El aumento de la energía eléctrica, que impactará en las próximas facturas, afecta a diversos sectores productivos. Uno de ellos son las fábricas de hielo, que están despidiéndose de su temporada alta, y estas nuevas boletas de luz reflejarán el consumo de los meses con mayor actividad en el rubro, por lo que estiman que serán abultados los montos. Además, deberán afrontar los pagos en el período en que merma el trabajo.
Fábricas de hielo enfrentan fuertes subas de los insumos
Fabricantes de hielo afrontan fuertes subas de los insumos.
En este marco, aseguran que deberán trasladar la suba, en alguna proporción, a sus valores de venta al público. Así lo confirmó a UNO Raúl Alejandrpo Velázquez, quien tiene una importante fábrica en Crespo y abastece a grandes eventos, como la Fiesta de Disfraces en Paraná y Expoagro en San Nicolás este fin de semana; y a Lollapalooza en los próximos días.
En el sector sufren todavía los efectos del 2020, cuando estuvieron casi un año sin trabajar por la cuarentena. Al retornar a la actividad, muchos de los clientes de las fábricas de hielo que les compran por mayor habían cerrado sus emprendimientos, como ocurrió con catering y organizadores de eventos que no pudieron soportar la crisis.
Ahora los hieleros afrontan las subas de los costos, y no solo de la luz, sino también del gas, el combustible, el packaging y demás. “Va a ser preocupante lo que se viene de ahora en adelante, porque en las fábricas de hielo también se consume mucho gas, ya que hay una forma de generar energía que es con compresores que utilizan en gas y también aumenta”, subrayó Velázquez.
Asimismo, manifestó: “Lo que también ha tenido incrementos son los combustibles. Hay un aumento en los valores de todo, de las patentes de los vehículos y de los insumos. Por eso se está viendo cómo vamos a trasladar nosotros estos incrementos al precio de nuestro producto. Estamos nucleados en la Cámara de Hieleros de Buenos Aires –Sindicato de Trabajadores de la Industria del Hielo y Mercados Particulares de la República Argentina (Stihmpra)– y se calcula que para fines de este mes va a haber una reunión para evaluar este tema”. A su vez, dijo: “Todavía estamos manteniendo los valores porque no recibimos aún las facturas de luz con las nuevas tarifas, pero es inevitable tener que subir los precios.
“Se va a hacer seguramente un prorrateo de lo que se ha vendido y habrá un porcentaje de aumento”, explicó Velázquez, quien mencionó que la suya es una empresa familiar constituidas por 10 personas: son cuatro en su familia y los demás son pasantes y trabajadores.
En una de las fábricas de la capital entrerriana también indicaron que se está aguardando recibir las nuevas boletas de luz para establecer cuánto subirán el precio del hielo, que en su caso hoy está a valor mayorista 80 pesos la bolsa de dos kilos; y cuesta alrededor de 600 la grande de 15 kilos. “No se puede aumentar tanto porque la demanda en este momento ya empieza a disminuir, aunque en marzo todavía algo se vende”, dijo uno de sus empleados.
En la costa del Uruguay la realidad es distinta y algunas fábricas de Concepción ya aplicaron aumentos en estos días. Miguel Viyoo, quien se dedica al rubro desde 2010, contó a UNO: “Nosotros ya aplicamos incrementos. En la ciudad hay unas cinco fábricas y entre todas lo hablamos para que sean porcentajes parejos. A la bolsa más chica la tenía a 100 pesos y pasó a valer 120; es decir, subimos un 20%. Y la grande está ahora 500 pesos”.
“Ya habíamos ajustado el precio antes, en estos últimos meses, y ahora lo aumentamos otra vez por la suba de la luz y del combustible. También las bolsas subieron casi un 80% las bolsas, y todo los insumos en general registraron incrementos. Porque parece que fabricar hielo es usar agua y luz nomás, pero son otros insumos los que necesitamos para comercializar nuestro producto”, aclaró, y lamentó: “El mantenimiento de la máquina misma es caro. Últimamente tuvimos muchas subas en el sector y a veces tratamos de aguantar y no subir los precios, pero llega un momento en que no tenemos opción, porque ya hemos perdido rentabilidad”.
Por último, observó: “Tenemos demanda si hay eventos, y ahora la temporada ya se termina. Repunta algo en Semana Santa y después en septiembre se activa algo, pero recién en noviembre volvemos a trabajar más fuerte. Si se pierde la temporada en diciembre ya se pierde todo. Y estamos recuperándonos todavía de unos nueve meses de inactividad en 2020, con las máquinas totalmente apagadas”.
Por último, evaluó: “Si bien después fue incrementándose el trabajo, hubo muchos catering que cerraron y ya no es el mismo movimiento que antes”.