Javier Aragón / Redacción de UNO
Dios es grande, y ayudó...
Todo ocurrió de manera que se podría haber repetido una situación grave, en la cual se hubiera visto nuevamente relacionada la banda que lidera Patricio Fontanet.
Partiendo de que el empresario que organizó el evento –según consta el contrato difundido por la Municipalidad de Paraná– sabía, porque firmó el documento, que había una mayor cantidad de personas a la autorizada. Fue una verdadera especulación y solo suerte que el diablo no metiera la cola y los fanáticos que llegaron, incluso niños y mujeres embarazadas, no sufrieran algún incidente.
Tampoco el diablo metió la cola cuando el personal de la Dirección de Habilitaciones llegó a verificar el espectáculo en la mitad del show y con un par de inspectores y 10 policías intentaron suspenderlo por las irregularidades detectadas. Si se lo hubieran clausurado podrían haber existido corridas, enojos y otras cuestiones que se originan cuando sucede una situación conflictiva entre 3.000 presentes.
Según se confirmó a UNO, la Policía sabía un par de horas antes que llegaba esta banda, pero parece ser que a nadie de la fuerza de seguridad se le dio por conocer quiénes eran los señores de Casi justicia social. Mirando el Google en cualquier computadora se habrían enterado de la llegada de los ex-Callejeros a Paraná, para lo cual, según confirmó la intendenta, se hubieran tomado medidas restrictivas y hasta la suspensión del concierto. Esta crítica también debe llegar a las autoridades de la Dirección de Habilitaciones que, da la sensación, se durmieron en la burocracia de llenar los papeles necesarios para salvar cualquier tipo de responsabilidad.
Afortunadamente no pasó nada, no hubo incidentes ni afuera ni adentro. ¿Pero si algo hubiera ocurrido? ¿Quién se haría responsable o a quién apuntarían los problemas?
Párrafo aparte merece la acción desaprensiva de los integrantes del grupo que, pese a tener una condena en la Justicia, no aprendieron de los errores de Cromañón, por el contrario, los vuelven a repetir sin que les importe cargar con la muerte de 194 personas.