Un nuevo tiroteo masivo y la matanza de 17 personas conmueven a EE.UU. El nombre propio es –esta vez– Nikolas Cruz.
Una "especie de paria" en una sociedad pistolera
16 de febrero 2018 · 23:16hs
AP
Con sus 19 años el chico "problemático", había sido expulsado por "motivos disciplinarios" de esa misma escuela secundaria, la Marjory Stoneman de Florida, el año pasado. Fue descripto por sus excompañeros, como una persona "violenta", "insensible" y "aficionada a las armas".
El ahora detenido, quien podría enfrentar la pena de muerte, había entrenado como cadete del Junior Reserve Officer Training Corps (JROTC), un programa militar que tiene como objetivo "motivar a jóvenes a ser mejores ciudadanos". Su arma semiautomática había sido adquirida legalmente por él mismo, a pesar de sus "inquietantes" perfiles en las redes sociales en los que exhibía su deseo de llegar a ser un "tirador escolar profesional".
Todas las luces rojas encendidas no bastaron y el chico de tan solo 19 años calificó para comprar su rifle AR15, con el que disparó premeditadamente contra decenas de personas.
La crónica negra dibuja a Cruz como un verdadero monstruo. A pesar de eso, no fue tomado en serio ni por sus compañeros ni por las autoridades del colegio ni por el FBI, que acumulaba denuncias en su contra por el exhibicionismo de armas en las redes.
Quienes zafaron de convertirse en sus víctimas lo describieron "como una especie de paria"; las autoridades del colegio dijeron que "el chico no conectaba" y, tanto directivos como profesores, admitieron que "no encontraron la forma de hacer que conectase".
Nikolas y su hermano biológico Zachary, perdieron a sus padres cuando eran niños y fueron adoptados por la familia Cruz pero, por esos golpes bajos que da la vida, quedaron huérfanos por segunda vez. El padre adoptivo murió hace cuatro años y la madre en noviembre del año pasado, por la misma época de su expulsión escolar. ¡Vaya forma de contención tiene el sistema escolar estadounidense!
Los hermanos fueron a vivir con unos amigos de la madre con quienes Nikolas se mostró respetuoso y callado, aunque triste y retraído.
Para la última familia de acogida Nikolas era solo un "niño levemente problemático que había perdido a su madre". Para el presidente Trump el nuevo episodio fatal no es un tema de armamentismo, sino de "salud mental". De los tiroteos y de la fácil disponibilidad de las armas de fuego de la que gozan los ciudadanos de ese país tampoco se hizo cargo Obama, ni Clinton, menos los Bush, o Ronald Reagan. Estos últimos, de orgullosa cepa pistolera.
En este capítulo violento Nikolas Cruz comparte el protagonismo con su AR 15, un fusil de asalto que ha estado presente en las últimas masacres que ya son una tradición en esta nación. Su fácil uso y su capacidad de matar a gran cantidad de personas en poco tiempo, la hacen "el arma más popular".
Antes de este tiroteo hubo muchos otros en este país en el que la portación de armas es un derecho constitucional insoslayable y donde el western es una marca registrada del sentir nacional.
Pero esto no llega sin consecuencias. En los últimos 30 años se produjeron más de 70 masacres en lugares públicos de alta concurrencia como escuelas, universidades, recitales, iglesias o empresas. De las centenares de armas utilizadas, la gran mayoría fue obtenida legalmente y un porcentaje alto de atacantes tenían problemas sociales o sufrían bullying.
Fabricar parias y armas, resulta un combo fatal.














