Golden State Warriors, vigente campeón de la NBA y la segunda franquicia de mayor valor de la liga, afronta inconvenientes debido a los onerosos contratos de sus estrellas, entre ellas el jugador mejor pago de la liga, Stephen Curry, y de Klay Thompson, que juntos suman 88,6 millones de dólares anuales, reveló hoy la prensa estadounidense.
Golden State Warriors tiene problemas para pagar
La franquicia californiana, cuyos dueños son Joe Lacob y Peter Guber, hoy tiene un valor de 5.600 millones de dólares, convirtiéndose en la segunda más valiosa de la NBA por detrás de los New York Knicks (5.800) y por delante de Los Angeles Lakers (5.500).
Pero tanta opulencia trae sus problemas, ya que sus jugadores cada vez quieren ganar más y ahora Draymond Green, el tercer pilar de los éxitos de los Warriors, quiere el salario máximo en su próxima renovación, sumándose a los pedidos de Jordan Poole y Andre Wiggins, claves en la concreción del título 2021/2022.
Los dueños de GSW no piensan abonar la llamada 'luxury tax' o impuesto de lujo, que penaliza a los equipos que sobrepasan el límite salarial obligándoles a pagar un dinero extra a la NBA que se reparte entre el resto de equipos, indicó The Atheltic.
Los Warriors tienen en mente rebajarle el sueldo a Thompson, que apenas jugó las dos últimas temporadas por una grave lesión y potenció a Poole y Wiggins, pero no será sencillo es recorte, sumado a lo mucho que pide Green.
GSW festeja título pero sus dueños están en una encrucijada para poder pagar todo lo bueno que produce la franquicia, que en los últimos ocho años logro cuatro anillos, en 2015, 2017, 2018 y 2022.