Con las restricciones de la primera etapa de la pandemia, más gente se dispuso a disfrutar de la naturaleza y del río en Paraná, por lo que muchos invirtieron en una lancha, un velero o en algo similar, y desde entonces se multiplicó la cantidad de embarcaciones. Sin embargo, no se expandieron en la misma proporción los espacios donde poder guardarlas cerca de la costa, como son las guarderías.
Conseguir guarderías para una embarcación es una odisea
Por Vanesa Erbes
Juan Manuel Hernández / UNO
Las guarderías náuticas están saturadas por la alta demanda
Más allá de algunos emprendimientos privados puntuales, en la capital provincial son el club de Pescadores y el club Náutico los que cuentan con guarderías y boxes para que los socios puedan dejarlas, pero hoy no tienen disponibilidad debido a la alta demanda de sus servicios de guarderías náuticas. Incluso ambas instituciones tienen listas de espera.
Fabián Blumenblat, presidente del club de Pescadores, contó a UNO: “Realmente hay una necesidad muy marcada de lugares donde dejar las embarcaciones, ya que el parque náutico aumentó muchísimo en los últimos años. La falta de espacios es muy llamativa: nosotros tenemos alrededor de 120 lanchas guardadas, tanto en guardería como en boxes, y hay 160 inscriptos que son socios del club aguardando un lugar. O sea que hay más embarcaciones en lista de espera que las que tienen un espacio en el club. A eso además le tenemos que sumar que hay gente que tiene necesidad de guarda, pero no está anotada. Con esto estimamos que en nuestro club fácilmente hay 200 embarcaciones que esperan un lugar”.
Según mencionó el dirigente, la tendencia a un crecimiento en la cantidad de embarcaciones en la ciudad ya se advertía desde antes de la pandemia, pero fue al final de la cuarentena del año 2020 y las posteriores restricciones cuando se incrementó con más notoriedad. “Ya venía de antes, pero se agrandó la plaza náutica después de la cuarentena. Nosotros observamos que la gente que tenía planificadas en aquel entonces sus vacaciones y demás, y no pudo concretarlas, destinó ese dinero a la compra de una embarcación, sin tener en cuenta dónde iba a dejarla”, analizó, y refirió: “Yo he recibido pedidos de tipo ´urgente´ de gente que compró una embarcación y no tenía dónde guardarla y se encontraron con este problema”.
Asimismo, señaló: “También hay gente que tiene su lancha, por ejemplo, en un garage. Pero después se da cuenta de que es un trastorno tener que llevarla a la costa del río, debido a que un domingo cuando salen a las 6 o 7 de la tarde del agua, se encuentran la costanera repleta y la ciudad llena de autos, y tienen que andar con una embarcación trasladándola en ese contexto, que medio que complica todo y eso genera que quieran llevarla a un lugar o a un club cercano al río y no estar trasportándola con estos inconvenientes”.
Acerca de si la disponibilidad de espacios puede llegar a ampliarse, manifestó: “Aparte de las guarderías de los dos clubes náuticos de Paraná, hay unas tres que son privadas. Pero además están en marcha varios proyectos muy lindos e importantes de crear nuevas, viendo esta necesidad y este nicho comercial”.
Con respecto a los costos en la actualidad, contó que “las guarderías cobran en general 6.000 o 7.000 pesos mensuales”. Y aclaró: “Nosotros las tenemos en 3.000 pesos, pero a eso hay que sumarle el costo de la cuota, porque para poder guardar una embarcación en el club de Pescadores hay que ser socio. Sumando las dos cosas, el importe es similar. Y hay en Paraná lugares más específicos, como el club Náutico, que tiene un costo un poco más elevado”.
Leonardo Díaz, presidente del club Náutico, dijo desconocer cuáles son los importes que actualmente se cobran por dejar embarcaciones en la institución, y coincidió en que la demanda de guarderías es alta en Paraná: “Nosotros en este momento estamos saturados en cantidad de lanchas, y no podemos en este momento incorporar más en el club, porque entendemos que estamos al límite de los servicios”, comentó a UNO.
“En guardería tenemos en este momento 240 embarcaciones. Hay algunas que están a la intemperie también y otras en box. Después hay embarcaciones que están en el agua flotando, en lo que nosotros llamamos espejos de agua. Son las más grandes y los veleros, que permanecen amarrados, y son una cantidad importante”, destacó, y también contó que tienen lista de espera de quienes aguardan que se libere un espacio.
Fenómeno en expansión
Que más gente adquiriera su lancha u otro tipo de vehículo acuático fue un fenómeno que se extendió en diversas ciudades costeras durante el primer tramo de la pandemia, en 2020, y también el año pasado. Díaz, presidente del club Náutico, reflexionó acerca del crecimiento del parque náutico en Paraná en los dos últimos años y sostuvo: “No cabe duda que influyó en esto la pandemia, más cuando no se podía salir del país, y más gente decidió adquirir una embarcación”.
En cuanto al perfil de los navegantes del club Náutico, mencionó: “Hay de todo tipo. Aunque generalmente las lanchas se usan para recreación familiar, hay muchas también que son enteramente de pescadores. Y ya para viajar un poco, transitando trayectos más largos, hay otros tipos de embarcaciones: están los yates de mayor longitud en los que uno puede pernoctar, o los veleros, que también tienen capacidad para dormir y vivir dentro de la embarcación”.
Por su parte, Blumenblat, presidente del club de Pescadores, concluyó: “En Paraná es totalmente amplio el perfil de los navegantes. Si se divide por institución, hay una diferencia. En el club de Pescadores hay un porcentaje mayor de gente abocada a la pesca recreativa o competitiva. En el club Náutico es ampliamente superior el perfil de navegantes familiares, recreativos, que sale un fin de semana a dar una vuelta, y esto se incrementa notablemente en la temporada estival, más con estas bajantes, con las que hubo tantos bancos de arena y que hace que incluso el perfil de nuestros socios en verano se transforme y se vuelva más familiar y recreativo también. Esto va cambiando de acuerdo a la época”.