Cualquier razonamiento que se pueda hacer sobre el tema es insuficiente. La situación del transporte público de pasajeros en la ciudad de Paraná y en la provincia de Entre Ríos, vuelve a ser noticia por la falta de cumplimiento de la paritaria salarial. Sin acuerdo, la Federación Argentina por Automotor de Pasajeros (Fatap) que nuclea a las empresas que prestan el servicio en el interior del país, anunció en un duro comunicado que se podría volver a foja cero: esto equivale a un inminente paro de colectivos, y lo más grave es que si el gobierno nacional –representado por el Ministerio de Transporte de la Nación– no cancela una serie de aportes en el corto plazo, sumado a partidas correspondientes del Fondo Compensador, el conflicto podría recrudecerse aún más.
La crisis sin fin del transporte urbano
Es una problemática sumamente compleja que termina demostrando las desigualdades en la asignación de los recursos a las prestadoras de las provincias y a las empresas del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires).
Las empresas dependen de los subsidios para sobrevivir, entonces inevitablemente se termina degradando el servicio y tomando de rehén a los usuarios.
Un ejemplo que bien puede graficar está ocurriendo en la capital de la provincia: Buses Paraná ha planteado que seguir de esta forma resulta inviable, porque sin recursos y ante los altos costos de mantenimiento de las unidades, los únicos ingresos en caja se destinan a comprar combustible y pagar los sueldos de los choferes.
Si bien se podría decir que la coyuntura de la crisis económica que históricamente enfrenta el país desde 1983 a la fecha es crónica, ninguno de los gobiernos propuso políticas públicas serias para que el servicio de transporte –de corta y de media distancia– sea sustentable y de calidad tanto en AMBA como las en ciudades de Corrientes, Rosario o Paraná.
LEER MÁS: Fatap advierte riesgo de caída del acuerdo paritario
Más allá de que se afirme que el volumen de pasajeros tuvo una retracción desde que se declaró la pandemia y por ende los ingresos en concepto de pasajes a bordo son menores, la verdad que suena a mera excusa para no destinar más unidades en los diferentes ramales, una cuestión que es central en el reclamo de los usuarios.
Son los pasajeros los que sufren por esperas interminables, por paradas sin garitas, soportando temperaturas bajo cero y por colectivos sin el debido mantenimiento mecánico y de limpieza.
En esta historia de nunca acabar no hay que olvidarse de los choferes, quienes reclaman con todo derecho cobrar sus salarios en término y según lo acordado en la paritaria salarial.
Ese es el punto que genera mayor incertidumbre, teniendo en cuenta que en la mesa de negociaciones se firman convenios que luego no se cumplen. Entonces se mantiene abierto un conflicto que perjudica a miles de usuarios, pero principalmente a trabajadores que observan con preocupación el futuro inmediato. Pero la situación laboral no solamente reviste lo salarial, también contempla aspectos como las condiciones de higiene y seguridad
LEER MÁS: Transporte está al día con el Fondo Compensador a provincias
Los trabajadores del volante conviven cara a cara con las quejas de los usuarios, aunque hasta el momento esa tensión no había llegado a mayores. Pero eso cambió en las últimas semanas: un chofer de la Línea 20 del servicio de transporte público del Área Metropolitana de Paraná fue agredido por un pasajero en el barrio San Agustín. El motivo del ataque había sido la excesiva demora del colectivo, según la explicación que había dado el trabajador.
La violencia nunca se puede justificar, porque en definitiva es una problemática que excede a cualquiera de los choferes. En efecto, la respuesta habría que demandarla a los empresarios, y preguntarles, por ejemplo, si administran bien los recursos, en este caso el festival subsidios que mes a mes se destinan a las provincias para financiar el servicio.
El futuro es incierto, y así como están dadas las cosas la continuidad del servicio corre serio peligro, al igual que cientos de familias que dependen de esa fuente de trabajo.