Me gustaría tomarme el colectivo para venir a trabajar o para ir a divertirme, mejor todavía. Saber que pasa cada tantos minutos y que llego más o menos a tiempo. Piola, como la chica de lentes para el sol que ayer en la Línea 4 con cartel San Benito se limaba las uñas en el asiento de atrás. El tema es que está difícil tomarse el colectivo porque no existe un sistema de transporte, y al final caigo en el auto con el que gasto un montón de plata que la recontranecesito para hacer otras miles de cosas y así se me pasan los días. Me quiero tomar el cole y llegar a una estación en donde pueda agarrar una bicicleta y pedalear hasta el destino final.
Me quiero tomar el colectivo
Foto UNO/ Mateo Oviedo
También quiero bajarme y tener ciclovías seguras en las que me pueda trasladar en el medio de movilidad no motorizado que tenga ganas. Yo solo o con mi hijo. Que las madres que cruzan la ciudad en los colectivos también se animen a pasear tranquilas con sus hijas en bicicleta. #Intermodalidad es la palabra clave que tienen que utilizar los políticos que se hagan cargo de la Movilidad en Paraná. Porque las ciudades importantes tienen áreas de Movilidad. Rosario a 206 kilómetros y Santa Fe capital (31 kilómetros), o sea, a 40 minutos en auto, un poco más en cole, incluso una distancia que puede ser ciclable.
No es necesario irse a Bogotá, la ciudad con más ciclovías en América Latina, con 392 kilómetros. Tienen que cruzar el Túnel y preguntar cómo se hace para comenzar a solucionar los gravísimos problemas del transporte que tiene la capital de la provincia de Entre Ríos.
Bueno, en Oro Verde también hay data porque desde hace un par de años funciona la Ingeniería de Transporte de la Universidad Nacional de Entre Ríos. La semana que pasó volví a consultarlo al ingeniero civil Juan Jaurena que es investigador de la UTN Santa Fe y docente en la joven carrera de la UNER. Además está al frente del área de Movilidad y hasta el año pasado fue el titular del órgano de Control del Transporte Público santafesino. O sea, es una buena fuente de consulta.
De la charla que tuvimos armé una nota que, la verdad, hablaría mal de mí si la reproduzco completa en esta columna por lo que voy a mencionar los datos que para mí son los más importantes. Si estuviera en Twitter avisaría con un (abro hilo): “El transporte público tiene que generar confianza en los pasajeros”, fue el título de la nota que publiqué en www.unoentrerios.com.ar.
El especialista en transporte aclaró que el servicio tiene que ser de calidad para que los usuarios vuelvan a tomar el colectivo, con ganas. Otro dato, que se sabe, pero es importante destacarlo: “El transporte es caro en todas las ciudades del mundo”, por eso los estados deberán financiar los costos porque, en el caso contrario, comienzan los problemas. “La falta de colectivos expulsa aún más a los usuarios y el sistema entra en un espiral depresivo sin fin”. Las personas que padecen los colectivos piensan que “comprando la moto” solucionan el problema pero muchas veces adquieren un problema. ¿Por qué? Carlos Alberto Pérez, de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, detalló en una nota publicada en La Nación que “en el país cuatro de cada 10 fallecidos en siniestros viales circulaban en moto”. En contrapartida las probabilidades de perder la vida arriba de un colectivo de línea son ínfimas. Eso sí, las condiciones para esperar que llegue el colectivo son bastante malas. En calle España, por ejemplo, los usuarios aguardan frente a la parada porque el sol castiga hasta en invierno. Cuando suben pagan los 22,80 pesos y pasan sin recibir el boleto. En la tercera parada los asientos están todos ocupados y a los que abordan en la estación que está frente a Tránsito no les queda otra que viajar parados rogando por un lugar porque el viaje a San Benito es largo. La izquierda propuso estatizar el transporte público, pero poner una unidad en la calle ronda los 130.000 dólares y en la ciudad circulan cerca de 160 coches. La verdad, cada vez que padezco la movilidad paranaense, me dan unas ganas enormes de “tomarme el colectivo".