De lo que iba a ser un centro de prevención para casos de adicciones, hoy solo queda la fachada. Lo que se puede ver a simple vista es una ambiciosa obra que quedó a mitad de camino, con una familia que intrusó el lugar -aseguran- desde principios de marzo. Es una postal del abandono en el barrio Anacleto Medina Sur de Paraná.
El programa y la obra del CEPLA, un servicio que quedó en la nada
Creado en 2014, extrabajadores denunciaron el cierre y exigen la reactivación
16 de julio 2017 · 11:33hs
Allí estaba proyectado el Centro Preventivo Local de Adicciones (CEPLA), un programa de abordaje territorial que nace en 2014 de la firma de un convenio entre la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), la Provincia y la Municipalidad de Paraná. Para Entre Ríos habían sido destinados dos dispositivos, uno que iba a instalarse en la capital provincial y el restante en Concordia, que actualmente funciona en un edificio propio y tiene nuevo nombre: Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (DIAT).
En nuestra ciudad el programa echó raíces en el Salón de Usos Múltiples de Anacleto Medina Norte (SUM), bajo la dirección de Mariela Velázquez, y un grupo de profesionales contratados por la Municipalidad de Paraná. En poco tiempo un equipo de trabajo conformado por trabajadores sociales, psicólogos, profesores de Educación Física, comenzaron a ejecutar un fuerte trabajo territorial enfocado en la prevención en materia de adicciones. Pero por una decisión política el proyecto barrial comenzó a desarticularse con el cambio de gestión. De un día para otro se dieron de baja cinco contratos y al mismo tiempo fue bajando el ritmo de los trabajos del edificio de Virrey Vértiz.
"No continúa el programa, así que estamos viendo con quién hacer gestión", dijo a UNO una fuente que conoce de cerca el proyecto que ahora volvió a foja cero. O en otras palabras, desapareció del mapa de políticas públicas en una zona donde prevalecen la vulneración y la falta de oportunidades. La misma fuente aseguró que en diciembre la Municipalidad les sacó las llaves y también el lugar donde funcionaba el programa. Los seis profesionales que se mantenían dentro de la estructura ahora dependen de la Sedronar, ya que al personal contratado nunca se le renovó el vínculo. "Los contratos con la Nación continúan y seguimos cobrando", se confirmó ante la consulta. Atento a las circunstancias, la intención es gestionar la reapertura del dispositivo con el gobierno provincial, más precisamente con el Ministerio de Salud.
"El año pasado vino a Paraná una funcionaria nacional a hacer una especie de auditoría, conoció el equipo que en ese momento estaba en el salón del barrio. Eso fue en mayo del año pasado, y ese mismo año nos sacaron del lugar. El CEPLA está desarticulado, la idea es retomarlo bajo la denominación de DIAT", se confió a este medio.
"El dispositivo se desarticuló"
Maximiliano Musto fue uno de los trabajadores del CEPLA hasta que lo desmantelaron. Aún le busca una explicación a la decisión estatal de paralizar el programa. "Cuando me convocaron a trabajar en el dispositivo en mayo de 2015, comenzamos a desplegar acciones territoriales fuertes, en conjunto con las escuelas Juan Manuel de Rosas, Gaucho Rivero, Bazán y Bustos, con la red Creer, con la comisión vecinal y con las áreas municipales.
En un principio hubo una injerencia muy fuerte del municipio en cuanto a recursos", explicó sobre los comienzos. Manifestó que el abordaje barrial se realizó en base a la mirada preventiva que tiene la nueva ley de Salud Mental, a partir de tres grandes ejes: formación y capacitación, encuentro y contención, y deporte y cultura. "El dispositivo no funciona porque se desarticuló, porque se le pidió a lo que quedaba del equipo que dejara el SUM de Anacleto Medina Norte. En cuanto al edificio, se construyó el 50%, pero se desfinanció, pese a que se prometió su finalización", lamentó.
Del cambio de gestión al cierre definitivo
Musto había sido designado subdirector del CEPLA. Se sumó al servicio junto a un grupo de profesionales, cuyos contratos luego fueron dados de baja. "¿Por qué en Paraná se desmanteló y se desfinanció el dispositivo? ¿Por qué se dieron de baja los contratos, sin ningún tipo de explicación? Uno puede entender el cambio de gestión, el cambio de perspectiva desde un gobierno, pero lo que no se puede justificar es la desarticulación de este tipo de políticas en la zona suroeste, donde el narcotráfico está muy desarrollado y organizado. No es causalidad que el CEPLA esté pensado en ese lugar, si no que es una cuestión estratégica", reflexionó.
En ese marco relató acerca de unas de las producciones encaradas por los jóvenes que eran contenidos en el servicio. "En el área de encuentro armaron una revista que se llamó Desde Adentro, donde hablaban de su cotidianeidad
La explicación oficial
UNO consultó sobre la marcha de la obra del CEPLA al concejal de Cambiemos, Emanuel Gainza. Sobre el tema reconoció no tener información actualizada, aunque recordó las gestiones que se hicieron en 2016. "La Municipalidad no había entregado la certificación de obra para que la Nación enviara el 60% de los fondos que faltaban para la obra", sostuvo el referente del PRO en Paraná.
