 2017 al cura Juan Diego Escobar Gaviria, a 25 años de prisión.
Por una justicia terrenal
Fabián Schunk, con más coraje que vergüenza, fue la cara visible de una lucha que comenzó en el más absoluto silencio. Claro, enfrente estaba una institución de un poder indiscutible y cuya palabra tiene el aura de lo sagrado. Es uno de los que contaron –con el tiempo tomaron estado público los testimonio de otras víctimas– sobre las aberraciones ocurridas en el Seminario y el rol que desempeñaba Ilarraz en ese momento.
"Este domingo de aparente calma, de un sol plácido, encierra en el corazón de unos pocos, una tormenta incontrolable; hace días que estamos ansiosos, angustiados, revueltos en cuerpo y espíritu. Aflora la gastritis, la psoriasis, las noches sin poder conciliar un sueño. Cada hora que pasa, pasa más lenta y pesa como años", describió Schunk sobre cómo vivió la previa a una sentencia histórica.
Y en esa reseña dejó una frase que interpela al corazón del Poder Judicial: "Será un día muy duro: en las manos de tres jueces, estarán nuestras vidas, las vidas que decidimos mostrar luego de vencer la vergüenza y el silencio impuesto. Mañana –por hoy– será un día muy duro, pero esperado, confiados en la sentencia por venir, ya que pudimos decir la verdad de lo que nos pasó, de lo que les pasó a muchos".
El docente tampoco se olvidó de la actuación de la curia de Paraná, sobre la que cargó por el entramado de encubrimiento que quedó al descubierto. "Esperamos justicia, la justicia aquí y ahora, nada de justicia divina, esa justicia es para los conformistas, fue el argumento de los encubridores, de los que decían que había que rezar y ponerlo en manos de Dios, esa justicia de otra vida solo tendrá sentido si, en alguna medida, se castiga lo corrupto y el mal", dijo a UNO.
Dos miradas sobre una causa judicial única en el mundo
Según la interpretación de uno de los querellantes que intervino en el juicio a Justo José Ilarraz, la causa penal es la más importante en la historia de la Iglesia, no solo en la provincia de Entre Ríos sino en la República Argentina. "Estamos referenciando a un sacerdote que tenía como máxima responsabilidad el cuidado del Seminario de Menores, y tenía como misión fundamental la protección y el apoyo no solo educativo, sino principalmente espiritual. Esta persona siempre se respaldaba en la Iglesia, en la religión, para lograr en niños que eran vulnerables por sus orígenes y la problemática de sus familias. Eran niños que confiaban plenamente en la palabra de quien ejercía la tutela religiosa y ética", planteó el abogado Marcos Rodríguez Allende.
El letrado sostuvo que al imputado le "llegó el juicio final y a ciencia cierta no sabremos nunca cuánta cantidad de niños fueron abusados" y a la vez adelantó que el veredicto "va a ser de una condena ejemplar".
Otra de las voces consultadas por UNO fue la del fiscal Federico Uriburu, acusador en la causa que terminó con la histórica condena a Escobar Gaviria. "Ilarraz es una causa única en el mundo; se resolvió el tema de la prescripción en Casación Penal, más allá de que ahora esté en la Corte, está pendiente de resolver algo que es único en el mundo y que motivó la necesidad de una reforma que es la ley impulsada por la senadora nacional Sigrid Kunath denominada de los tiempos de las víctimas", manifestó.
En cuanto a cómo puede llegar a fallar la Justicia, afirmó: "Creo que va a haber un veredicto absolutamente coincidente con la acusación, al menos en cuanto a la autoría y la responsabilidad de Ilarraz en los abusos. Hubo diferencias en los tiempos que tuvieron las víctimas".