A medida que avanzaba 2020 los organismos oficiales fueron proyectando la duración de la bajante extraordinaria del río Paraná: fin de año, enero 2021, luego febrero, y ahora al menos hasta el 31 de marzo, marca “una tendencia climática con un panorama predominante desfavorable, por lo que no se espera un retorno franco hacia condiciones normales” hasta esa fecha, según el Instituto Nacional del Agua (INA).
Bajante: amplían el pronóstico hasta fin de marzo
En su último reporte el organismo nacional, a propósito del río Paraná en territorio brasileño, considera que “la perspectiva de mediano y largo plazo indica valores de caudal acotados, por debajo de lo normal. No debería esperarse un cambio importante en la situación. La tendencia climática presenta un panorama desfavorable durante los próximos meses”. Y respecto del caudal erogado por la represa de Itaipú, que ha sido clave a lo largo de 2020 para garantizar la navegabilidad por el Paraná en territorio argentino y para las tomas de agua en las ciudades ribereñas, afirma: “Las futuras descargas dependerán fuertemente de los eventos que se vayan registrando, especialmente sobre la cuenca de aporte directo al embalse. No se espera un retorno a condiciones durante los próximos meses. Se continúa con el monitoreo ante la posibilidad de incrementos por excedentes de lluvias en la parte de la cuenca de respuesta más rápida: la más cercana al embalse de Itaipú”.
En los últimos días se ha registrado un nuevo y marcado descenso de las aguas frente al Puerto Nuevo tras un alivio transitorio coincidente con la declaración de la emergencia hídrica en la capital provincial.
Los bancos de arena volvieron a emerger frente a la Costanera de Paraná, entre las islas.
El hidrómetro marcó 55 centímetros ayer frente a la capital provincial.
A principios de diciembre, el gobierno municipal declaró la emergencia hídrica, impuso multas mayores por derroche de agua y anunció medidas paliativas para enfrentar la alta demanda del suministro en verano. La altura era de 22 centímetros.
Desde ese día comenzó a crecer el río favorecido por la liberación de flujos desde la represa de Itaipú, a raíz también de lluvias que se dieron en esas cuencas superiores.
Durante las últimas dos semanas de diciembre el río Paraná se mantuvo por encima del metro. Y desde el 1° de enero comenzó a bajar bruscamente: en siete días perdió casi 55 centímetros, la mitad del caudal.
Los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA) prevén que en los próximos días se mantendrá la tendencia decreciente. En ese sentido, determina la posibilidad de una altura de 30 centímetros en los próximos días, aunque dependerá del nivel de precipitaciones que puedan llegar a darse, como también de la liberación de agua desde Itaipú.
La bajante extraordinaria e histórica del río Paraná comenzó en agosto de 2019, y tocó su nivel mínimo en mayo, cuando midió 14 centímetros.
Río Uruguay
En cuanto al comportamiento del Uruguay, la tendencia dominante marcó un descenso en los valores medios semanales de nivel y caudal en todas las secciones del tramo.
“Aguas abajo de Salto Grande, en Concordia se apreció una disminución del valor medio semanal del nivel hidrométrico, situándose en torno al límite de aguas bajas. La disminución se debió sobre todo por reducción del valor máximo de las oscilaciones de nivel, manteniéndose los valores mínimos próximos a los observados anteriormente.
Por otro lado, en las secciones más próximas a la desembocadura no se apreciaron variaciones significativas.
Como panorama en los próximos días, el INA considera que de darse un repunte será poco significativo, por debajo de los valores normales para la época (rango de aguas medias bajas).
En Concordia, la altura es de 1,08 centímetros; el nivel de alerta es de 11 metros y de evacuación, 12 metros. En Concepción del Uruguay, la altura registrada ayer fue de 88 centímetros.