Lúcida, aún realizando actividades de la casa, con buena salud y sin restricciones para alimentarse, Rosenda Bregot llegó a los 100 años. Se moviliza con libertad por su casa, y hasta se pone a barrer, testimoniaron a UNO sus familiares.
Incluso, no tiene problemas en enfrentarse y discutir con sus nuevos vecinos de la vecinal de la Brigada Aérea, por problemas de la exposición de la basura en la vía pública.
En ese barrio vive junto a su nuera Rosa y su nieto Gabriel, que pese a su libertad para movilizarse, la cuidan y protegen.
Rosenda disfruta sus últimos años, luego de una vida bien vivida, según relata ella misma. “Demasiado premio haber llegado a esta edad”, no se cansa de repetir.
Nacida en la zona rural de Ambrosetti, en el norte de la provincia de Santa Fe, de una familia compuesta por 11 hermanos –es la única que aún vive–, a los 14 años se trasladó a Buenos Aires y se desempeñó como niñera en el hogar de una familia de apellido Anchorena, en Palermo Chico. Sus patrones le hicieron terminar los estudios –en ese momento la primaria– y permaneció hasta los 24 años.
Onelda, una de sus nueras –la primera esposa de su hijo Darío Abel, ya fallecido–, precisó a UNO la historia familiar. Contó que Rosenda se casó con un militar, Darío Damián Esquivel, dejó de trabajar y vivió hasta hace alrededor de 15 años en ese mismo barrio porteño.
Entonces, con su marido fallecido años atrás, su hijo Darío la trajo a la capital provincial, ya que en los años 80 había sido trasladado desde Buenos Aires para trabajar en el Hospital Militar.
Rosenda, abuela centenaria, disfrutó una merecida fiesta
Rodeada de sus afectos, vivió un cumpleaños con hijo, nietos y bisnietas. Oriunda del norte santafesino, pasó la mayor parte de su vida en Buenos Aires y hace unos 15 años está en Paraná
12 de mayo 2014 · 08:01hs
Festejos
El sábado por la noche, familiares le organizaron un festejo en la Sociedad Friulana de Paraná. Rosenda disfrutó hasta las 5.30. Junto a ella estuvo su otro hijo, Jorge Damián, que vive en el norte santafesino.
Rosenda tiene cinco nietos: Sandra, Gabriel, Ignacio, Nicanor y Lucía, y cinco bisnietas: Paula, Florencia, Candela, Trinidad y Sofía, la última, de solo tres años.
La centenaria abuela contó que disfruta de Paraná, pero añora su hogar en Capital Federal. Es que contaron sus familiares, desde ahí le resultaba más fácil viajar al sur, donde habitan muchos de sus sobrinos.
Su llegada a la capital entrerriana y el paso de los años, impidieron esa movilidad.