Gainza indicó que Sedronar iba a reestructurar el programa CEPLA en todo el país, entre otras medidas. A su vez informó que el proyecto quedó a cargo del área de Arquitectura del municipio.
El municipio de Paraná informó en su momento que la inversión iba a ser de 8.090.423,70 de pesos y que los trabajos iban a estar a cargo de la adjudicataria Muratto Construcciones. Se dijo que la obra iba a estar financiada en un 97% por Sedronar y el porcentaje restante con aportes del municipio. El edificio iba a tener un gimnasio, un SUM, sanitarios, vestuarios, cocina, taller y radio.
"No continúa el programa, así que estamos viendo con quién hacer gestión", dijo a UNO una fuente que conoce de cerca el proyecto que ahora volvió a foja cero. O en otras palabras, desapareció del mapa de políticas públicas en una zona donde prevalecen la vulneración y la falta de oportunidades. La misma fuente aseguró que en diciembre la Municipalidad les sacó las llaves y también el lugar donde funcionaba el programa. Los seis profesionales que se mantenían dentro de la estructura ahora dependen de la Sedronar, ya que al personal contratado nunca se le renovó el vínculo. "Los contratos con la Nación continúan y seguimos cobrando", se confirmó ante la consulta. Atento a las circunstancias, la intención es gestionar la reapertura del dispositivo con el gobierno provincial, más precisamente con el Ministerio de Salud.
"El año pasado vino a Paraná una funcionaria nacional a hacer una especie de auditoría, conoció el equipo que en ese momento estaba en el salón del barrio. Eso fue en mayo del año pasado, y ese mismo año nos sacaron del lugar. El CEPLA está desarticulado, la idea es retomarlo bajo la denominación de DIAT", se confió a este medio.
"El dispositivo se desarticuló"
Maximiliano Musto fue uno de los trabajadores del CEPLA hasta que lo desmantelaron. Aún le busca una explicación a la decisión estatal de paralizar el programa. "Cuando me convocaron a trabajar en el dispositivo en mayo de 2015, comenzamos a desplegar acciones territoriales fuertes, en conjunto con las escuelas Juan Manuel de Rosas, Gaucho Rivero, Bazán y Bustos, con la red Creer, con la comisión vecinal y con las áreas municipales.
En un principio hubo una injerencia muy fuerte del municipio en cuanto a recursos", explicó sobre los comienzos. Manifestó que el abordaje barrial se realizó en base a la mirada preventiva que tiene la nueva ley de Salud Mental, a partir de tres grandes ejes: formación y capacitación, encuentro y contención, y deporte y cultura. "El dispositivo no funciona porque se desarticuló, porque se le pidió a lo que quedaba del equipo que dejara el SUM de Anacleto Medina Norte. En cuanto al edificio, se construyó el 50%, pero se desfinanció, pese a que se prometió su finalización", lamentó.
Del cambio de gestión al cierre definitivo
Musto había sido designado subdirector del CEPLA. Se sumó al servicio junto a un grupo de profesionales, cuyos contratos luego fueron dados de baja. "¿Por qué en Paraná se desmanteló y se desfinanció el dispositivo? ¿Por qué se dieron de baja los contratos, sin ningún tipo de explicación? Uno puede entender el cambio de gestión, el cambio de perspectiva desde un gobierno, pero lo que no se puede justificar es la desarticulación de este tipo de políticas en la zona suroeste, donde el narcotráfico está muy desarrollado y organizado. No es causalidad que el CEPLA esté pensado en ese lugar, si no que es una cuestión estratégica", reflexionó.
En ese marco relató acerca de unas de las producciones encaradas por los jóvenes que eran contenidos en el servicio. "En el área de encuentro armaron una revista que se llamó Desde Adentro, donde hablaban de su cotidianeidad
La explicación oficial
UNO consultó sobre la marcha de la obra del CEPLA al concejal de Cambiemos, Emanuel Gainza. Sobre el tema reconoció no tener información actualizada, aunque recordó las gestiones que se hicieron en 2016. "La Municipalidad no había entregado la certificación de obra para que la Nación enviara el 60% de los fondos que faltaban para la obra", sostuvo el referente del PRO en Paraná.
Gainza indicó que Sedronar iba a reestructurar el programa CEPLA en todo el país, entre otras medidas. A su vez informó que el proyecto quedó a cargo del área de Arquitectura del municipio.
El municipio de Paraná informó en su momento que la inversión iba a ser de 8.090.423,70 de pesos y que los trabajos iban a estar a cargo de la adjudicataria Muratto Construcciones. Se dijo que la obra iba a estar financiada en un 97% por Sedronar y el porcentaje restante con aportes del municipio. El edificio iba a tener un gimnasio, un SUM, sanitarios, vestuarios, cocina, taller y radio.