Darío Valli es el presidente de la subcomisión de tiro con arco del Club Carpinchos de Gualeguaychú, donde recibe a quienes deseen descubrir las bondades de la arquería.
Arco y flecha para hacer puntería en la inclusión
Por Dina Puntín
Con esa premisa cuenta entre sus deportistas con Francisco González Daneri que fue diagnosticado con síndrome de Tourette, Josefina Broin, con síndrome de Down y también han pasado por su escuela jóvenes con síndrome de Sotos y sordos.
Es por eso que no dudó en ponerse a disposición de una jornada inclusiva que tendrá lugar el 24 de marzo. Ese jueves Tiro con Arco Gualeguaychú (TCAG) recibirá, en su predio del club Carpichos, a los deportistas de Arquería Ferro junto a la Asociación de Sordos de Chajarí, que realizarán una prueba piloto del proyecto Arquería en Señas, para luego elevar dicha propuesta al área de Discapacidad y Deporte de la Nación.
Será un trabajo en conjunto tambien con la Asociación de Sordos de Gualeguaychú para iniciar a los chicos sordos en esta actividad y asesorar a los instructores de arquería en la forma de trabajo con ellos (señas, metodología de trabajo, entre otros puntos). Se busca hacer de la arquería un deporte aún más inclusivo y brindarle a la comunidad sorda una disciplina con la cual identificarse y que puedan aprenderlo y desenvolverse en su lengua materna.
En diálogo con UNO, Darío Valli explicó la experencia que se realizará en la institución por iniciativa de Julieta Sírtori, profesora de Lengua de Señas, instructora, arquera federada y presidenta de Arquería Ferro.
"El jueves se desarrollará esta prueba piloto con la participación de 12 chicos de Chajarí y aún no sabemos la cantidad que serán de Gualeguaychú. Es un trabajo realizado a pulmón, con apoyo de la Federación Entrerriana de Tiro con Arco, el empuje de Julieta y mi colaboración. Es un proyecto que está dando sus primeros pasos, nos falta más sostén económico para que esto se pueda concretar", resumió.
Esta primera experiencia intentará contagiar a otros clubes del país. "Estamos haciendo una muestra a nivel Federacion Entrerriana y es una prueba piloto para la Federacion Argentina de Tiro con Arco, para después expandirlo a otras instituciones, para que dirigentes de clubes se involucren".
Darío lleva cinco años con la escuelita en Carpinchos. "Me fui armando de a poco, llevó tiempo comprar equipos, contención, atriles, arcos, flechas, maderas, acondicionar el lugar. Empecé con la disciplina en Paraná y después me propuse traerlo a mi ciudad, con ayuda de gente de Concordia pude armar este proyecto".
Profesor de tai chi y arquería tradicional china, se decidió por abrir la puerta a la actividad deportiva y recreativa del tiro con arco.
"Mi visión es que la actividad sea compartida en familia. En los torneos vos te encontrás con abuelos, abuelas con sus nietos o padre e hijo. Esta actividad yo la comparto con mi hijo, por ejemplo. Es un ambiente ameno, sin fanatismo. El desafío es con uno mismo, la mirada es para dentro, no con el rival circunstancial que tengo en ese momento en la diana. El crecimiento técnico es personal, viene con el entrenamiento", aseguró.
Sobre la inclusión en el deporte, añadió: "Siempre me asesoré para trabajar con alguien que tenga sus particularidades. Sídrome de Sotos, Tourette, Down, muchos niños quieren hacer una actividad y por alguna patología no los aceptan. Hay gente que tira con arco en sillas de ruedas y por eso estamos pidiendo un ingreso más amable a las instalaciones. Con nosotros entrena Josefina Broin que tiene Síndrome de Down y desarrolla la actividad no sólo con técnica sino con alegría. Hay que involucrarse, lo mínimo que uno puede hacer por los sordos es aprender lengua de señas para una mejor comunicación". Y subrayó el significado para la familia de poder contar con deportes inclusivos: "Cuando vos podés integrar, los padres se ponen felices, no es cuestión de hacer una capacitación sino aceptar el desafío, hacerlo sentir cómodo, es mucha actitud. Siempre busqué ponerme en lugar del otro. Es complicado encontrar una actividad cuando traés tanta historia encima, el papá viene con la inquietud y hay que saber dar respuesta, estar abiertos".
De las características del deporte, señaló: "Es un cable a tierra. Hay mucha gente que viene a practicar de manera recreativa y eso es importante. Como todo deporte, hay elementos económicos y otros más costosos. Todo depende de cada persona, de lo que le dedica. Hay gente que con un arco prestado y tres flechas es feliz, por eso las puertas tienen que estar abiertas para todos".
Entre las bondades del tiro con arco también se destaca su trabajo integral. "Entrenamiento físico y respiración conciente, una mirada de visualización que se estila mucho en las artes orientales. Una mirada constructiva, una flecha que no alcanzó el resultado que yo esperaba, pasó, no sirve que me lamente, sino que hay que buscar el fortalcieminto mental y físico para mejorar en el proximo tiro. Los niños que tienen problemas para concentrarse, a través del tiro con arco van logrando con el tiempo tener mayor capacidad de centralizar los pensamientos", explicó Valli.
Entre Ríos tiene cuatro clubes federados y se encuentran en Paraná, Chajarí, Concordia y Gualeguaychú. La escuelita de Carpinchos tiene 56 practicantes y las mujeres son mayoría. "Se los instruye mucho en reglas de seguridad, los cuidados. Las edades no tienen límite, tenemos arcos cadetes para una fisonomía de niños de 7 años en adelante y la persona más grande tiene 83 años y lo hace de manera recreativa".