En la noche del miércoles salió el humo blanco desde calle Grella. Solo resta poner el gancho para oficializar la contratación de Iván Delfino como flamante entrenador de Patronato, aunque para el sucesor de Marcelo Fuentes, haber cerrado verbalmente su vínculo ya es suficiente. El DT que conducirá los destinos del Rojinegro en la temporada 2015 del Nacional arribará entre hoy y mañana a la capital entrerriana para rubricar su nuevo contacto que lo vinculará con el Santo por los próximos 12 meses.
Delfino: “Tendré que adaptarme al proyecto del club”
Desde Sunchales, el lugar donde reside junto a su familia, el exorientador táctico de Libertad, Juventud Antoniana y Crucero del Norte, dialogó con Ovación Radio, que transmite La Red Paraná. “Estoy contento por volver a trabajar y más en una institución como Patronato. Está todo acordado de palabra. Restan pequeños detalles como la firma, pero está cerrado de palabra y es suficiente”, destacó.
A la hora de calificar el estilo que intenta imprimirle a sus equipos, Delfino graficó. “Muchas veces uno trata de plasmar lo que piensa, a veces se consigue, otras no. Me gustan los equipos que son compactos, que tienen una identidad de juego y que sea lo más agresivo posible. Ojalá lo podamos lograr bien y repetirlo”, aspiró.
En el torneo de transición, el conjunto de barrio Tiro Federal realizó una inversión importante para conformar su plantel en busca del tan anhelado ascenso a Primera. Esto no le permitió alcanzar la meta trazada. Muchos valores que llegaron en el anterior proceso tomarían nuevos destinos. Otros deberán presentarse a entrenar en el inicio de la pretemporada.
“Hay cuestiones contractuales por definir y no solamente sucede en Patronato sino en todos los equipos que no han ascendido. Es cuestión de tiempo y de rever los contratos. Lógicamente que, dentro de la lista, se va a priorizar a quienes se puedan quedar”, subrayó el DT de 43 años.
Una de las premisas de la dirigencia es cederle mayor espacio y protagonismo a aquellos jugadores que forman parte del patrimonio del club y a quienes vienen desde abajo. “Los entrenadores tenemos que adaptarnos a los proyectos de los clubes”, entendió. “Es una cuestión lógica. En todos lados se habla de los jugadores del club, pero tendrán que estar capacitados para estar a la altura de un Nacional B”, aseveró.
En relación al semestre anterior, Delfino es consciente que contará con un presupuesto ampliamente menor. El flamante entrenador deberá adaptarse a las circunstancias y superar el fracaso más grande del Rojinegro desde su llegada a la segunda categoría del fútbol argentino. El sucesor de Fuentes no quiso polemizar y evitó realizar un análisis de la última campaña.
“No puedo hablar de lo que pasó porque no me corresponde. No tengo porqué pagar lo que pasó anteriormente. Entendí que la erogación económica no va a ser la misma. Trataremos de ser más austeros en este sentido, seguir creciendo y tener un año de transición, pero sin dejar de ser protagonistas en lo que se puede armar. De todos modos, todo lo que podamos trabajar quedará supeditado a los resultados”.
El certamen que se avecina contará con 10 nuevos equipos. A priori se presenta un escenario favorable para quienes continúan en la divisional. “En la cancha somos 11 contra 11. La verdad queda plasmada dentro del campo de juego. Por lo tanto, trataremos de formar un buen grupo y a partir de ahí buscaremos un buen equipo”.
Cuerpo técnico
Iván Delfino arribará a Patronato con la compañía de Ricardo Casini, quien oficiará de preparador físico. De la mano del flamante entrenador también se sumará un entrenador de arqueros. Aún resta definir quien será el ayudante de campo. Esta decisión será adoptada, en forma consensuada, con la dirigencia.
En Crucero
Iván Delfino comenzó su trayectoria como entrenador en el Torneo Argentino A. En esta categoría dirigió a Libertad de Sunchales y a Juventud Antoniana de Salta. Su bautismo en la Primera B Nacional fue en la temporada 2012/13 de la Primera B Nacional.
Crucero del Norte de Misiones le abrió las puertas en el nuevo ámbito para suceder a Pedro Dechat, el DT que depositó al Colectivero en la segunda categoría del fútbol argentino. Dirigió los últimos 16 partidos de ese certamen. En ese lapso celebró 4 victorias, sufrió 5 derrotas y sumó 7 empates.
En el torneo siguiente sus números progresaron. Estuvo al frente de Crucero hasta la fecha 23. En ese tramo el equipo se alzó con 10 triunfos, 7 empates y 6 caídas.
Diferencias con la dirigencia motivaron su salida del club de la Mesopotamia cuando estaba ubicado en el cuarto escalón de las posiciones.