Como todos los años, para muchos, las vacaciones ya están llegando a su fin. Los chicos vuelven al colegio (en Entre Ríos las clases comenzarán el lunes 26) y ahí es donde se presenta el famoso Síndrome Posvacacional.
Chau vacaciones, ¿hola estrés?
Por Gerónimo Flores
Chau vacaciones, ¿hola estrés?
Pues, no es solo volver. Sino, la rutina, los horarios escolares, laborales y extraescolares, que abruman la cotidianidad. Pero eso no viene solo, porque también está la responsabilidad del quehacer laboral.
Por otro lado y como lo marca su nombre, se puede definir a este mismo como el sentimiento de malestar que se origina con la vuelta al trabajo después de las vacaciones. Hoy en día es altamente conocido y es frecuente que se nombre en las noticias y medios de comunicación en los meses posteriores al verano.
Entre sus síntomas pueden presentarse algunos como apatía, insomnio o estrés. Además del incremento de la irritabilidad y malestar general.
Como la mayoría sabe, el estrés es un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. En este caso, el miedo de volver a la rutina.
Pero, ¿por qué es importante no minimizarlo? Se debe entender que el estrés es un proceso que aparece cuando las demandas del entorno exceden a los recursos. Por tanto, ahí es donde puede presentarse la ansiedad, que puede generar alteraciones del ánimo, pensamiento y conducta.
Entonces, es importante ser conscientes de que volver a clases, la rutina o el trabajo no debe considerarse una tortura, ya que de igual manera seguiremos disfrutando de momentos agradables. Obviamente, con responsabilidades de por medio. Pero también nos reencontraremos con nuestros compañeros y este es un factor clave para no sentirnos tristes o abatidos al momento del retorno, ya que cuando interactuamos con nuestras amistades se libera algo llamado serotonina que nos produce bienestar.
Así que no te preocupes por volver, porque vas a seguir disfrutando y riendo de la misma forma que lo hiciste durante tus días libres. Pero también es importante que recuerdes dormir bien (respetando las ocho horas), ya que tu cuerpo se encuentra desacostumbrado.
Tratá de desconectarte luego de volver de tus actividades, porque llevarte trabajo a casa implica no romper con la rutina y por lo tanto, vas a acumular más cansancio del que todavía sentís. Mirate una película o tu serie favorita para relajarte.
Programá las actividades a realizar, ya que más vale bien y con calma, que mucho y con ansiedad. Pero si te sentís sobrepasado no está mal pedir ayuda. Somos seres configurados para socializar y no debemos cargar solos con todo. Otro punto muy importante es la práctica de un deporte. El que vos quieras, lo importante es hacerlo. El mismo te ayudará a aumentar la sensación de bienestar a través de la liberación de diversos neurotransmisores encargados del correcto funcionamiento neuronal, así como favorece la atención plena.
A su vez, ¿sos de los que no suelta el celular ni para ir a dormir? Pues bien, diversos estudios han demostrado que interactuar con dispositivos electrónicos antes de acostarse provoca insomnio crónico.
La tecnología se ha vuelto una extensión de nuestro cuerpo y los expertos advierten de que por este camino de dependencia virtual estamos perjudicando gravemente nuestra salud. Un hábito que no estamos acostumbrados a controlar. Pero que en las vacaciones no es algo de vital necesidad, debido a que estamos relajados.
En fin, no pongas en juego tu salud física o mental por el mero hecho de tener que volver a la rutina. Sí, ya sé. Es tedioso y suele aburrir. Aunque entiendo que las preocupaciones existen y claramente, no somos máquinas. Pero como está bueno vacacionar y pasarla bien, también debemos entender que tenemos responsabilidades y se deben respetar.
Simplemente hay que darle a cada cosa el espacio que se merece para evitar situaciones que nos sobrepasen y creen pensamientos, como también, sensaciones negativas. Así que dale, volvé tranquilo, porque no es el fin de mundo.