Solo se escuchan los tractores y el riego artificial. Apenas un murmullo entre los cancheros y algún que otro pájaro que anda sobrevolando el verde césped, pero no mucho más. La mañana es fría, el rocío abunda, el sol refleja de manera perfecta para dibujar una verdadera postal tanto en el estadio Presbítero Bartolomé Grella como en el Pedro Mutio.
El Grella y el Mutio, dos colosos que extrañan acción
Por Andrés Martino
Las canchas del Club Atlético Patronato, equipo de Superliga, y la de Atlético Paraná, del Regional Amateur, están en perfectas condiciones, listas para ser utilizadas nuevamente. Ya pasaron más de 100 días de cuarentena por la pandemia viral llamada coronavirus, pero los trabajos nunca pararon en ambos escenarios. Los cancheros trabajan todos los días soñando con algún día volver a ver rodar la pelota.
Ovación visitó ambos escenarios para conocer en profundidad qué clases de trabajos se realizan en un período inusual como este donde los planteles están en sus casas.
Vanina Martínez es la ingeniera que se encarga de las labores en el Grella. Ella contó cómo se está trabajando en plena pandemia. “Nosotros no paramos nunca. Lo que se hizo fue un trabajo de mantenimiento mínimo e hicimos algunos trabajos drásticos en cuanto al control de maleza que si se hubiesen hecho en temporada de fútbol, con la TV no hubiese sido estéticamente lindo. Entonces aprovechamos para hacer ese tipo de trabajos y el momento era propicio. En marzo la temperatura era alta, la bermuda, que es la base, venía creciendo en ese entonces”, dijo y agregó: “Fue una responsabilidad social mantener la cancha porque en el barrio, por ese entonces, había dengue. De ese modo no criamos mosquitos. El mismo trabajo hicimos en Capillita. Fue un mantenimiento mínimo, una o dos veces. Disminuimos el riego que pasó a ser secundario para no generar tanta humedad. Luego hicimos trabajos de nivelación que son trabajos que en temporada no se pueden hacer”.
Está claro que este tipo de trabajos requieren de un gasto económico. “No tuvimos restricción económica en lo que es la resiembra, sobre todo porque en marzo no sabíamos cómo iba a terminar esta historia. En ese momento se buscaron presupuestos y se compró semilla. Se sembraron todas las canchas y la premisa es un mantenimiento mínimo así que se regó con la frecuencia que requiere el período de germinación y una vez implantada se riega muy poco para hacer una prevención de enfermedades fúngicas y se hace un mantenimiento de fertilización mínimo como para que la planta no entre en estrés y pase bien el invierno”.
En la vereda de enfrente el Estadio Mutio luce bellíxsobre todo es otra. La pandemia pegó y duro en el Decano como en un montón de otras entidades deportivas: Así lo refleja Martín Gentile, su canchero: “En este momento económico que está atravesando el club, los recursos no son los mismos para tenerla mejor. De todos modos la cancha está en buenas condiciones. No se hizo una resiembra como sí hizo Patronato acorde a la época. Si se hizo el mantenimiento acorde al presupuesto que se tiene”, dijo e insistió en el concepto: “Los trabajos son normales, simplemente que no se resembró con la cantidad que debía hacerse. Patronato tiró una excelente cantidad de semillas. La verdad que nosotros preservamos también la parte económica del club en este momento que todo está complicado. Trabajamos normal gracias a Dios”.
Finalmente Martín Gentile se mostró triste por ver la cancha vacía: “La sensación es rara porque uno está acostumbrado a tener gente todos los días entrenando. La cancha no se pisa hace más de 100 días y se tratan de hacer los trabajos que antes nos se podían hacer. Vamos a seguir profundizando porque siempre hay algo para mejorar dentro de las posibilidades. La verdad que esperando que vuelva el fútbol y cuando sea así, estará en las mejores condiciones”, aseguró.
Lo que provoca ver la cancha vacía
Vanina Martínez tiene una mezcla de sensaciones al ver el escenario sin actividad. “Son sentimientos encontrados. Por un lado el silencio, sólo escuchar los teros y loros no es lo ideal porque además hicieron estragos con la resiembra. Da un poco de tristeza el silencio y la falta de gente, pero por otro lado al no ser pisada la cancha está espectacular. Se ve bien y está bien. No hay pozos, está bien nivelada y las áreas, que son siempre el problema en el fútbol, están espectaculares”, sostuvo la ingeniera.