Dos de las víctimas, ante el tribunal exteriorizaron con gritos y llantos lo sucedido en el seminario entre 1985 y 1993. Pese a ser la audiencia a puertas cerradas, desde el exterior se escuchó el desahogo de los abusados por el cura en el Seminario de Paraná.
Recordó que se está ante una causa extremadamente compleja y "que va a marcar un hito no sólo para la Iglesia Católica, sino para los delitos de corrupción que se están investigando".
De allí es que no descartó que se pueda insistir con el posible encubrimiento de las autoridades de la Iglesia de Paraná.
Rodríguez Allende aclaró sobre el testimonio de la primer víctima: "No solo que fue muy creíble y lleno de información, sino que a lo largo de las tres horas demostró puntillosamente qué fue lo que le pasó con Ilarraz".
"Estamos escuchando a personas que tienen consecuencias tremendas en su vida hasta el día de hoy, que se encuentran con tratamientos psicológicos y dan las pautas de lo que Ilarraz ha hecho, que son delitos aberrantes. Es muy doloroso para ellos contar todo nuevamente, pero es necesario que sea así para llegar al pedido de condena".
Finalmente el letrado, aseveró: "Con los testimonios que se estableció en las pericias sicológicas y siquiátricas, que no son mendaces, sumado a otras pruebas contundentes es que somos optimistas, pero además se suma hasta la confesión de Ilarraz que se la hizo al propio Cardenal Karlic, confesión que fue escrita y reconocida".