Brad Pitt, que protagoniza en "Matalos suavemente" una historia de asesinos a sueldo ambientada en plena crisis de las hipotecas en Estados Unidos, explicó que los responsables de aquel escándalo real fueron unos "criminales".
Brad Pitt se infiltra en la mafia en el filme "Matalos suavemente"
La película dirigida por el neocelandés Andrew Dominik y que se estrena el jueves, tiene una trama de gánsteres contada en clave de comedia negra y en la que la crisis de las hipotecas basura atraviesa la historia.
"Cuando Andrew vino con esta idea y hablamos estábamos en lo más alto del escándalo de las hipotecas, con mucha gente que perdía sus hogares y era un desastre", aseguró a la prensa europea apostada en Cannes, donde se exhibió en competición oficial. Trabajan además Ray Liotta, Richard Jenkins y James Gandolfini.
"Se empezaba a conocer y muchos norteamericanos estaban muy enojados por ello. Hablo de mí, yo estaba muy enojado por el asunto", aseguró el actor al ser preguntado por el origen de una crisis económico-financiera cuyas consecuencias son aún dramáticas y que sirven de fondo a la historia que protagoniza.
"Ahora hay más enojo cuando echamos la vista atrás y vemos que la falta de regulación condujo a esta epidemia de avaricia", explicó Pitt, quien sin embargo no quiso entrar mucho en detalle sobre qué le parece la gestión que los líderes políticos hacen para salir del problema.
"Podemos entender que está en la naturaleza humana, pero si lo mirás eran en realidad criminales, y afectó a la gente y no hubo consecuencias por eso", se quejó Pitt.
El actor citó a su director para poner un ejemplo que ilustra su manera de ver las cosas en relación con una crisis hipotecaria que hundió a muchos estadounidenses.
"Andrew dice que si robás un banco vas a la cárcel, pero si el banco te roba no te rescatan a ti, rescatan al banco. Y hay algo de verdad en eso y es preocupante", explicó. Por eso la película que dirige Dominik, cuenta Pitt, "era una forma muy interesante de mirar a la crisis, como observando por la ventana trasera del coche".
Sin atreverse a dar una opinión en profundidad de las consecuencias de la proliferación de hipotecas basura que dejaron sin hogar a miles de sus compatriotas, Pitt considera que la crisis "desde luego que no ha terminado todavía". "No podría, no soy un economista, no podría especular, pero no creo que lo peor haya pasado", añadió.
Basada en un libro ambientado en los años setenta, Dominik decidió actualizar la historia que cuenta en "Matalos suavemente" y situarla en un momento más próximo y utilizar precisamente la crisis económica como un elemento que condiciona hasta el pago de los asesinos a sueldo.
Jackie Cogan, que es el personaje que interpreta Pitt, se despacha a gusto y con violencia en la película, donde hay una cierta recreación en el acto mismo de la ejecución que el actor defiende como recurso estilístico. "Creo que Jackie es un tipo simpático, pero es un mundo violento, eso no hay que negarlo. Creo que en realidad forma parte de nosotros mismos", dijo Pitt.
Es que el actor encarna aún matón contratado por la mafia para poner orden después que tres pequeños delincuentes casi hacen colapsar la economía criminial local cuando, creyéndose inteligentes, burlan las reglas de un juego de azar controlado por el crimen organizado.
Pitt recuerda sus orígenes y, al ser interrogado sobre su actitud tan complacida cuando saluda a sus admiradores, lo que volvió a repetir cuando presentó este filme en Cannes, el actor rememora lo que él sintió cuando llegó a Hollywood.
"La gente se olvida que soy un chico de Oklahoma, el país de Mark Twain, de Jesse James, alguien que se educó muy lejos de Hollywood. Cuando me mudé por primera vez a Los Angeles y encontré a alguien que estaba en el cine, y es que me encantaban las películas, y que significaba algo para mí, que fue John Cusak (...) aquel día fue grande, me sentí bendecido".
¿Y cómo fue trabajar con co-estrellas como James Gandolfini y Richard Jenkins? "Fue maravilloso. Con Jenkins me sentí como si estuviera viendo a Peter Sellers, y con Gandolfini me sentí como si estuviera viendo a Marlon Brando. Creo que es fundamental para un actor tener respeto por los demás colegas. Es de esas experiencias de las cuales realmente te dan un disfrute extra a tu trabajo", contó el actor.